'El Infierno existe'
Autor : Arzobispo Fulton Sheen
Traducción de algunos fragementos de la charla 'Hay Infierno'

«El mundo moderno, que niega la culpabilidad personal y admite sólo los crímenes sociales, donde no hay lugar para el arrepentimiento personal, sino sólo reformas públicas ha divorciado a Cristo de la cruz».
«¿Por qué nuestros pensadores modernos niegan el infierno? Sencillamente porque niegan el pecado. Si usted niega la culpa humana, debe negar el derecho de un Estado a juzgar a un criminal, o negar condenarlo a prisión. Una vez que se niega la soberanía de Dios, debe negar el infierno. La existencia del infierno es garantía eterna de Dios de la inviolabilidad de la libertad humana. Usted puede dejar de creer en el infierno, pero también tiene que dejar de creer en la libertad. Usted puede dejar de creer en el pecado, pero también tiene que dejar de creer en la responsabilidad. Usted no puede hacer una nación más libre suprimiendo a los jueces y las prisiones tampoco puede hacer un mundo libre sin juicio y el infierno. Ninguna constitución del Estado podría existir durante seis meses, sobre la base de un cristianismo liberal que niega que Cristo quiso decir lo que dijo: “Apartaos de mí , malditos , al fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles.” (Mateo 25 : 41 )

¿Cuál es la naturaleza del castigo del infierno? Esta es doble porque corresponde al doble carácter del pecado. Cualquier pecado mortal consiste en (a) un alejamiento de Dios y (b) un desvío a las criaturas. Porque nos alejamos de Dios, sentimos la ausencia de su amor, su belleza, su verdad --- y esto se llama el dolor de la pérdida. Debido a que recurrimos a las criaturas de manera perversas para nuestro propósito pecaminoso, somos castigados de alguna manera por las mismas criaturas que hemos abusado. Esto se conoce como la pena de sentido, uno de los aspectos que esta presente en el fuego del Infierno.
La pena de sentido se basa en el principio de que el castigo debe ser proporcional al delito.
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Entre mas intenso sean los placeres pecaminoso que tienen un alma en esta vida más intensamente será el fuego que lo atormentara en la eternidad. Como nos dice la Escritura: “El castigo por el pecado lleva la misma forma que el propio pecado”.
Sabiduría 11:16 para que comprendieran que uno es castigado con lo mismo que le sirve para pecar.
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La persona malvada quiere incesantemente reajustar todos los valores. Pon a un buen chico en una pandilla que se pasa su tiempo robando y rompiendo las ventanas escolares, y las posibilidades son que la pandilla se volverá en contra de ese buen muchacho, ridiculizaran sus principios morales, le dirán que es un cobarde o pasado de moda. Exactamente esa misma mentalidad está presente en la vida adulta . Cada vez que un profesor ataca la moral y se burla de la religión frente a sus alumnos , puede estar seguro de nueve de cada diez veces que su vida está podrida. La bondad es un reproche para estos profesores: quieren que todos sean como ellos, para que nadie les puede reprocharle su conciencia. Esta rebelión contra la bondad y la verdad es la causa básica de la persecución y burla de la religión hoy en día. Ahora bien, si tales cosas son posibles de corromper las almas en la tierra, ¿por qué no habrían de ser posible en la eternidad? Estas almas malvadas seguirán odiando el amor porque el odio es la esencia de sus almas. Rechazan el recurso que podría haberlas ayudado, el amor de alguien, además de a sí mismos, y por eso el infierno es la casa de los incurables que se odian a sí mismos por que odia el amor.

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El infierno debe ser eterno. ¿Cuál es la única cosa que la vida nunca puede perdonar? La muerte, porque la muerte es la negación de la vida. ¿Cuál es la única cosa que la verdad nunca puede perdonar? El Error, porque el error es su contradicción. ¿Cuál es la única cosa que el amor nunca puede perdonar? Es el rechazo al amor, es por eso que el infierno es eterno. Todo no se arregla al final, porque no podemos creer en un momento que somos salvos por hacer la voluntad de Dios, y al momento siguiente creer que no tiene importancia. El Infierno significa que las consecuencias de sus actos buenos y malos no son indiferentes. Hay una tremenda diferencia en su cuerpo si usted toma té o un tóxico (TNT), y hay una diferencia mayor si su alma bebe la virtud o el vicio. Cuando el árbol cae, allí se queda.
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El sol que brilla en la cera la ablanda, y el sol que brilla en el barro lo endurece. No hay diferencia en el sol, sino sólo sobre lo cual brilla. Así que no hay ninguna diferencia en el amor de Dios cuando Él juzga a los malvados y los justos, la diferencia está en los que él juzga.