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Sin Misericordia.
Sin Misericordia: En su carta abierta el Obispo Rogelio llama a su destitución infundada y arbitraria. Cita: "A pesar de tanto discurso sobre el diálogo, la misericordia, la apertura, la descentralización, y el respeto por las Iglesias locales, no he tenido la oportunidad de hablar con el Papa Francisco, ni siquiera para aclarar una duda o una preocupación." Más de 60 graduados del seminario de Rogeglio se han convertido en sacerdotes en los últimos diez años. La diócesis también abrió un seminario menor y un instituto para la formación sacerdotal.
Gloria.TV News on the 29th of September 2014
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Fiel al Evangelio
facu fernandez27 de septiembre de 2014, 9:30
Hace, aproximadamente, un año y medio, muchos nos "agarramos la cabeza". Si bien estas cosas eran de esperarse, no por ello dejan de doler. Me parece muy esclarecedora la carta de Monseñor, y entre la tristeza reconforta el saber que aún hay clérigos dispuestos a denunciar la verdad, no por bronca, rencor u odio. Sino por amor a los fieles que, como …Más
facu fernandez27 de septiembre de 2014, 9:30
Hace, aproximadamente, un año y medio, muchos nos "agarramos la cabeza". Si bien estas cosas eran de esperarse, no por ello dejan de doler. Me parece muy esclarecedora la carta de Monseñor, y entre la tristeza reconforta el saber que aún hay clérigos dispuestos a denunciar la verdad, no por bronca, rencor u odio. Sino por amor a los fieles que, como Monseñor dice, son quienes pagan las consecuencias de estas decisiones despóticas, arbitrarias e ideologizadas: " (...) afirmo una vez más ante quien quiera escucharlo que la sustancia del caso ha sido una oposición y persecución ideológica (...)".

El velo comienza a correrse. Los hechos hablan para quien quiera observarlos. No nos regocija que los escasos obispos santos -y sanos- sean destituídos, mientras marxistas y homosexuales polulan. Los fieles que de corazón buscan a Dios quedan en tinieblas y sin rumbo, a la vera de pastores que sólo buscan apacentarse a sí mismos. Monseñor Livieres conoce sus ovejas, y de ellas dice: " (...) pueblo fiel que busca las fuentes de la fe de la vida espiritual, y no ideologías polítizadas y diluídas creencias que se acomodan a las opiniones reinantes (...) ". No me parecen estas palabras poéticas para un documento abierto, sino las de un corazón dolido por la Iglesia sangrante y por un rebaño abandonado.

Pero no, Monseñor. Usted sabe que el rebaño no es abandonado. Si la cabeza visible falla, debemos acudir con más ahínco a la Invisible. El Corazón de Cristo es el más herido por su esposa. Recemos, pues, con insistencia. Recemos en reparación. Recemos por la jerarquía y clero. Recemos con esperanza, que el infierno jamás prevalecerá. Recemos, y tal vez Monseñor Liviers venga a nuestra diócesis. Recemos, y tal vez apuremos la Parusía.

