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santa clara
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3º CUARESMA B Sor Mª celina. Señor, te duele profundamente que conviertan la Casa de tu Padre en un mercado. Y mucho más, cuando convierto mi cuerpo y mi vida, templo de tu Espíritu, en instrumento …Más
3º CUARESMA B Sor Mª celina.

Señor, te duele profundamente que conviertan la Casa de tu Padre en un mercado. Y mucho más, cuando convierto mi cuerpo y mi vida, templo de tu Espíritu, en instrumento de pecado. Ayúdame a tener siempre limpia mi alma, ordenadas mis pasiones, activadas las virtudes según tu corazón manso, humilde, puro y generoso. Así, estaré soempre dispuesto a que vengáis los Tres y hagáis en mí vuestra morada.
Rosa Rosae
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Rosa Rosae
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lupita
Gracias hermoso vídeo Dios lo bendiga
Celeste Bonaluz
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Germen
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Germen
Juan 2, 13-25 Se acercaba la Pascua de los judíos, y Jesús subió a Jerusalén. Y encontró en el templo a los vendedores de bueyes, ovejas y palomas, y a los cambistas sentados; y, haciendo un azote de cordeles, los echó a todos del templo, ovejas y bueyes; y a los cambistas les esparció las monedas y les volcó las mesas; y a los que vendían palomas les dijo: -«Quitad esto de aquí; no convirtáis …Más
Juan 2, 13-25 Se acercaba la Pascua de los judíos, y Jesús subió a Jerusalén. Y encontró en el templo a los vendedores de bueyes, ovejas y palomas, y a los cambistas sentados; y, haciendo un azote de cordeles, los echó a todos del templo, ovejas y bueyes; y a los cambistas les esparció las monedas y les volcó las mesas; y a los que vendían palomas les dijo: -«Quitad esto de aquí; no convirtáis en un mercado la casa de mi Padre.» Sus discípulos se acordaron de lo que está escrito: «El celo de tu casa me devora.» Entonces intervinieron los judíos y le preguntaron: - «¿Qué signos nos muestras para obrar así?» Jesús contestó: - «Destruid este templo, y en tres días lo levantaré.» Los judíos replicaron: -«Cuarenta y seis años ha costado construir este templo, ¿y tú lo vas a levantar en tres días?» pero él hablaba del templo de su cuerpo. Y, cuando resucitó de entre los muertos, los discípulos se acordaron de que lo había dicho, y dieron fe a la Escritura y a la palabra que había dicho Jesús. Mientras estaba en Jerusalén por las fiestas de Pascua, muchos creyeron en su nombre, viendo los signos que hacía; pero Jesús no se confiaba con ellos, porque los conocía a todos y no necesitaba el testimonio de nadie sobre un hombre, porque él sabía lo que hay dentro de cada hombre.