alfre1240
300

«La vida gay y la magia ritual no me hicieron feliz; Cristo, en cambio, sí»

El pasado 24 de agosto, Daniel Talavante, un joven de 33 años originario de un pueblo de Guadalajara y que vive en Madrid publicó en su cuenta de Facebook el detallado testimonio de su relación con la Iglesia y con los sentimientos homosexuales.

El testimonio, valiente, meditado y argumentado, no se ha difundido mucho en esas primeras semanas: en Facebook solo 2 personas lo reenviaron, 50 lo aprobaron con un like y quince agradecieron su honestidad y coraje con un comentario. Ahora Daniel ha dado permiso a ReligionEnLibertad para publicarlo íntegro.

***
Lo importante no es combatir, lo importante es mi relación con Cristo que es el que me hace ser feliz

24 de agosto a las 14:49

Mi nombre es Daniel, tengo 33 años. Muchos de los amigos de Facebook son amigos reales, otros son conocidos y otros sólo curiosos. Los primeros me conocen casi todos, los segundos y terceros no tanto.

Últimamente se habla mucho de ideología de género y de identidad sexual y se persigue a ciertos obispos y cristianos por expresar públicamente aquello en lo que creen, tachándoles de homófobos, retrógrados o queriendo hacernos creer que son únicos en su especie y que nada tienen que ver con el verdadero cristianismo.

He de decir que yo también soy lo que llamarían homosexual, es decir, que me atraen los hombres desde que tengo uso de memoria, primero sintiendo atracción también por las mujeres y poco a poco, a medida que me decantaba por una práctica homosexual, debilitando ese sentimiento mientras crecía más intensamente el homosexual.

Y soy católico, enamorado de la Iglesia y con una experiencia de Jesucristo en mi vida, vivo y resucitado, que nadie me la puede quitar. Aunque no lo he sido toda mi vida.

Una familia sin experiencia de fe firme

He crecido en una familia donde la fe era más tradicional que otra cosa, no había una verdadera experiencia de Jesucristo, no se hablaba de él, ni nada de eso. La Iglesia, pensaba, era un negocio muy bien montado y los curas, obispos y el Papa, unos señores muy listos que se enriquecían gracias a la ignorancia de la gente.

He pasado por varios estadios en mi vida, de una fe infantil a no creer en nada, de no creer en nada a entregarme a la brujería y las prácticas adivinatorias, experiencias extrasensoriales, visiones, etc., y de ahí a meterme de lleno en la invocación de espíritus y la magia ritual (sí, la de las pelis, con pentáculos dibujados en el suelo, varitas, inciensos, espadas y fantasmas flotando en el aire).

Dios te quiere tal como eres, le dijeron

A los 15 años tuve mi primera experiencia de Jesucristo cuando me invitaron a unas catequesis en una parroquia que no conocía y unos hombres (que no eran curas) me dijeron que Dios me quería tal y como yo era y que no se había olvidado de mí, sino que me llamaba a vivir y relacionarme con él y ser feliz.

¿Cómo me podía querer, a mí, Dios? Yo, que tenía una vida totalmente distinta a la de los demás. Sin unos padres normales (pues los míos se separaron cuando yo tenía 3 años), sin poder crecer junto a mi hermano y siendo un hipócrita que daba la apariencia de buen chaval pero luego hacía cosas "despreciables socialmente", aunque nadie las viera.

Algo en mí quiso creerse aquel anuncio y así empecé mi andadura cristiana. Aunque mientras tanto, continué con mis prácticas espiritistas, mágicas y brujeriles.

Hasta los 18 años, entre que crecí en un pueblo de Guadalajara y que luego me vine a Madrid donde tenía que dar la apariencia de un chico responsable y estudioso, jamás manifesté abiertamente este sentimiento homosexual, salvo veladamente en mi privacidad.

ReL
27 septiembre 2016

VER COMPLETO: www.religionenlibertad.com/vida-gay-magia-…