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Peter Jackson se despide de la Tierra Media con un 'Hobbit' espectacular.

Peter Jackson se despide de la Tierra Media con un 'Hobbit' espectacular

'El Hobbit: La batalla de los cinco ejércitos' pone fin a la trilogía
Y enlaza con la primera parte de 'El Señor de los anillos'

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Bilbo (Martin Freeman) con el anillo
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Ian McKellen vuelve a ser Gandalf el Gris
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Richard Armitage (Thorin) sufrirá la "fiebre del oro"
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Bardo (Luke Evans) y Legolas (Orlando Bloom)
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Peter Jackson estrena 'El Hobbit: La batalla de los cinco ejércitos'
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JESÚS JIMÉNEZ 17.12.2014 - 17:50h
Casi veinte años ha tardado Peter Jackson en finalizar su adaptación de El Hobbit y El Señor de los Anillos, de J.R.R. Tolkien. Y lo ha hecho de una forma espectacular porque, como pasaba con la anterior trilogía, el final de El Hobbit es la mejor de las tres, una superproducción modélica con un estupendo guión, unos personajes inolvidables y complejos, grandes actores, estupendos efectos especiales y batallas espectaculares. Y que encaja perfectamente con El Señor de los anillos, aunque para eso el neozelandés se haya tomado bastantes licencias. Pasará mucho tiempo antes de que se pueda repetir algo así.
Aunque personalmente sigo pensando que el libro podría haberse adaptado en dos películas, en vez de tres, y me hubiera gustado que las hubiese dirigido Guillermo del Toro (que se retiró del proyecto en 2010 aunque sigue siendo uno de los guionistas), simplemente para ver si nos aportaba otro punto de vista, porque creo que Jackson es el mejor director para este tipo de películas, pero después de la excelente trilogía de El Señor de los Anillos, El Hobbit no tiene la misma capacidad para sorprendernos.
Pero la saga de Jackson es la más importante del género fantástico de los últimos veinte años y será el rasero para las futuras películas de este tipo. Y, sinceramente, creo que costará superarla. Además, es más oscura que el libro original para que enlace mejor con la trilogía de El Señor de los Anillos.
En fin, El Hobbit: la batalla de los cinco ejércitos es, sin duda, la película más espectacular de este 2014. Se estrena este miércoles, 17 de diciembre.
Del Dragón a la batalla final
La película enlaza con el final de El hobbit: la desolación de Smaug, con el dragón preparándose para atacar la Ciudad del Lago mientras los enanos le disputan la Montaña Solitaria y su tesoro. Esta vez, Jackson se contiene y la muerte de Smaug es breve y espectacular, y nos deja con ganas de más, no como en la anterior entrega en la que su aparición estaba alargadísima. Destacar la poderosa interpretación de Benedict Cumberbatch (Sherlock Holmes), que pone la voz a Smaug el Terrible y a Sauron (Sin duda uno de los mejores actores del momento que este año es uno de los favoritos a las nominaciones a los Oscar por The imitation game)
Entonces Thorin, el Rey de los enanos, contrae la fiebre del oro y enloquece de avaricia, atrincherándose en la montaña y enfrentándose a los que deberían ser sus alíados, humanos y elfos. Por cierto que Thorin (Richard Armitage) es, posiblemente, el gran protagonista de esta película, en la que su personaje lucha contra la locura.
Atraídos por la muerte del dragón, los cinco ejércitos coinciden en la Ciudad del Lago para disputarse los innumerables tesoros que se ocultan en ella. La gran batalla está servida y no defraudará a nadie, casi cincuenta minutos de luchas espectaculares en las que veremos morir a algunos de los protagonistas.
Un gran director
Como decimos, nadie dirige este tipo de películas mejor que Peter Jackson, ya que combina a la perfección la descripción de personajes y la espectacularidad de las batallas. En esta ocasión incluso ha desarrollado nueva tecnología para que las cámaras se acerquen más a los protagonistas en medio de las refriegas (como si fueran reporteros de guerra) porque el director asegura que a pesar de esa espectacularidad, la gente se aburriría si no viese a los protagonistas en peligro cada treinta segundos.
Además, Jackson sigue con los cambios que ya introdujo en La desolación de Smaug, dando mayor protagonismo a los elfos Tauriel (Evangeline Lilly) y Legolas (Orlando Bloom) y a las peripecias de Gandalf (Ian Mckellen), que no salen en la novela. Y en el espectacular final también incluyen nuevas criaturas (además de orcos, trasgos, trolls...) que se las harán pasar canutas a los protagonistas.
Además, manejar ese fabuloso equipo de efectos especiales y maquillaje no debe ser nada fácil.
Un reparto de lujo
Otra de las grandes bazas de esta película es su excepcional reparto. Nadie se imagina a otro Gandalf que no sea Ian McKellen; Martin Freeman (Sherlock Holmes, Fargo) es mucho mejor actor que Elijah Wood y Richard Armitage (Thorin) y Luke Evans (Bardo) han salido de la experiencia convertidos en estrellas. Sin olvidar a otros grandes nombres como Cate Blanchett (Galadriel), Hugo Weaving (Elrond), Orlando Bloom (Legolas), Evangeline Lilly (Taurin), Benedict Cumberbatch (Smaug) Stephen Fry (Gobernador), Ian Holm (Bilbo Bolsón) y el mítico Christopher Lee (Saruman).
Lo que quizá echemos de menos en esta tercera parte es un villano de la envergadura de Sauron o Smaug, ya que los orcos no dan la talla.

Pero con todos esos elementos, Peter Jackson nos devuelve a la Tierra Media para vivir una de las mayores aventuras cinematográficas de todos los tiempos.Sin duda habrá un antes y un después de estas seis películas, que ya son parte de la historia del mejor cine. El mayor espectáculo cinematográfico.