Ábrele la puerta de la abundancia a Dios

Nosotros pensamos que sabemos lo que queremos, pero Dios quiere más para nosotros que eso. Pensamos que sabemos lo que es mejor para nosotros pero Dios tiene algo mejor en su mente- mucho mejor.

Con nuestras pequeñas imaginaciones, planeamos, visualizamos y luchamos por alcanzar aquello que pensamos que nos hará felices. La imaginación de Dios no tiene límites, y sin embargo con frecuencia pensamos que lo que Él quiere es contrario a lo que nos haría felices. Por lo tanto, con nuestras mentes diminutas y buscando nuestro beneficio propio nos llenamos de prejuicios acerca de lo que está bien y lo que está mal, racionalizamos lo que es inmoral y lo que es moralmente correcto y hacemos interpretaciones sesgadas acerca de lo que las Escrituras dicen que es la mejor manera de vivir.
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