El Padre Pío y los francmasones
“Nunca te avergüences de Cristo y de su doctrina.
Este es el tiempo de pelear a cara descubierta”. P. Pío.
“- ¿Qué? ¿Tú aquí? ¿Tú que eres francmasón?” exclamó el Padre Pío en el momento de fijar los ojos en el recién llegado.
– Si, Padre,” Dijo César.
– ¿Y cuál es tu intención como francmasón?
– Pelear en contra de la Iglesia y su punto de vista político.”
El P. Pío sonrió, tomó su mano y con extrema amabilidad empezó a contarle la historia del Hijo Pródigo. Ese mismo día, César cayó de rodillas ante el P. Pío e hizo su confesión, la primera en 25 años. A la mañana siguiente recibió la Santa Comunión.
>>Seguir leyendo>>
Este es el tiempo de pelear a cara descubierta”. P. Pío.
“- ¿Qué? ¿Tú aquí? ¿Tú que eres francmasón?” exclamó el Padre Pío en el momento de fijar los ojos en el recién llegado.
– Si, Padre,” Dijo César.
– ¿Y cuál es tu intención como francmasón?
– Pelear en contra de la Iglesia y su punto de vista político.”
El P. Pío sonrió, tomó su mano y con extrema amabilidad empezó a contarle la historia del Hijo Pródigo. Ese mismo día, César cayó de rodillas ante el P. Pío e hizo su confesión, la primera en 25 años. A la mañana siguiente recibió la Santa Comunión.
>>Seguir leyendo>>