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Instituto Juan Pablo II. La trama, el mandante, el asesino

Por Sandro Magister

Cambiado el nombre, reescritos los estatutos, sustituidos los profesores, rehecho el ordenamiento de los estudios. Con el papa Francisco un auténtico terremoto ha embestido al Pontificio Instituto Juan Pablo II para Estudios sobre el Matrimonio y la Familia – ésta es la denominación originaria – fundado por el papa Karol Wojtyla en los primeros años de su pontificado y confiado inicialmente por él a la guía de Carlo Caffarra, teólogo de gran competencia en la materia y futuro cardenal.
En el post anterior, Settimo Cielo puso en evidencia la motivada revuelta de numerosos estudiantes y de tantos profesores titulares contra esta revolución, revuelta que ha llegado a un punto de no retorno después del apoyo público dado por el papa emérito Benedicto XVI al más autorizado de los purgados, el ex presidente del Instituto, Livio Melina:
> Instituto Juan Pablo II. La revuelta de los profesores tiene un maestro, Ratzinger
magister.blogautore.espresso.repubblica.it/…/instituto-juan-…

Pero es improbable que Francisco vuelva sobre sus pasos. Se deduce esto a partir de la implacable determinación con la que puso en acción el cambio, con una maniobra planificada desde hace años y ejecutada totalmente desde arriba, puesta en obra por su más que obediente ejecutor Vincenzo Paglia, el arzobispo colocado por el Papa a la cabeza del Instituto con el título de Gran Canciller.
En comparación con Paglia, el rol del actual presidente del Instituto, Pierangelo Sequeri – teólogo milanés de reconocido valor inexplicablemente adaptado a esta tarea – parece evanescente, vacilante y totalmente subordinado, como se puede intuir de la cronología de los hechos de estos últimos dos años, puntualmente reconstruida por la vaticanista estadounidense Diane Montagna para LifeSite News y reproducida poco más abajo en esta página.
La cronología se inicia a partir del nombramiento de Paglia como Gran Canciller, en agosto del 2016, y del Motu Proprio con el que al año siguiente el papa Francisco cambió el nombre – y en perspectiva la esencia – del Instituto.
Pero hay un “antes” que es indispensable recordar, si se quiere también entender mejor cómo la ofensiva contra el Instituto creado por Juan Pablo II ha partido desde los inicios del pontificado de Jorge Mario Bergoglio.
Es un “antes” que tiene dos elementos reveladores.

