jamacor
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Lo que piensa el mundo sobre la infidelidad en el matrimonio y una respuesta desde la fe

Cuando termino de ver este tipo de videos, no me queda muy claro qué postura tomar. ¿Estoy de acuerdo o no? Si bien encuentro que ninguna de las cosas que dice el video es mentira, en el conjunto hay …Más
Cuando termino de ver este tipo de videos, no me queda muy claro qué postura tomar. ¿Estoy de acuerdo o no? Si bien encuentro que ninguna de las cosas que dice el video es mentira, en el conjunto hay algo que no me cierra. Como si hubiera un alerta inconsciente que me dijera: «está bien, pero está mal».
Como la lógica me indica que no hay nada que pueda ser y no ser al mismo tiempo y bajo el mismo respecto, traté de definir dónde estaba el error, entonces me propuse ir identificando dónde están las verdades, para ver si el error se deja ver por sí mismo. Y además, le pedí al Espíritu Santo que me ilumine, porque no parecía ser cosa sencilla. Y esto es lo que puedo reflexionar:
1. Es verdad: los humanos somos todos muy diferentes, especialmente si comparamos hombre y mujer y llegamos al matrimonio con expectativas diferentes. Eso puede llegar a generar conflictos.
2. Es cierto, necesitamos distintas dosis de cercanía / lejanía. No sé si lo llamaría así, más bien sería distintos niveles …Más
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¿Qué es un tálamo?
Mucha gente ya no conoce el significado de este término tan importante. Saben todos lo que es una cama. Casi todos lo que es un catre. Y muy pocos lo que es el tálamo nupcial.
Hay catres que son verdaderos tálamos. Hay camas que, por lujosas que sean, no superan la categoría de camastros.
La dignidad de lecho no se mide por la calidad de los materiales ni por la condición …Más
¿Qué es un tálamo?
Mucha gente ya no conoce el significado de este término tan importante. Saben todos lo que es una cama. Casi todos lo que es un catre. Y muy pocos lo que es el tálamo nupcial.
Hay catres que son verdaderos tálamos. Hay camas que, por lujosas que sean, no superan la categoría de camastros.

La dignidad de lecho no se mide por la calidad de los materiales ni por la condición social de quienes duermen en él.

Todo lecho es digno porque alberga los sueños y el reposo de la persona.
Pero cuando el lecho custodia los sueños del matrimonio se convierte en tálamo o, con la expresión fuerte de san Josemaría, en el altar en donde se consuma el amor de los esposos.

Hubo una vez, hace ya muchos siglos atrás, que las celebraciones nupciales se realizaban alrededor del tálamo. Allí era conducida la esposa en procesión festiva. Allí los esposos recibían la bendición nupcial, proclamada por el padre de familia o por el sacerdote o representante religioso.

Llevamos muchos siglos en que el tálamo ha dejado de ser un elemento clave de la celebración nupcial.

Recordar cómo fueron las cosas en otras épocas nos puede ayudar a mantener viva esa relación entre la cama y el altar simbolizada por el tálamo. El hombre y la mujer -hoy conviene subrayarlo- en el abrazo conyugal son una sola carne, testimonian el amor y la fecundidad de Dios que se derrama por todo el orbe.

Las relaciones prematrimoniales y las prácticas anticonceptivas mancillan las camas y las convierten en camastros o catres de amancebamiento.
¿Son fuertes estas palabras?
Sí. Las pronuncio con la esperanza de que no ofendan a nadie, porque no pueden juzgarse nunca las intenciones de las personas.

Si no hay verdadera entrega esponsal, el lecho alberga dos egoísmos. La cama se convierte en un catre.
Si la hay, los esposos lo convierten en un altar. La cama matrimonial es el tálamo del sacrificio grato a Dios.