Bottega
1595

Reformado o degenerado?

Luego del duelo en que mató a un rival de amores, su compañero de clase Jerome Buntz... Lutero se refugió en el seminario para evitar la ley.

Cansado de vivir una vida honorable buscó una excusa para acabar con aquella “prisión”.
"Preferiría haber sido adúltero, homicida, rufián y salteador de caminos antes que sacerdote"

Así nació el mito que la decadencia moral de la Iglesia, bajo los Papas renacentistas, había llegado a un extremo intolerable y Lutero seria el “salvador”.
«Yo no impugno las malas costumbres, sino las doctrinas impías».
«Yo no impugné las inmoralidades y los abusos, sino la sustancia y la doctrina del Papado».
«Entre nosotros, la vida es mala, como entre los papistas; pero no les acusamos de inmoralidad», sino de errores doctrinales.
“Por eso, aunque el papa fuese tan santo como san Pedro, lo tendríamos por impío y nos rebelaríamos contra él.”

Lutero arrasó la Biblia, dejándola a merced del libre examen, abrogándose el derecho de falsificarla.

Enfermo de un estreñimiento crónico, confesaría luego que sus “teofanías” las “alcanzaba” cuando lograba dar del cuerpo.

Así el llamado “Papa del Elba” escribió un libro llamado “Sobre el papado de Roma fundado por el diablo”. Desconociendo el origen sobrenatural de la iglesia, el primado de Pedro escogido directamente por el mesías, la biblia, la tradición y los milagros hechos por Dios en Su iglesia durante los 1517 años de historia previa a la Herejía protestante.


Eliminó el divino sacrificio de la Eucaristía, convirtiéndolo en un “compartir”.
Eliminó el culto a la Virgen y a los santos, los votos, la vida religiosa, la tradición e historia de la iglesia.
Eliminó los sacramentos dejando solo el bautismo.


Acuño el concepto de “servo arbitrio”, contra el «libre albedrío» la libertad libre la cambió por predestinación, dejando al hombre sin voluntad de hacer el bien. Afirmando que el hombre no es libre, ya no son necesarias las buenas obras para la salvación. La “tesis” “Sé un pecador y peca fuerte pero deja que tu fe sea más fuerte”, es la base de la “tesis” “sola fides”.

Eliminó los mandamientos, las obras, los dones, la humildad, dejando la soberbia como modelo, lo único que dejó son los “carismas” «No admito que Mi doctrina pueda juzgarla nadie, Ni aun los Ángeles. Quien no escuche mi doctrina no puede salvarse».

«¿Cuántos maestros distintos surgirán en el siglo próximo? La confusión llegará al colmo». «siete veces peores que antes. Después de predicar nuestra doctrina, los hombres se entregaron al robo, a la impostura, a la crápula, a la embriaguez y a toda clase de vicios. Expulsamos un demonio y vinieron siete peores».
«Al sedicioso hay que abatirlo, estrangularlo y matarlo privada o públicamente, pues nada hay más venenoso, perjudicial y diabólico que un promotor de sediciones, de igual manera que hay que matar a un perro rabioso, porque, si no acabas con él, acabará él contigo y con todo el país».


Lutero a los 42 años se va a vivir con una monja de 26 y tiene 6 hijos con ella.
Instauró el divorcio y la poligamia cuando Felipe de Hessen, gran landgrave, obtuvo de la “iglesia” de Lutero y Melanchton, la licencia de casarse con una segunda esposa en 1540, alegando el precedente de los antiguos Patriarcas judíos.

Enemigo de las imágenes, la destrucción de las iglesias, -lo que acabo con parte del patrimonio cultural y arquitectónico del norte de Europa-, y la quema libros, desencadena una guerra atroz en toda Europa, la guerra de los ochenta años, luego vendría la guerra de los 30 años y así sucesivamente contra el Cristianismo.

En sus conversaciones con el pastor Güben, ocurrida en el año 1551:

«Nos dijo que, cuando estaba prisionero, el diablo lo había malvadamente atormentado y que había reído de todo corazón cuando él (Lutero) tomó en su mano un cuchillo, diciéndole: “¡Ve adelante! ¡Suicídate!” (…). Esto me ha ocurrido muy a menudo, tanto como para ponerme en la mano un cuchillo… y que pensamientos malvados me venían a la mente de tal modo, de manera de no poder ya rezar»

Este ataque espiritual lo llevo finalmente al suicidio que ocurrió así:

«Martín Lutero, la noche antes de su muerte, se dejó vencer por su habitual intemperancia y en tal exceso que fuimos obligados a llevarlo, completamente alcoholizado, y colocarlo en su lecho. Luego, nos retiramos a nuestra cámara, ¡sin presentir nada desagradable! A la mañana siguiente, volvimos junto a nuestro señor para ayudarlo a vestirse, como de costumbre. Entonces – ¡oh, qué dolor! – ¡vimos a nuestro señor Martín colgando del lecho y estrangulado miserablemente! Tenía la boca torcida, la parte derecha del rostro negra, el cuello rojo y deforme» Ambrosio Kudtfeld, un testigo y hombre de confianza del “reformador”

apostolesdemaria
Interesante.