Santa Misa (Martes 25 de Agosto, 2015) Primera lectura Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Tesalonicenses (2,1-8): Sabéis muy bien, hermanos, que nuestra visita no fue inútil. A …Más
Santa Misa (Martes 25 de Agosto, 2015)
Primera lectura
Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Tesalonicenses (2,1-8):
Sabéis muy bien, hermanos, que nuestra visita no fue inútil. A pesar de los sufrimientos e injurias padecidos en Filipos, que ya conocéis, tuvimos valor –apoyados en nuestro Dios– para predicaros el Evangelio de Dios en medio de fuerte oposición. Nuestra exhortación no procedía de error o de motivos turbios, ni usaba engaños, sino que Dios nos ha aprobado y nos ha confiado el Evangelio, y así lo predicamos, no para contentar a los hombres, sino a Dios, que aprueba nuestras intenciones. Como bien sabéis, nunca hemos tenido palabras de adulación ni codicia disimulada. Dios es testigo. No pretendimos honor de los hombres, ni de vosotros, ni de los demás, aunque, como apóstoles de Cristo, podíamos haberos hablado autoritariamente; por el contrario, os tratamos con delicadeza, como una madre cuida de sus hijos. Os teníamos tanto cariño que deseábamos entregaros …Más
Primera lectura
Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Tesalonicenses (2,1-8):
Sabéis muy bien, hermanos, que nuestra visita no fue inútil. A pesar de los sufrimientos e injurias padecidos en Filipos, que ya conocéis, tuvimos valor –apoyados en nuestro Dios– para predicaros el Evangelio de Dios en medio de fuerte oposición. Nuestra exhortación no procedía de error o de motivos turbios, ni usaba engaños, sino que Dios nos ha aprobado y nos ha confiado el Evangelio, y así lo predicamos, no para contentar a los hombres, sino a Dios, que aprueba nuestras intenciones. Como bien sabéis, nunca hemos tenido palabras de adulación ni codicia disimulada. Dios es testigo. No pretendimos honor de los hombres, ni de vosotros, ni de los demás, aunque, como apóstoles de Cristo, podíamos haberos hablado autoritariamente; por el contrario, os tratamos con delicadeza, como una madre cuida de sus hijos. Os teníamos tanto cariño que deseábamos entregaros …Más
Sergio Borge
- Denunciar
Editar comentario
Eliminar comentario
Padre Nuestro, te entregamos nuestro corazones para que lo puedas limpiar por dentro y no descuidemos nada de lo que sea importante para Tí y para Salvación de todas las personas, te lo pedimos por intercesión de Nuestra Madre del Cielo. Gracias.