Que la Santísima Virgen nos ampara e interceda por nosotros.
2 más comentarios de Fiel al Evangelio
Fiel al Evangelio
Andrea Greco de Álvarez28 de septiembre de 2014, 7:48
Como dice Federico Mihura Seeber, el gran problema de la persecución de los últimos tiempos es que habrá perseguidos y mártires que no parecerán mártires porque quienes los persigan serán quienes deberían alentarlos en la fe...
El P. Alberto Ezcurra nos enseñaba que ante el martirio no podemos ser indiferentes:
"qué enorme diferencia hay …Más
Andrea Greco de Álvarez28 de septiembre de 2014, 7:48
Como dice Federico Mihura Seeber, el gran problema de la persecución de los últimos tiempos es que habrá perseguidos y mártires que no parecerán mártires porque quienes los persigan serán quienes deberían alentarlos en la fe...
El P. Alberto Ezcurra nos enseñaba que ante el martirio no podemos ser indiferentes:
"qué enorme diferencia hay entre la actitud que tenían los cristianos en los primeros siglos y la actitud que tenemos los cristianos en este siglo frente al problema del martirio, frente a la Iglesia que sufre. Con todo lo que yo he mencionado así, muy al pasar y sobre todos los que se podrían agregar otros datos; en nuestro siglo ha habido cientos de miles, de millones de mártires, es decir de cristianos católicos que han entregado su vida por Cristo y que la siguen entregando.
Existía, entonces, esa veneración, que encuentra la fuerza en el ejemplo de los mártires; que tiene lugar con las primeras canonizaciones. Después empezó a darse culto a los confesores, es decir a aquellos que habían defendido la fe y que por la fe habían sido encarcelados o perseguidos, pero que no habían llegado hasta el derramamiento de sangre. Y luego a las vírgenes y todas las otras especies de santos. Eso era en los primeros siglos, cuando se vivía bajo la persecución.
En nuestro siglo existe el silencio, existe la indiferencia. Los mártires, que dan testimonio en un mundo como el nuestro, en un mundo hecho a la trenza, hecho al compromiso, hecho a las medias tintas, hecho a la cobardía; en un mundo en el que las verdades duras se tratan de disimular o se tratan de ocultar, el testimonio es algo que duele, es algo que molesta, es algo que resulta incómodo. Y los mártires a veces se transforman en tipos molestos, como para Herodes era un tipo molesto Juan el Bautista que le echaba en cara: "no te es licito vivir con la mujer de tu hermano".
San Pablo decía, hablando que la Iglesia es el Cuerpo de Cristo: "Cuando un miembro sufre todos los otros miembros se preocupan" por ese miembro que está sufriendo. Es algo que comprobamos en nuestro propio cuerpo, si a uno le pisan el dedo gordo del pie inmediatamente todo tiende hacia ahí, las manos, la vista, todos se preocupan por el miembro. Y San Pablo lo aplicaba a la Iglesia como el Cuerpo Místico de Cristo. "¿Quién sufre que yo no sufra? ¿Quién se alegra que yo no me alegre?". Era alegrarse con aquellos que se alegran y sufrir con aquellos que sufren. La preocupación por todas las Iglesias tenía San Pablo. Y con los medios de comunicación de aquella época, desde una Iglesia hacían colectas para enviar a los cristianos que sufrían dificultades en otra Iglesia.
Existía ese sentido de cuerpo y, en ese cuerpo el miembro más delicado, el miembro sufriente; es el que merece mayor atención. Entonces debería ser algo verdaderamente escandaloso en nuestro tiempo esa ignorancia; ese silencio sobre la suerte de los mártires que al hacer que nos falte ese ejemplo nos crea un cristianismo flojo, un cristianismo cobarde, un cristianismo incapaz de dar la cara, de dar testimonio. No es que nos falte el ejemplo: lo silenciamos.
El cardenal Wyszynski de Polonia, al cual el Papa Juan Pablo II reconoce como su maestro, dijo una vez palabras muy duras sobre esto: "No existe la Iglesia del silencio", la Iglesia del silencio en los países ocupados por el comunismo, "no existe la Iglesia del silencio, lo que existe es la Iglesia de los sordos, la Iglesia de Occidente" (...)
El mártir, en un mundo de compromiso, en un mundo de cobardía, en un mundo de medias tintas se transforma en un tipo molesto".
Fiel al Evangelio
Gloria.TV News on the 29th of September 2014
@Gloria.TV News
''Nunca ha habido denuncias especifica contra el Obispo Rogeglio. Su seminario tenía alrededor de siete veces más seminaristas mucho más que el más grande que la Arquidiócesis de Buenos Aires. El Obispo Livieres es también de Argentina.Más
Gloria.TV News on the 29th of September 2014
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''Nunca ha habido denuncias especifica contra el Obispo Rogeglio. Su seminario tenía alrededor de siete veces más seminaristas mucho más que el más grande que la Arquidiócesis de Buenos Aires. El Obispo Livieres es también de Argentina.