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jamacor
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Antonio Vivaldi, 9 Conciertos para flauta travesera, Kuijken. Tomaso Giovanni Albinoni (Venecia, 8 de junio de 1671 - ibídem, 17 de enero de 1751) fue un compositor italiano del Barroco. En su época …Más
Antonio Vivaldi, 9 Conciertos para flauta travesera, Kuijken.

Tomaso Giovanni Albinoni (Venecia, 8 de junio de 1671 - ibídem, 17 de enero de 1751) fue un compositor italiano del Barroco. En su época fue famoso como compositor de ópera, pero actualmente es conocido sobre todo por su música instrumental, parte de la cual se graba con regularidad. El Adagio en sol menor que se le atribuye (realmente es una reconstrucción a posteriori) es una de las piezas barrocas con más alta aceptación entre los que gustan del periodo barroco.
Sigiswald Kuijken no parece resignarse a figurar en los anales musicológicos sólo como uno de los pioneros y santones de la interpretación historicista, y sigue entregado apasionadamente a la causa de su más querida recuperación del instrumentario de época: el violonchelo da spalla. Su principal objetivo es, sin lugar a dudas, la obra de Johann Sebastian Bach, pero no elude enfrentarse a otros compositores cuyas partituras pueden prestarse a la nueva distribución, aunque en ocasiones ya las hubiera registrado en su día en interpretaciones que hoy se le deben de antojar excesivamente convencionales. Las cuatro estaciones vivaldianas, por ejemplo, están en este caso. Hoy, de nuevo en Accent, vuelve con Vivaldi y su hermosa Opus X, rematada con otros dos conciertos, para flauta (RV 783) y dos flautas (RV 533). Naturalmente, justifica en el libreto la adopción de este instrumento formalmente más parecido a la viola que al chelo convencional, que se toca al aire como aquélla y cuyo timbre difiere sensiblemente de la grave voz de éste. Sin entrar en el rigor de su argumentación –habrá, por supuesto, quien la discuta–, sí quiero subrayar, en primer lugar, que la necesidad de no ahogar al instrumento en cuestión, obliga a adoptar una formación estrictamente camerística –La Petite Bande es realmente petite: seis miembros–, lo que otorga a la interpretación una gran transparencia; que Barthold Kuijken –para muchos, el más brillante de los tres hermanos– sigue estando en forma, al igual que Frank Theuns, su compañero en el RV 533; que los demás músicos son de primer nivel; que la interpretación, de tiempos nada arrebatados, es muy elegante... Si añaden que, personalmente, el timbre del violonchelo da spalla me resulta grato, concluirán que he disfrutado mucho con este disco.
Mariano Acero Ruilópez
It is highly probable that the successful publisher Michel Charles Le Cène in Amsterdam requested Antonio Vivaldi to compose concertos for flute. Vivaldi had already included solo passages for the transverse flute in numerous chamber concertos (e.g. for flute, oboe, violin, bassoon and basso) and even a virtuoso aria in his opera Orlando RV 728 (1727), but had apparently up to the end of the 1720s not yet composed “genuine” concertos for the transverse flute. When Le Cène contacted Vivaldi, he was fully occupied with opera productions and tours and presumably lacked sufficient time to compose new concertos. Instead, he made arrangements for this new instrumentation from some of his already existing chamber concertos which had already proved to be popular and already featured the recorder or transverse flute in the majority of solo passages. Vivaldi must have been aware that concertos with a descriptive title were good sellers: three of these – “La Tempesta di Mare” (no. 1), “La Notte” (no. 2), and “Il Gardellino” (no. 3) – are found right at the beginning of the new collection of works printed in 1729 by Le Cène as 0p. 10. Barthold Kuijken is accompanied on his new recording by La Petite Bande and his brother Sigiswald Kuijken.