Los enemigos de la fe

Pocos entienden lo que viven por dentro los enemigos de la fe. Nuestra respuesta debe partir del amor y la oración.
Quiero pedir un poco de compasión hacia aquellos que atacan a la Iglesia Católica:

* Tienen por jefe a un tirano, condenado para toda la eternidad, cargado del odio que no se apaga.

* Les toca maltratar su inteligencia cada día negando lo que es cierto, y forzándose a creer mentiras.

* Cada vez que el corazón quiere compadecerse de un bebé no nacido, les toca estrangular esa compasión.

* Saben que un día se convertirán en uno de esos ancianos estorbosos que ellos mismos quieren eliminar ahora.

* No se les oculta que serán responsables de la destrucción de millones de hogares, y saben bien que no podrán transferir su responsabilidad a otros.

* Les toca huir de la certeza de morir, a través de todo tipo de juegos mentales, o de adicciones, sedativos, o una espantosa banalización.

* No pueden dejar de presentir que la única pregunta relevante se les va quedando sin respuesta: se llama JESUCRISTO.
Por favor: mucha oración y sincera misericordia para quienes se vuelven contra nosotros.

Fray Nelson Medina

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eucarandal

22 ago 2017

De echo me cuesta mucho entender lo que dices, jeje.
Lo que viven por dentro los enemigos de la fé?
Amor, oración y compasión?
Se bien que te refieres a el amor al prójimo, y a los enemigos. Ese punto de La Enseñanza del Evangelio de Nuestro Señor que tanto me cuesta comprender, tanto como que solo lo admito con la boca pequeña. En realidad mi gran bocaza se revela y no lo admite.
Creo que sí lo entiendo porqué yo estuve ahí. Lo que hay que entender es que no lo hacen por odio, sino por amor!!. Amor a su idea de un mundo feliz. Son enemigos de la fé porque piensan que esta no es sino el mal, el odio, el enemigo del mundo feliz que en sus mentes quisieran construir. Para implantar en las mentes esa idea del mundo feliz en la tierra, tienen que desterrar primero el mundo feliz en el cielo. Para ser dios-humano hay que eliminar a Dios. Solo así. La gran literatura de todos los tiempos está plagada de esa lucha. El hombre que quiere ser Dios.

No creo que se le deba combatir "solo" con amor, oración y comprensión.
Naturalmente esto es solo una opinión.