Les pidieron que tradujeran un mensaje racista. Mira la reacción de estas personas. Les pidieron que tradujeran un mensaje racista. Mira la reacción de estas personas Franco Lanata Mundo en crisis | …Más
Les pidieron que tradujeran un mensaje racista. Mira la reacción de estas personas.
Les pidieron que tradujeran un mensaje racista. Mira la reacción de estas personas
Franco Lanata
Mundo en crisis | Valor de la vida humana | Videos
25/04/2015
446
Facebook
Twitter
Catholic-link.com.-
Una empresa lituana a través de este video da un poderoso mensaje contra elracismo. La situación inventada favorece a captarlo con mayor profundidad. Y es que las expresiones en los rostros y los gestos corporales traslucen aquello que surge en lo profundo de las personas implicadas. Se les pide traducir un mensaje racista puesto en la cuenta de Facebook de la persona que pide este favor. Un factor crucial en la situación es el hecho de estar cara a cara, entrecruzando miradas, persona frente a persona.
Inmersos en un mundo que muchas veces atenta contra la persona, estamos invitados a formar parte de un Cuerpo “de toda nación, raza, pueblo y lengua” (Ap 7, 9) y además hacerlo crecer día a día con nuestro testimonio y nuestro anuncio apostólico.
Cuando empiezan a descubrir el contenido del mensaje se conmueven y empiezan a buscar la manera de enfrentar la difícil situación. ¿Difícil? ¿No hablan inglés aquellos lituanos? Lo arduo parece ser pronunciar lo que no se piensa y además con esto herir a una persona. Hacer que se entere de algo donde “no hay información útil” para ella, según lo menciona una involucrada. Un deseo de evitar a la persona los golpes de una sociedad donde está presente el racismo, donde hay casos de injusticia y discriminación implícita o explícita, como en este caso. “¿Quién lo escribió?”, “¿lo conoces?”, se preguntan con sorpresa e indignación. Por lo mostrado, ninguno de los personajes comparte el mensaje que leen. Muchos se declaran incapaces de leerlo por su carácter humillante o porque es muy difícil decirlo mirándolo a los ojos, pero finalmente el mensaje se termina traduciendo. Frente a lo grotesco y agresivo del mensaje se cierra el video con la afirmación: “No sé qué decir. Me disculpo por esto personalmente. Este tipo de idiotas…no sé”.
Con respecto a la perplejidad ante el mal y los efectos del error y la confusión, la Iglesia habla al hombre a fin de iluminar su vida social con la luz recibida del Evangelio. Por medio de su Magisterio enseña que:
Creados a imagen del Dios único y dotados de una misma alma racional, todos los hombres poseen una misma naturaleza y un mismo origen. Rescatados por el sacrificio de Cristo, todos son llamados a participar en la misma bienaventuranza divina: todos gozan por tanto de una misma dignidad.
Catecismo de la Iglesia Católica, 1934.
Inmersos en un mundo que muchas veces atenta contra la persona, estamos invitados a formar parte de un Cuerpo “de toda nación, raza, pueblo y lengua” (Ap 7, 9), y además hacerlo crecer día a día con nuestro testimonio y nuestro anuncio apostólico, por eso es que debemos asumir la tarea de: “Superar y eliminar, como contraria al Plan de Dios, toda forma de discriminación en los derechos fundamentales de la persona, ya sea social o cultural, por motivos de sexo, raza, color, condición social, lengua o religión” (Gaudium et Spes 29, 2).
Les pidieron que tradujeran un mensaje racista. Mira la reacción de estas personas
Franco Lanata
Mundo en crisis | Valor de la vida humana | Videos
25/04/2015
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Catholic-link.com.-
Una empresa lituana a través de este video da un poderoso mensaje contra elracismo. La situación inventada favorece a captarlo con mayor profundidad. Y es que las expresiones en los rostros y los gestos corporales traslucen aquello que surge en lo profundo de las personas implicadas. Se les pide traducir un mensaje racista puesto en la cuenta de Facebook de la persona que pide este favor. Un factor crucial en la situación es el hecho de estar cara a cara, entrecruzando miradas, persona frente a persona.
Inmersos en un mundo que muchas veces atenta contra la persona, estamos invitados a formar parte de un Cuerpo “de toda nación, raza, pueblo y lengua” (Ap 7, 9) y además hacerlo crecer día a día con nuestro testimonio y nuestro anuncio apostólico.
Cuando empiezan a descubrir el contenido del mensaje se conmueven y empiezan a buscar la manera de enfrentar la difícil situación. ¿Difícil? ¿No hablan inglés aquellos lituanos? Lo arduo parece ser pronunciar lo que no se piensa y además con esto herir a una persona. Hacer que se entere de algo donde “no hay información útil” para ella, según lo menciona una involucrada. Un deseo de evitar a la persona los golpes de una sociedad donde está presente el racismo, donde hay casos de injusticia y discriminación implícita o explícita, como en este caso. “¿Quién lo escribió?”, “¿lo conoces?”, se preguntan con sorpresa e indignación. Por lo mostrado, ninguno de los personajes comparte el mensaje que leen. Muchos se declaran incapaces de leerlo por su carácter humillante o porque es muy difícil decirlo mirándolo a los ojos, pero finalmente el mensaje se termina traduciendo. Frente a lo grotesco y agresivo del mensaje se cierra el video con la afirmación: “No sé qué decir. Me disculpo por esto personalmente. Este tipo de idiotas…no sé”.
Con respecto a la perplejidad ante el mal y los efectos del error y la confusión, la Iglesia habla al hombre a fin de iluminar su vida social con la luz recibida del Evangelio. Por medio de su Magisterio enseña que:
Creados a imagen del Dios único y dotados de una misma alma racional, todos los hombres poseen una misma naturaleza y un mismo origen. Rescatados por el sacrificio de Cristo, todos son llamados a participar en la misma bienaventuranza divina: todos gozan por tanto de una misma dignidad.
Catecismo de la Iglesia Católica, 1934.
Inmersos en un mundo que muchas veces atenta contra la persona, estamos invitados a formar parte de un Cuerpo “de toda nación, raza, pueblo y lengua” (Ap 7, 9), y además hacerlo crecer día a día con nuestro testimonio y nuestro anuncio apostólico, por eso es que debemos asumir la tarea de: “Superar y eliminar, como contraria al Plan de Dios, toda forma de discriminación en los derechos fundamentales de la persona, ya sea social o cultural, por motivos de sexo, raza, color, condición social, lengua o religión” (Gaudium et Spes 29, 2).