Francis Insists Protestant Tony Palmer be “Buried as a Bishop” He Receives Catholic Requiem Mass

EL GRAN CASTIGO: LA TERCERA CARTA DE NUESTRA SEÑORA DE FÁTIMA

La Iglesia ha dado permiso de revelar a los fieles el MENSAJE DE LA SANTÍSIMA VIRGEN MARÍA, en Fátima. Ella se apareció a tres niños el día 13 de octubre de 1917; esto está comprobado como verdadero. De los tres niños videntes, vive solo Lucía quien es monja y vive en Portugal; esta Hermana entregó el MENSAJE o PROFECÍA al Papa Pío XII. Cuando el Papa leyó la PROFECIA, estaba temblando, al enterarse de lo que entonces se le estaba revelando. El Papa guardó el mensaje y no lo dió a conocer. Después de su muerte el Papa Juan XXIII decidió que ese mensaje debería guardarse en secreto; y no quise revelarlo pensando que podría surgir, como efecto, un grande miedo en los oyentes. Después de la muerte del Papa Juan XXIII, el Vaticano preguntó al Papa Paulo VI acerca del MENSAJE de la Santísima Virgen; al leerlo el Papa se preocupó muchísimo por su contenido y dio a conocer solo una parte de el. Esto sucedió en el año de 1963; y lo hizo porque el tiempo se está acortando, ya que Nuestra Señora de Fátima dijo a Sor Lucía: "Ve, hija mía, y dí al mundo las cosas que pasarán entre los años 1950 y 2000".

"El hombre no está poniendo en práctica los mandamientos que Dios Nuestro Señor nos ha dado. El demonio está gobernando el mundo y haciendo que las gentes se odien entre sí, en lugar de amarse. Fabricarán armas que podrán destruir el mundo en minutos. La mitad de la humanidad será destruida; duros tiempos vendrán para la Iglesia. El mal vivirá entre los hombres y el demonio plantará la semilla del odio y, así, muy pocas personas se llevarán bien con su prójimo. Mucha gente perderá la Fe. La guerra se emprenderá contra Roma y habrá conflicto entre las Ordenes Religiosas. El débil y lo bueno caerán. Dios permitirá que fenómenos naturales como el frío, el humo, el granizo, el fuego, la lluvia, el tiempo inclemente y los terremotos, poco a poco destruyan la tierra. Los que mueran serán los que no creen en Nuestro Señor: esa es la gente que solo se complace en las cosas materiales, y millones de ellos perderán la vida en segundos; y los que sobrevivirán, desearán haber muerto. La clase de castigo que está frente a nosotros en la tierra, es inimaginable y definitivamente vendrá. El Señor está llamando a todos para que vengan hacia mi hijo Jesucristo; Dios ofrece ayuda a todos".

El P. AGUSTIN - de Roma - que está en Fátima, de que el P. Paulo le ha dado permiso de visitar a la Hermana LUCIA, y dice que ella lo recibió muy tristemente y le dijo: "Padre, Nuestra Señora está muy triste porque nadie ha tomado interés en su profecía de 1917: los buenos están teniendo que caminar con sacrificación por un camino estrecho, mientras los malos están caminando por un camino ancho que los lleva directamente a su destrucción. Créame, padre, el castigo vendrá muy pronto, muchas almas se perderán y muchas naciones desaparecerán de la faz de la tierra. En medio de todo esto, si el hombre reflexiona, se hace bueno, reza y hace buenas acciones el mundo podrá ser salvado; en caso contrario: si el hombre insiste en la maldad, el mundo se perderá para siempre. Ha llegado el tiempo para empezar a rezar, a hacer penitencia y a pasar el MENSAJE de Nuestra Señora, a sus familias, amigos y al mundo entero. Estamos cerca del último día de plazo y la gran catástrofe se aproxima. Debido a esta catástrofe, muchos regresarán a los brazos de nuestra Iglesia Católica: regresará Inglaterra, Rusia, China; también muchos protestantes y judíos se convertirán y creerán en Dios, Nuestro Señor, en su hijo Jesucristo y en la Santísima Virgen María.

¿QUÉ NOS ESPERA?

