El misterio de Pentecostés, en presencia de María

Hagamos conocer y amar a María

Esta irrupción de la divina Trinidad en el alma es el misterio insondable de Pentecostés. Este misterio se desarrolla junto a María, alrededor de María, en la presencia de María, con María.

Esta habitación de la Trinidad divina en ella, María la comunicará a los Apóstoles, y a través de ellos, a todas las almas que querrán seguir a Cristo. Todo lo que sucedió el día de la Ascensión, María lo guardó en su corazón. Instruida por el ejemplo de su Hijo, María comprendió la voluntad del Padre en ella.

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Hágase tu voluntad": el fiat de la Anunciación, el fiat de la Cruz llevó a María al Día de la Ascensión.

Jesús desapareció de sus ojos carnales y es un misterio de separación que se debe vivir; un desprendimiento más puro y más perfecto que todo lo que ha vivido hasta entonces. María no duda un momento. Más bien se apresura nuevamente para reunir a los Apóstoles.

Eventos tan confusos podrían haberlos dispersado una vez más; pero María es quien contempla. Ella ve, más allá de las apariencias.

Marie–Benoîte Angot
En Adorer avec Marie, Ediciones le Sarment, p. 81