El primer elemento revelador es la lista de los participantes en la primera sesión del Sínodo sobre la Familia, en el 2014. Donde estuvo totalmente ausente algún representante del Instituto que, teóricamente, habría tenido que ser actor de primer nivel.
Atención. Tal ausencia no se produjo solamente en la lista de los participantes por derecho al Sínodo, delegados de las conferencias episcopales y jefes de curia, sino también en la de los invitados por Francisco. Signo que ya entonces estaba signada en la mente del Papa la suerte del Instituto, en paralelo con el resultado predeterminado que él quería imprimir al Sínodo, destinado a dar vía libre a la comunión eucarística para los divorciados que se han vuelto a casar.
No es casualidad que entre los cuatros cardenales que después del Sínodo expusieron al papa Francisco sus “dubia” sobre el fundamento doctrinal de ese resultado, estaba precisamente Carlo Caffarra, el hombre símbolo de la historia del Instituto.
En cuanto al segundo elemento revelador, éste se identifica con monseñor Paglia y su creciente proximidad al papa Francisco.
Cuando Bergoglio fue elegido Papa, en el 2013, Paglia era desde un año antes presidente del Pontificio Consejo para la Familia, promovido en ese cargo por Benedicto XVI con uno de los nombramientos más imprevistos de su pontificado.
Paglia era miembro destacado de la Comunidad de San Egidio y había sido desde el 2000 obispo de Terni, donde ciertamente no había sacado a la luz, en la administración de los bienes terrenales, la sabiduría del “pater familias”.
La confirmación llegó en el largo y detallado comunicado de adiós del penúltimo presidente del IOR, el alemán Ernst von Freyberg, en el momento de dejar su cargo en julio del 2014.
Para explicar la magra utilidad neta del balance del IOR respecto al año 2013, de apenas 2,9 millones de euros contra los 86,6 millones de beneficios del año anterior, von Freyberg señaló que el IOR había tenido que poner en el balance también “la depreciación de 3,2 millones de euros para un apoyo financiero concedido a la diócesis de Terni”.
La referencia era al crack de la diócesis, acontecido cuando Paglia era su obispo. La diócesis fue intervenida y el IOR debió cubrir por una buena mitad los otros 20 millones de déficit.
Pero como miembro de primerísimo nivel de la Comunidad de San Egidio tampoco Paglia había brillado por su capacidad en materia de familia.
Para arrojar una luz sombría sobre lo que sucedió, en materia de familia y de matrimonio, detrás de la luminosa fachada de la Comunidad de San Egidio, hubo en el 2003 un pedido de nulidad del propio matrimonio enviado al tribunal diocesano de Roma por un miembro de 25 años de la Comunidad, casado con una mujer que era también miembro de la misma.
Al pedido de nulidad aquél le adjuntó un memorial, en el que documentó no sólo cómo fue casado “por coacción”, sino también cómo su caso formaba parte de un sistema autoritario más general que imperaba en la Comunidad de San Egidio y que se imponía a los novios y a los matrimonios que eran miembros en distintos niveles.
El memorial fue publicado en este servicio de www.chiesa:
> Venticinque anni nella comunità di Sant'Egidio. Un memoriale
chiesa.espresso.repubblica.it/articolo/1335746.html

El tribunal diocesano de Roma aceptó el pedido y en su sentencia definitiva decretó que era nulo ese matrimonio “por coacción”.
Pero milagrosamente, nada de todo esto dañó la carrera de Paglia, todavía más en ascenso bajo el pontificado de Francisco, quien a mitad de agosto del 2016 lo nombró precisamente Gran Canciller del Pontificio Instituto Juan Pablo II para Estudios sobre Matrimonio y Familia, con la orden de cambiarlo desde sus fundamentos.
Y ésta es la continuación de la historia.

CRONOLOGÍA DE LOS EVENTOS RELACIONADOS CON EL PONTIFICIO INSTITUTO JUAN PABLO II
(por Diane Montagna, para LifeSite News del 20 agosto de 2019)


15 de agosto de 2016
El papa Francisco nombra al arzobispo Vincenzo Paglia como Gran Canciller del Instituto Juan Pablo II para los Estudios sobre el Matrimonio y la Familia. Monseñor Pierangelo Sequeri es nombrado posteriormente presidente del Instituto.

8 de setiembre de 2017
El papa Francisco publica el Motu Proprio "Summa familiae cura", haciendo cesar la existencia del Pontificio Instituto Juan Pablo II para los Estudios sobre el Matrimonio y la Familia, sustituyéndolo con el "Pontificio Instituto Teológico Juan Pablo II para las Ciencias del Matrimonio y de la Familia ". El Motu Proprio afirma que los viejos estatutos siguen siendo válidos hasta la institucionalización de nuevos estatutos.
El documento es publicado pocos días después de la muerte del cardenal Carlo Caffarra. Al considerarlo el principal experto de la Iglesia en materia de matrimonio y familia desde hace décadas, el papa Juan Pablo II le había conferido precisamente al cardenal Caffarra, en 1981, el mandato de fundar el Pontificio Instituto Juan Pablo II para los Estudios sobre el Matrimonio y la Familia.
La creación del Instituto debía ser anunciada por el Santo Padre en la audiencia del miércoles 13 de mayo de 1981. Pero a causa del intentado asesinato del papa Juan Pablo II, la Constitución Apostólica de la fundación del Instituto, "Magnum matrimonii sacramentum", fue entonces promulgada el 7 de octubre de 1982, fiesta de la Virgen del Rosario. En esa ocasión el Instituto fue confiado en modo especial al cuidado de la Santísima Virgen María, bajo el título de Nuestra Señora de Fátima.