"Por todas partes se habla de paz y tranquilidad, pero el castigo vendrá. Un hombre en puesto muy alto, será asesinado y esto provocará la guerra. Será una guerra fría; una armada poderosa caminará a través de Europa y la guerra atómica comenzará; esa guerra destruirá todo. La obscuridad caerá sobre la tierra durante 72 horas, y la tercera parte de la humanidad que sobrevivirá a esa oscuridad, empezará a vivir una nueva era y los sobrevivientes serán buenas personas. En una noche muy fría, diez minutos antes de la media noche, un gran terremoto sacudirá la tierra por espacio de 8 horas. Esta será la tercera señal de que Dios es quien gobierna la tierra. Los buenos y los que propaguen el MENSAJE o PROFECÍA de la Virgen no deberán tener miedo.

¿QUÉ HACER?

"Arrodillense y pidan perdón a Dios. Cuando comiencen las tinieblas, nadie salga fuera de su casa ni deje a alguien extraño que entre a la propia. Solo lo bueno no estará en poder del mal y sobrevivirá a la catástrofe".

Para que ustedes se preparen y pueden permanecer vivos como hijos míos que son, les daré estas señales: la noche será muy fría, el viento soplará muy fuerte y, poco tiempo después, la tierra comenzará a temblar. En sus casas cierren todas las ventanas; no sean curiosos, porque no deben ver la ira del Señor. Enciendan una vela bendita, pues ninguna otra luz encenderá por tres días.

Arrodillense frente a la Cruz de Cristo y recen el rosario. Después de cada Ave María, digan: "Oh Dios perdona nuestros pecados; salvanos del fuego del infierno y llévanos al cielo. Ten piedad especialmente de las almas más necesitadas de tu misericordia. Virgen María, protégenos, nosotros te amamos. Sálvanos, salva al mundo". Di cinco veces el Credo.

"El rosario es el secreto de mi corazón inmaculado". La Santísima Virgen María repitió tres veces: "Yo deseo que todos los fieles vayan a la Iglesia cada primer sábado y cada primer viernes de mes; que se confiesen y, así, ayuden a salvar al mundo de una destrucción total. Yo les recuerdo otra vez: todo el que rece todos los días y humildemente el rosario de María, alcanzará la protección del Cielo. A la hora del castigo y a la hora de la propia muerte, Ella le asistirá para que viva y muera en completa paz. Cuando la tierra deje de temblar, morirán solo aquellos que todavía no crean. El viento traerá gas y lo regará por todas partes y entonces, saldrá el sol. Nuestra sobrevivencia al castigo depende de nuestra fidelidad al Señor. Recemos para que tengamos un puesto en el Cielo: el puesto que han dejado libre los Ángeles que han caído. Debemos entender por que Dios permite que pase todo esto".

La Santísima Virgen se ha valido de su instrumento (Sor Lucía) para que al fin sea revelado y conocido por el mundo el tercer Secreto de Fátima, supuestamente con el permiso del Vaticano. Pero ¿por qué no lo ha hecho al Santo Padre personalmente? No lo comprendemos, aunque por nuestra parte no tenemos nada que objetar; pues nosotros (criaturas humanas) nunca podremos llegar a comprender los designios del Señor.
El documento nos ha llegado vía U.S.A., y la persona que nos lo ha enviado ofrece las máximas garantías a juicio de este Secretario General.

Discípulos de los Apóstoles de los Últimos Tiempos

APOSTOLES MARIANOS DE LOS ULTIMOS TIEMPOS

Mis Misioneros serán los Apóstoles de los últimos tiempos; predicarán el Evangelio de Jesucristo en toda su pureza por toda la tierra.

Tendrán un celo infatigable, predicarán la reforma de los corazones, la penitencia y la observancia de la Ley de Dios; predicarán respecto a la necesidad de la oración, sobre el desprecio de las cosas de la tierra, sobre la muerte, el juicio, el paraíso y el infierno, sobre la vida, la muerte y la resurección de Jesucristo. Fortalecerán a los hombres en la fé, a fin de que cuando llegue el demonio, un gran número de éstos no sea engañado.

VIVAN LOS CORAZONES SAGRADOS DE JESÚS Y MARIA!!!!!

