¿Otro homosexual? Nuevo sustituto del Vaticano, Edgar Peña Parra, en agua caliente
El arzobispo Edgar Peña Parra, seleccionado especialmente por el papa Francisco, comenzará el 15 de octubre como sustituto de la Secretaría de Estado del Vaticano.
Pero la semana pasada un informe de 25 páginas fue enviado por correo a algunos cardenales del Vaticano, firmado por “Laicos de la arquidiócesis de Maracaibo”, la arquidiócesis venezolana de origen de Peña.
El 12 de octubre se le dio acceso casi inmediatamente a la revista italiana pro-Francisco pero anti-Iglesia, L’Espresso, al informe por parte del Partido pro-Bergoglio, con la finalidad de quebrar la historia (12 de octubre), desacreditar el informe [con un artículo escrito descuidadamente] y publicarlo el viernes, para disminuir su efecto.
Peña comenzó sus estudios en el seminario a fines de los años 1970s, en San Cristóbal, de donde fue expulsado después del tercer año por razones disciplinarias. Su arzobispo le dio una segunda oportunidad y siguió en el seminario de Caracas, donde los informes sobre él fueron buenos.
El informe contiene cartas fotocopiadas del arzobispo Domingo Roa Pérez (+2000), quien ordenó a Peña en agosto de 1985.
En una de ellas Roa escribe que él recibió un informe anónimo inmediatamente antes que Peña fuera ordenado diácono. El informe decía que Peña fue expulsado del seminario de San Cristóbal porque era un “homosexual [activo]”.
Roa escribe que la carta anónima explicaba que esta información nunca le llegó, porque un sacerdote de la arquidiócesis de San Cristóbal falsificó el informe que le presentaron a él (Roa) [San Cristóbal es solamente una diócesis].
L’Espresso sabe con certeza que el papa Francisco puso a un lado las denuncias contra Peña, al considerarlas como “otro ataque contra él (Francisco)” que proviene del “frente conservador”. Francisco tiene un historial de ignorar los abusos homosexuales en la Iglesia.
Peña es un “amigo muy íntimo” del cardenal de Tegucigalpa, Rodríguez Maradiaga, y de su ex obispo auxiliar Juan José Pineda, quien está sospechado de ser un homosexual activo. Desde el 2003 al 2007 Peña trabajó como consejero de la nunciatura de Tegucigalpa.
En su declaración de agosto, el denunciante arzobispo Viganò escribe que “como delegado para las representaciones pontificias recibí información preocupante sobre [Peña]”.
Imagen: Edgar Peña Parra, © wikicommons, CC BY-SA, #newsCxlwmqutit
Pero la semana pasada un informe de 25 páginas fue enviado por correo a algunos cardenales del Vaticano, firmado por “Laicos de la arquidiócesis de Maracaibo”, la arquidiócesis venezolana de origen de Peña.
El 12 de octubre se le dio acceso casi inmediatamente a la revista italiana pro-Francisco pero anti-Iglesia, L’Espresso, al informe por parte del Partido pro-Bergoglio, con la finalidad de quebrar la historia (12 de octubre), desacreditar el informe [con un artículo escrito descuidadamente] y publicarlo el viernes, para disminuir su efecto.
Peña comenzó sus estudios en el seminario a fines de los años 1970s, en San Cristóbal, de donde fue expulsado después del tercer año por razones disciplinarias. Su arzobispo le dio una segunda oportunidad y siguió en el seminario de Caracas, donde los informes sobre él fueron buenos.
El informe contiene cartas fotocopiadas del arzobispo Domingo Roa Pérez (+2000), quien ordenó a Peña en agosto de 1985.
En una de ellas Roa escribe que él recibió un informe anónimo inmediatamente antes que Peña fuera ordenado diácono. El informe decía que Peña fue expulsado del seminario de San Cristóbal porque era un “homosexual [activo]”.
Roa escribe que la carta anónima explicaba que esta información nunca le llegó, porque un sacerdote de la arquidiócesis de San Cristóbal falsificó el informe que le presentaron a él (Roa) [San Cristóbal es solamente una diócesis].
L’Espresso sabe con certeza que el papa Francisco puso a un lado las denuncias contra Peña, al considerarlas como “otro ataque contra él (Francisco)” que proviene del “frente conservador”. Francisco tiene un historial de ignorar los abusos homosexuales en la Iglesia.
Peña es un “amigo muy íntimo” del cardenal de Tegucigalpa, Rodríguez Maradiaga, y de su ex obispo auxiliar Juan José Pineda, quien está sospechado de ser un homosexual activo. Desde el 2003 al 2007 Peña trabajó como consejero de la nunciatura de Tegucigalpa.
En su declaración de agosto, el denunciante arzobispo Viganò escribe que “como delegado para las representaciones pontificias recibí información preocupante sobre [Peña]”.
Imagen: Edgar Peña Parra, © wikicommons, CC BY-SA, #newsCxlwmqutit