ositomiron, entiendo tu postura, es difícil a veces aceptar alguna situación, y más cuando vemos que probablemente sea para toda la vida; seguir a nuestro Amado Jesucristo es difícil, mucho más si reconocemos y aceptamos en su totalidad Su palabra, como Él desea, porque no nos quiere tibios y en esto es terriblemente contundente.

No sólo eres tú, todos tenemos alguna cosa en nuestra vida que parece muchas veces hasta imposible que la podamos vencer, desde vicios cotidianos hasta situaciones que no podemos cambiar.

Hay muchas situaciones transitorias o permanentes que nosotros no decidimos, sin embargo debemos aceptarlas y tener en nuestra mente muy en claro que si queremos llamarnos hijos de Dios, debemos preguntarnos: ¿qué quiere Dios que yo haga con esto?

Acordémonos todos ositomirón, que Dios permanece, no cambia, los que cambiamos somos nosotros, y creemos que las cosas pueden ser a nuestra manera, allí es cuando se decide de qué bando quiere estar.

¿Qué nos pide El Amadísimo entonces? abrazar nuestra cruz, aceptarla con amor, aunque nos cueste muchísimo, porque reconocemos en ese momento que es pesada; pero entonces debemos aferrarnos con toda nuestra alma a los pies de la cruz de Jesús, pedirle misericordia para que Se digne dárnosla, darle gracias cada día por habernos permitido no caer, casi casi como hacen los alcohólicos y mañana despertaremos sabiendo que la batalla continúa.

Dios los bendice a todos.