"I told you I was cordially imparting my blessing. Since many of you are not members of the Catholic Church, and others are not believers, I cordially give this blessing silently, to each of you, respecting the conscience of each, but in the knowledge that each of you is a child of God. May God bless you!" Address of Francis To Representatives of the Communications Media Saturday, 16 March 2013
"The supremacy of the supernatural is replaced with the supremacy of the natural; the supremacy of the law of God is replaced by the supremacy of man’s conscience; while the supremacy of the Kingdom of God and eternal life is replaced by the supremacy of this world and human life, with the goal of achieving a sort of paradise of earth". Msgr. Villa’s Paul

On Heaven and Earth, pp. 12-13 Francis says he respects atheists and
doesn’t try to convert them: “I do not approach the relationship in order to
proselytize, or convert the atheist; I respect him… nor would I say that his
life is condemned, because I am convinced that I do not have the right to
make a judgment about the honesty of that person… every man is the image
of God, whether he is a believer or not. For that reason alone everyone has
a series of virtues, qualities, and a greatness of his own.”

The “Lethal System” of Religious Indifferentism

The Popes throughout the centuries, and especially since the time of the French Revolution, condemned the false notion that non-Catholics need not convert to the Catholic Church for salvation. Here we will recount the teaching of four consecutive Popes against religious indifferentism – a series of magisterial statements that reflect true continuity with perennial Catholic teaching. We quote solemn pronouncements from Popes Leo XII, Pius VIII, Gregory XVI and Blessed Pius IX.
Religious indifferentism is one of the many reasons for the Papal condemnations of Freemasonry, since Masonry places all religions on the same plain. Pope Leo XII taught in his inaugural Encyclical, Ubi Primum:

“A certain sect, certainly known to you, [Freemasonry] and wrongfully arrogating the name of philosophy for itself has stirred up from the ashes the disorganized collections of almost all the errors. ... it teaches that ample liberty has been granted by God to every man to join any sect or to adopt any opinion which may be pleasing to him according to his own private judgment, without any danger to his salvation ... it would be really impossible for the completely truthful God, who is Sovereign Truth itself, the best and most wise Provider, and Rewarder of the good, to approve of all sects that are teaching dogmas that are false and frequently opposed and contradictory to one another and to bestow eternal rewards upon the men who join these sects ...”[23]

Pope Pius VIII forcefully condemned this error in the encyclical Traditi humilati nostrae:

“And this is the lethal system of religious indifferentism, which is repudiated by the light of natural reason itself. In this light we are warned that, among many religions which disagree with one another, when one is true, anther must necessarily be false, and we are further admonished that there can be no association with light and darkness. Against these repeaters of ancient errors, the people must be assured, Venerable Brethren, that the profession of the Catholic Faith is alone the true one, since the Apostle tells us that there is one Lord and one baptism. As Jerome says, the man who eats the Lamb outside of this house is profane, and the man who is not in the ark of Noah is going to perish in the deluge. Neither is there any other name apart form the Name of Jesus give to men by which we must be saved. He who believes will be saved, and he who shall not have believed will be condemned.”[24]

Pope Gregory XVI likewise condemned this error in his Mirari vos arbitramur:

“Now we come to another very fertile cause of the evils by which, we are sorry to see, the contemporary Church being afflicted. This is indifferentism, or that wicked opinion which has grown up on all sides through the deceit of evil men. According to this opinion, the eternal salvation of the soul can be attained by any kind of profession of faith, as long as a man’s morals are in line with the standard of justice and honesty. You must drive out from the people entrusted to your care this most deplorable error on a matter so obviously important and so completely clear. For, since the Apostle has warned that there is one God, one faith, one baptism, those who pretend that the way to [eternal] beatitude starts from any religion at all should be afraid and should seriously think over the fact that, according to the testimony of the Savior Himself, they are against Christ because they are not for Christ; and that they are miserably scattering because they are not gathering with Him; and that consequently, they are most certainly going to perish forever, unless they hold the Catholic faith and keep it whole and inviolate”.[25]

Pope Gregory XVI here is restating the essential truth contained in the 4th Century Athanasian Creed, thus demonstrating the continuity of Catholic truth throughout the ages. The Creed begins:

“Whosoever wishes to be saved must, first of all, hold the Catholic faith, which, unless a man shall have held it whole and inviolate, he will most certainly perish forever.”

It concludes:

“This is the Catholic faith, which unless a man shall have believed it faithfully and firmly, he cannot be saved.”
www.cfnews.org/…/tony_palmer_req…