18 de setiembre de 2017
Durante una reunión del Consejo del Instituto, en Roma, el arzobispo Paglia y el presidente Sequeri aseguran a los profesores que los nuevos estatutos serán elaborados junto con el Consejo central.

6 de junio de 2018
Durante una reunión en Roma del Consejo Central del Instituto (compuesto por profesores titulares, por algunos representantes de profesores no titulares, por el presidente y por el secretario general), el presidente Pierangelo Sequeri, obrando en base a instrucciones del arzobispo Paglia, presenta a la discusión los nuevos estatutos, cuyo texto ningún miembro del Consejo Central había visto antes. Una de las implicancias inmediatas de estos estatutos es que todos los profesores serían inmediatamente suspendidos. El estatuto sugiere además una reducción neta del trabajo colegiado de los profesores.
Todos los profesores protestan inmediatamente, con respeto pero enérgicamente, afirmando que esos estatutos son inaceptables y pidiendo que el Consejo Central colabore con la redacción de nuevos estatutos que estén en continuidad, es decir, desarrollados orgánicamente, con los anteriores estatutos establecidos por el papa Juan Pablo II al fundar en 1982 el Instituto.

20 de febrero de 2019
El presidente Pierangelo Sequeri pide a todos los profesores del Instituto Juan Pablo II que le envíen propuestas de cursos para el próximo año académico 2019-2020, con la intención de establecer el orden de los estudios para el año académico 2019-2020.

Fines de marzo de 2019
Nuevos estatutos sobre los que había trabajado desde el 2018, durante diez meses, un comité en colaboración con el presidente Sequeri, son presentados al arzobispo Paglia, quien había sido informado en cada fase del proceso. El presidente Sequeri había dicho muchas veces a los profesores que sus propuestas de estatuto habían sido tomadas en consideración.

10 de abril de 2019
Monseñor Sequeri declara al Consejo central reunido en Roma que el proyecto de estatuto preparado por la comisión será enviado a las secciones internacionales, de tal modo que puedan, a su vez, enviar eventuales correcciones o sugerencias a la sección romana, antes que el Consejo de Instituto internacional (un consejo internacional con el resto de las secciones convocado por fines de junio) apruebe el proyecto definitivo para presentar a la Congregación vaticana para la Educación Católica.
Pero después no hubo tal aprobación por parte del Consejo de Instituto internacional. Es posible que el presidente Sequeri, obrando por indicación de sus superiores, haya pensado que así debía suceder.

15 de mayo de 2019
Monseñor Sequeri afirma en otra reunión llevada a cabo en Roma por el Consejo central que el Consejo de Instituto internacional habría sido el primer interlocutor para la consulta sobre los nuevos estatutos, consulta que en realidad jamás existió.

20 de mayo de 2019
Los profesores de Roma reciben una carta con las asignaciones de los cursos para el año académico 2019-2020, aprobados por monseñor Sequeri y por el arzobispo Paglia, para todos los programas ofrecidos en el Instituto. Los programas incluyen, además de la licenciatura y el doctorado, un máster en estudios sobre el matrimonio y la familia, en bioética, en sexualidad y fertilidad (en italiano y en francés), en consejería familiar, en pastoral familiar, más un curso breve sola la formación permanente de los sacerdotes.

27 de mayo de 2019
Se publica el opúsculo con el listado de todos los programas ofrecidos en el Instituto, con los nombres de los profesores asignados para enseñar en cada curso. El opúsculo especifica que la inscripción a los cursos para el año académico 2019-2020 comenzará en junio del 2019. El opúsculo incluye también un laboratorio de psicología para sacerdotes que debería ser lanzado en noviembre (ver el opúsculo on line).

