Feliz Navidad...

es hora de ponernos en camino: como los pastores ¡vayamos a Belén! No se detenga nuestro caminar. Allí nos esperan María, José y el Niño (cf. Lc 2, 15-16). Contemplemos: No lo encontraremos en un palacio, sino en un establo. No lo contemplarán nuestros ojos envuelto en telas preciosas, sino en pobres pañales. Allí todo habla de pobreza, de humildad, de kénosi. Esa es la realidad profunda del misterio de la Encarnación del Hijo de Dios: siendo rico se hace pobre, siendo el primero se hace el último, siendo el Señor se hace el siervo (cf. 2Cor 8, 9). Finalmente Dios abraza nuestra condición, hace suya la suerte de los últimos, no busca la grandeza humana, busca simplemente la solidaridad total con el hombre. Dios se hace hombre con todas las consecuencias. Es precisamente así como él se ha convertido en nuestro Salvador y Redentor
Fuente: De la Misa de media noche
Curia general OFM, 24 de diciembre 2009
Fr. José Rodríguez Carballo, ofm – Ministro general

Dios nos dé la gracia de ser humildes... y más cuando nos acercamos a recibir el Santísimo Cuerpo y la Sagrada Sangre de Nuestro Dios y Señor Jesucristo.

Oremos siempre y sin cansancio por los Sacerdotes, sobre todo por aquellos que tienen grandes dudas en cuanto a la fe, por aquellos que están siendo fuertemente tentados e incluso celebran la Santa Misa sin creer verdaderamente en en lo que celebran. Oremos por aquellos que enseñan su doctrina "propia", y que en muchas ocasiones contrarían la doctrina del Iglesia... Oremos por todos los sacerdotes, religiosos y religiosas que, viviendo en la Casa de Dios... teniéndolo en nuestros conventos, monasterios y templos, nos "acostumbramos" tanto a su Presencia Eucarística que incluso a veces pasa inadvertida, y pasamos ante el sagrario sin una reverencia, sin arrodillarnos, sin mirarlo si quiera. Que Dios nos ayude a recuperar la Fe y ser coherentes.