¿Una señal de que el mundo tiene que acercarse más a la Eucaristía?

Un gigantesco círculo blanco ha aparecido en un río que atraviesa una ciudad de EEUU. La causa es un remolino que se forma en las aguas y que va agrupando trocitos de hielo trazando una forma circular. No es infrecuente que se formen, pero este es muy grande y por eso ha saltado a los noticiarios de todo el mundo.

La causa es natural, por supuesto, pero de la misma forma que un pintor no pinta con el dedo sino con un pincel, también Dios puede usar a veces mecanismos naturales para hablarnos. ¿Será este fenómeno viral un mensaje? Si no lo fuera, por lo menos será bien hallado si nos sirve para recordar que Jesús nos espera en la Sagrada Forma cada día.