1 de junio del 2019
Se abren las inscripciones a los cursos para el año académico 2019-2020 (ver el orden de los estudios, p. 187, disponible on line).
Siempre en los primeros días de junio del 2019, las presentaciones de los cursos para los masters y los programas de licenciatura (que pueden ser visualizados respectivamente aquí y aquí) están disponibles on line. Allí se pueden ver las materias específicas que monseñor Melina, el profesor Grygiel y otros profesores del Instituto Juan Pablo II han tenido el encargo de enseñar durante el año académico 2019-2020.

18 de julio de 2019
El diario vaticano “L’Osservatore Romano” publica un artículo que anuncia que los nuevos estatutos para el Instituto Juan Pablo II han sido aprobados por el Gran Canciller, el arzobispo Vincenzo Paglia, y por la Congregación para la Educación Católica. Los profesores del Instituto Juan Pablo II no habían sido informados de la aprobación de los nuevos estatutos y llegaron a su conocimiento a través de los medios de comunicación. El texto del estatuto no fue proporcionado a “L’Osservatore Romano”.

22 de julio de 2019
Todos los profesores del Instituto Juan Pablo II reciben una carta de suspensión de la enseñanza en el Instituto. Reciben también por primera vez una copia de los nuevos estatutos, sólo para constatar que los “nuevos” estatutos han integrado muchos puntos que monseñor Sequeri les había presentado, por mandado del arzobispo Paglia, en junio del 2018, pero que los profesores habían rechazado. Durante doce meses, entonces, han sido inducidos a creer que también ellos habrían contribuido a la redacción de los nuevos estatutos, pero en realidad esto no sucedió jamás.
El presidente Sequeri declara nuevamente y en forma pública que los nuevos estatutos están “en continuidad” con los establecidos bajo la autoridad del papa Juan Pablo II en 1982. Además, monseñor Sequeri afirma públicamente: "La aprobación de los estatutos y del ordenamiento de los estudios es el resultado de un proceso trienal y de un diálogo llevado a cabo en la sede del Instituto con las 12 oficinas periféricas y los centros asociados y con la Congregación para para Educación Católica".
Pero los profesores están en fuerte desacuerdo.
En efecto, el nuevo ordenamiento de los estudios suspende a todos y a cinco de los programas del master, junto al curso sobre la formación permanente de los sacerdotes.
Los únicos programas que permanecen vigentes del ordenamiento original de los estudios aprobado por el Gran Canciller Paglia y por el presidente Sequeri a fines de mayo del 2019 son la licenciatura y el doctorado.

23 de julio de 2019
Monseñor Livio Melina y el profesor José Noriega reciben una carta de cese de su enseñanza en el nuevo Instituto, sobre las siguientes bases:
- A monseñor Melina se le dice que la cátedra de teología moral fundamental, instituida por voluntad del papa Juan Pablo II y asumida por primera vez por el cardenal Carlo Caffarra, ha sido eliminada.
- Al profesor se le dice que su cargo de superior general de su Congregación religiosa es incompatible con la de profesor titular en el nuevo Instituto.

Ni monseñor Melina ni el profesor Noriega no recibieron ninguna comunicación preventiva en mérito a esos motivos y, por lo tanto, no han tenido la posibilidad de defenderse o discutir la decisión del Gran Canciller.

24 de julio y días posteriores
Otros siete profesores reciben una carta de despido de sus cargos de docentes. Son Stanislaw Grygiel, Maria Luisa Di Pietro, Monika Grygiel, Vittorina Marini, Jaroslaw Kupczak, Sergio Belardinelli y Przemyslaw Kwiatkowski.
A algunos se les dice que sus cursos han sido eliminados por motivos económicos. A algunos se les dice también que el Instituto espera ofrecerles un ciclo de cursos en el futuro, pero a los mismos profesores no se les dice que conservan sus cargos en el nuevo Instituto.

Publicado originalmente en italiano el 27 de agosto de 2019, en magister.blogautore.espresso.repubblica.it/…/istituto-giovan…

Traducción al español por: José Arturo Quarracino
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