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No os canséis de rezar por Leah hasta que vuelva

No os canséis de rezar por Leah hasta que vuelva

María Arratíbel, el 18.01.19 a las 4:15 PM

(Información de Ayuda a la Iglesia Necesitada - ACN) Nigeria, el país más poblado de África, viene siendo azotado por dos frentes de islamistas radicales. Las milicias de Boko Haram han causado más de 20.000 muertos desde 2009, además de provocar una catástrofe humanitaria que se cuenta en dos millones de refugiados y millones de personas que dependen de la ayuda humanitaria. Han secuestrado a miles de jóvenes y mujeres, que han sido esclavizados o reclutados para las milicias y los atentados terroristas. Actualmente más de 2000 personas siguen secuestradas. Los cautivos son obligados a convertirse, a casarse con militantes y los que se niegan sufren una violencia extrema.

El otro frente de muerte está a cargo de los pastores musulmanes fulani, que han provocado también miles de muertes, atacando con especial saña a los agricultores cristianos.

Estos dos conflictos afectan principalmente al norte de un país que, por otra parte, es todavía un ejemplo de buena convivencia y respeto entre las diferentes religiones, un país en el que -a pesar de la persecución (¿o quizás “gracias” a ella?)- los seminarios están llenos.

Entre esos más de 2000 cautivos de Boko Haram y desde su secuestro en febrero de 2018, Leah Sharibu es para los cristianos de todo el mundo un testimonio impresionante de fidelidad a Jesucristo.

La madre de Leah Sharibu
, la niña nigeriana retenida por Boko Haram hace casi diez meses, pide a la comunidad mundial “no os canséis de rezar por ella, hasta que vuelva».

Leah de 15 años,fue secuestrada junto con otras 110 alumnas cuando Boko Haram irrumpió el 19 de febrero de 2018 en un internado de la ciudad de Dapchi, en la diocesis de Maidiguri del noreste de Nigeria. Un mes después, algunas de las niñas murieron en cautiverio y todas las demás fueron liberadas, excepto Leah. Las que fueron liberadas declararon que Leah era la única cristiana del grupo y los terroristas la habían obligado a convertirse al islam, pero ella se había negado.

La madre de Leah, Rebeca, ha pedido que continúen las oraciones por Leah: «Sé que en todo el mundo los fieles están orando y abogando por la liberación de mi hija, pero hasta ahora no he visto a mi Leah. Quiero suplicar a los cristianos: no os canséis de rezar por ella hasta que vuelva».

Su negativa a apostatarde su fe en Cristo ha hecho que su padre, Nathan, se sienta conmovido por el testimonio de su hija: «La confianza y la fe de mi hija me ha hecho darme cuenta de que he estado viviendo bajo el mismo techo con una admirable discípula de Cristo,su testimonio de que nunca renunciará a Cristo incluso ante la muerte en manos de Boko Haram, me hacen sentirme orgulloso por su fuerte fe en el Señor».

En octubre, el grupo terrorista publicó un vídeo amenazando con mantener a Leah como «esclava de por vida».

Mons. Ignatius Kaigama, arzobispo de Jos, también ha sumado su voz a la petición de la madre de Leah durante su visita a Malta para el lanzamiento del Informe sobre la Libertad Religiosa en el Mundohace unas semanas. El prelado hizo un fuerte llamado a la oración por todas las personas en manos de los terroristas: «Invito a todos vosotros a rezar por Leah y por todos aquellos que están cautivos por negarse a renunciar a la fe. Ella eligió seguir siendo cristiana incluso ante la posibilidad de la muerte. Leah destaca por su valentía en la preservación de su fe e identidad cristiana. Tenemos que rezar por todas las personas retenidas, traumatizadas y en gran peligro en manos de los terroristas».

…añadiría yo que tenemos que rezar por todos los cristianos que sufren discriminación o persecución para que Dios les dé la gracia necesaria para perseverar y ser fieles. Porque es Dios y no otro quien concede la fe, la perseverancia, el martirio si fuera Su voluntad.

Por eso nos permitimos afirmar a veces que los perseguidos son nuestra esperanza. Porque ellos son testigos de la fidelidad de Dios, de su misma existencia.

No nos servirán de nada estos testimonios, no habremos entendido nada, si nos quedamos en nuestro rincón del sofá murmurando que nosotros no somos así, que ellos son más valientes…¡¡oremos también para que Dios nos dé a nosotros más fe, que nos regale la perseverancia, el martirio si fuera necesario!!

Quien lo ha perdido todo menos la fe está en el lugar ideal para el encuentro con Dios: la absoluta pobreza. ¿Les conté de aquel refugiado iraquí que daba las gracias al Estado Islámico, después de haberlo perdido todo, porque ahora tenía más fe? Olvidemos esas seguridades que nos apartan tantas veces de la verdadera fuente de la gracia, descendamos a nuestra pobreza, a ese rincón del alma donde no hay adorno posible para nuestras limitaciones y pecados y, desde allí, digamos por y con los perseguidos: ¡¡¡En Vos confío!!!

1Cuando el Señor cambió la suerte de Sión,
nos parecía soñar:
2la boca se nos llenaba de risas,
la lengua de cantares.

Hasta los gentiles decían:
«El Señor ha estado grande con ellos».
3El Señor ha estado grande con nosotros,
y estamos alegres.

4Que el Señor cambie nuestra suerte,
como los torrentes del Negueb.
5Los que sembraban con lágrimas,
cosechan entre cantares.
6Al ir, iba llorando,
llevando la semilla;
al volver, vuelve cantando,
trayendo sus gavillas.