Mensaje del 2 de mayo de 2014 en Medjugorje, Bosnia-Herzegovina
"Queridos hijos, Yo, su Madre, estoy con ustedes por su bien, por sus necesidades y por su conocimiento personal. El Padre celestial les ha dado la libertad de decidir por sí solos, y de conocer por sí solos. Yo deseo ayudarlos. Deseo ser su Madre, Maestra de la Verdad, para que con la simplicidad de un corazón abierto, conozcan la inconmensurable pureza y la luz que proviene de ella y que disipa las tinieblas, la luz que trae esperanza. Yo, hijos míos, comprendo sus dolores y sufrimientos. ¿Quién mejor que una Madre los podría comprender? ¿Y ustedes, hijos míos? Es pequeño el número de aquellos que me comprenden y que me siguen. Grande es el número de los extraviados, de aquellos que no han conocido aun la verdad en mi Hijo. Por lo tanto, apóstoles míos, oren y actúen. Lleven la luz y no pierdan la esperanza. Yo estoy con ustedes. De manera particular estoy con sus pastores: los amo y los protejo con un Corazón materno, porque ellos los conducen al Paraíso que Mi Hijo les ha prometido. ¡Les agradezco!"