Los Ordinarios católicos de Tierra Santa se preparan para el Sínodo.

Continúan los trabajos en Tierra Santa en preparación para el Sínodo de la Iglesia católica para Oriente Medio que se llevará a cabo en Roma del 10 al 24 de octubre. Sobre la base de los lineamenta, se está trabajando en el Instrumentum Laboris, que se entregó a los padres sinodales con ocasión de la peregrinación de Benedicto XVI a Chipre en mayo pasado. Durante los días pasados, los católicos Ordinarios de Tierra Santa, reunidos para su asamblea ordinaria, presentaron y reflexionaron varios temas que serán tratados en las diferentes intervenciones durante el Sínodo.

“La primera preparación es con la oración porque el Sínodo abraza a todos y son muchos temas complejos, como la renovación de la fe de los cristianos, la comunión entre las Iglesias Orientales, el diálogo ecuménico e interreligioso, la emigración de los cristianos, incluso con referencias a la cuestión política del conflicto en Oriente Medio y todos son puntos 'fuertes'”.

El Sínodo de la Iglesia católica para Oriente Medio contempla países árabes y no árabes y cubre una vasta área geográfica que va desde Egipto hasta Turquía, Irán e Israel, pasando por los países del Golfo; Irak, Líbano, Siria, Jordania, Palestina y Chipre. Por lo tanto, toca directa o indirectamente la realidad de 14 millones de cristianos que viven en medio a 330 millones de habitantes. El Sínodo para Oriente Medio se enfrentará con una situación compleja y diversificada.

“Llegamos con nuestras propuestas, con nuestros problemas, pero sabemos que nos toca a nosotros mismos remediar lo que falta. Con este encuentro tenemos descubiertos los puntos débiles, en dónde hay necesidad de trabajar, de coordinar con los diversos ritos, con muchos inmigrantes, con los trabajadores que se introducen en una dimensión mundial interreligiosa de diálogo...nos toca tomar de la mano más seriamente este trabajo. Y el mundo ciertamente se apoya en nosotros y ora por nosotros y por eso todo irá bien. Esperamos”.

El primer día de trabajos se concluyó con las vísperas solemnes en el Carmelo de Belén, con la participación de los institutos de vida consagrada de Tierra Santa. Un momento importante de oración por la intención especial del Sínodo y que se realizó a pocos metros de la Basílica de la Natividad. ¿Cuál será el futuro para los cristianos de Oriente Medio? “¡No teman, pequeño rebaño!”, con estas palabras concluye el texto del Instrumentum Laboris, del cual se percibe la preocupación por las dificultades del momento presente, pero al mismo tiempo, la esperanza fundada en la fe cristiana, en un futuro mejor, lleno de confianza filial en la Divina Providencia.