MAYO CON MARÍA: Día 21: ¡Acuérdate de mí!
En él se cumplió la sentencia bíblica: «Si te dedicas a servir a Dios, prepárate a la tentación, porque la tendrás». (Ecl. 2).
Le llegó una tentación horrible que le hacía muy amarga la vida. Llevaba semanas y semanas sufriendo este ataque desesperante del Enemigo y un día se detuvo frente a un cuadro de la Virgen y le dijo con toda el alma:
«Santa María, Madre de Dios, acuérdate de mí».
En ese momento sintió como que una nube oscura se alejaba de su mente, y la tentación desapareció.
Ya San Bernardo decía: «Cuando sientas que el asesino gavilán de la tentación anda revoloteando a tu alrededor para matar la paz de tu alma, elévate rápido con la oración y refúgiate entre las manos de la Madre Santísima y el corazón del Hijo de Dios. Allí estarás a salvo».
Ahora puedes seguir hablando a María con tus palabras, comentándole algo de lo que has leído.
Después termina con la oración final.
ORACIÓN FINAL
¡OH SEÑORA MÍA, Oh Madre mía! Yo me ofrezco enteramente a ti; y en prueba de mi amor de hijo te consagro en este día mis ojos, mis oídos, mi lengua, mi corazón; en una palabra, todo mi ser. Ya que soy todo tuyo, Madre buena, guárdame y defiéndeme como cosa y posesión tuya. Amén