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jamacor
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William Byrd (1540-1623), Gaudeamus omnes in Domino. William Byrd (1540-1623). Aprendió teclado de la mano nada menos que de Thomas Tallis y ganó una plaza de organista en la catedral de Lincoln. …Más
William Byrd (1540-1623), Gaudeamus omnes in Domino.

William Byrd (1540-1623). Aprendió teclado de la mano nada menos que de Thomas Tallis y ganó una plaza de organista en la catedral de Lincoln. Sustituyó a Robert Parsons (que había muerto ahogado) en la Capilla Real y, aunque se tuvo que marchar a Londres, el cabildo de Lincoln le garantizó un salario. Compuso muchas obras en latín para la liturgia católica pero también compuso piezas para la anglicana. Sin embargo, la militancia de Byrd en la Iglesia Católica le trajo algún quebradero de cabeza con la reina Isabel que, sin embargo, le protegió. Es probable que el propio compositor cantase en el funeral de Isabel I y en la coronación de Jacobo I en 1603. Son de destacar su obra polifónica, así como su música para teclado y para consort de violas.
Durante parte de su vida Byrd trabajó incansablemente para componer toda clase de motetes en latín para todos los tiempos litúrgicos del año. Por supuesto, la solemnidad de Todos los Santos no podía ser una excepción. Entre las obras compuestas están los cuatro motetes que te traigo ahora y que fueron publicados en 1605. En realidad se trata del propio de la festividad de Todos los Santos. Por tanto, para el introito compuso Gaudemus omnes que muestra una composición poderosa. El gradual se hace más meditativo por medio de Timete Dominum. El ofertorio viene representado por Iustorum animae, que recuerda serenamente a los que mueren en Dios. Finalmente, podemos oír la antífona de comunión, es decir, Beati mundo corde, en la que Byrd pone música a palabras de las Bienaventuranzas.
Aquí tienes las partituras: Gaudeamus omnes - Timete Dominum - Iustorum animae - Beati mundo corde.