Scott Hahn pide que se excomulgue a los clérigos depredadores sexuales

El autor converso lamenta que se les "castigue" reduciéndoles al estado laical, como si se pusieran al nivel de los laicos.
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El Scott Hahn, el apologista católico, autor y profesor de la Universidad Franciscana de Steubenville, ha declarado que los sacerdotes condenados por abusos sexuales no deben ser apartados del sacerdocio, sino que deben ser excomulgados. Parecía referirse al ex cardenal McCarrick, sin mencionar directamente su nombre.

A principios de esta semana, Hahn ha dicho a los participantes en la Conferencia sobre una Auténtica Reforma Católica organizada por el Instituto Napa en Washington DC, que la excomunión es una «medicina dura» que, en última instancia, busca el bien del castigado. También ha dicho que los llamamientos para que el ex cardenal depredador sexual Theodore McCarrick sea «reducido al estado laico» indican desprecio hacia el laicado.

Lo que Hahn, cuya conferencia llevaba el título de «Llamada universal a la santidad», estaba diciendo a la audiencia es que los laicos, no menos que el clero, están llamados a ser santos.

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«Lo que hizo que prestara atención a esto es un prelado, sobre el que todos hemos leído, que ha sido condenando y que luego, básicamente, sólo se ha visto obligado a renunciar a su cardenalato», observó Hahn durante su discurso en la Conferencia.

«¿Y por qué? Porque era un depredador. También animó a otros depredadores”, añadió. “También fue un protector. Y entonces, ¿qué es lo que han dicho? «Ya no puede ser un cardenal». Y la gente dice: «Esto no es suficiente». Entonces, ¿qué debemos hacer para castigarlo? ‘¡Apartadlo del sacerdocio!’ ¿Y qué implica esto?».

«Reducirle al nivel de los laicos», dijo respondiendo a su propia pregunta. «Pensadlo. ¿Qué implica eso? ¿Qué piensa la gente sobre el laicado? Que si tú eres un prelado, un depredador, un fomentador de depredadores y un protector, y eres atrapado … ¡Boom! No puedes ser parte del clero y ¡tienes que estar al nivel de los laicos!».

«¡Vaya con la llamada universal a la santidad!», exclamó.

El ex cardenal Theodore McCarrick fue destituido del ministerio público en junio, después de que se hiciera pública una creíble acusación de que había abusado sexualmente de un monaguillo. Siguieron otras denuncias de abusos de niños y jóvenes. En julio, después de que las instituciones católicas se apresuraron a distanciarse del otrora poderoso prelado, McCarrick renunció al Colegio de Cardenales. Más tarde, en agosto, el arzobispo Carlo Maria Viganò, ex nuncio papal en los EE.UU., dio a conocer un testimonio en el que alegaba que el Papa Francisco, a pesar de tener conocimiento de la desagradable reputación de McCarrick, le convirtió en «uno de sus principales agentes en el gobierno de la Iglesia».

Haciéndose eco de una conferencia anterior, Hahn señaló que San Pablo prescribe la «medicina dura» de la excomunión en su Primera Carta a los Corintios (1 Corintios 5, 1-5). En este pasaje, San Pablo condena la inmoralidad sexual de un miembro de la comunidad y aconseja a la comunidad desterrar al hombre: «Reunidos vosotros en el nombre de nuestro Señor Jesús… [entreguéis] al que ha hecho eso en m anos de Satanás para destrucción de la carne, a fin de que el espíritu se salve en el día del Señor».

El punto de excomulgar a «este hombre inmoral» no es «para vengarse» o ni para «purificar a la Iglesia», sino para «la salvación del hombre», dijo Hahn. E hizo referencia a la Segunda Carta a los Corintios (2 Corintios 2, 1-9) para señalar el «resultado de esta excomunión». El pecador sinceramente arrepentido puede ser acogido de nuevo con alegría, «porque ese era todo el punto» del castigo.

Hahn exhortó a sus oyentes a que no se centraran exclusivamente en los pecados del clero -«es fácil para nosotros odiar los pecados del clero»-, sino también a desarrollar un «desprecio sagrado» por los pecados que «más se cometen y más se disfrutan y más se racionalizan, porque son los pecados que causan más daño”, no solo a quienes los cometen, sino también a la Iglesia y sus familias.

Sin embargo, el profesor volvió brevemente al tema del pecado del clero para señalar que, aunque el sexo entre clérigos y adultos que consienten no es un delito, es un pecado mortal.

«Incluso es más que pecado mortal, es una profanación», afirmó Hahn, «porque se profana esa paternidad sobrenatural de una manera que es espiritualmente incestuosa, así como también sodomítica».

Afirmó que «era increíble» que las personas que estaban ante esos pecados se preguntaran si McCarrick debería ser simplemente despojado del cardenalato o también ser reducido al estado laico.

Hahn cree que tenemos una crisis que eclipsa la Reforma de hace 500 años y que se parece más a los tres reinados escandalosos de Benedicto IX, el primer papa en la historia en ser acusado de sodomía, hace casi mil años.

Al decir que los laicos deben tomar en serio la llamada universal a la santidad, Hahn los animó a asumir la responsabilidad de cambiar las cosas que se pueden cambiar. Pero, además de investigar al clero, los laicos necesitan vivir una vida sacramental.

La clave para esto es la confesión, cuidar constantemente el matrimonio y ser un buen padre. Hahn enfatizó que ser un buen padre implica tener un amor paternal más que maternal, un amor que acepta a los niños por lo que son, pero que además los anima a hacer mejor las cosas.

Citando a un profesor de sus días de estudiante, Hahn dijo que la cultura se transformaría «si los católicos simplemente vivieran el sacramento del matrimonio».

 Publicado por Dorothy Cummings McLean en LifeSiteNews; traducido por Pablo Rostán para InfoVaticana.

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Comentarios
18 comentarios en “Scott Hahn pide que se excomulgue a los clérigos depredadores sexuales
  1. No estoy para nada de acuerdo con la idea de que la crisis actual que tiene que ver con la homosexualidad eclipsa la Reforma Protestante. Ésta era mucho más grave porque ponía en entredicho la misma estructura sacramental de la Iglesia, que a su vez debilita la doctrina esencial de la encarnación y la redención. No es que Lutero haya negado la encarnación, pero su rechazó de 5 de los siente sacramentos y de hecho reducía el bautismo a un mero testimonio de la fe fiducial, y redujo la Eucaristía a una mera memoria rechazando la verdadera doctrina del sacrificio de la misa y la transubstanciación, todo eso sostenido untánimamente por la totalidad de los Padres de la Iglesia y la Tradicion entera. Lutero pensaba que Dios no era capaz de justificar a fondo al hombre de manera que según él permanecía en el pecado. Además, negó que el hombre tenga libre albedrío. Me extraña que Hahn haya dicho lo que dijo, habiendo sido protestante.

  2. Sí, San Pablo pidió excomunión para un pecador inmoral menos grave que la sodomía, pero está crisis es peor que la de Lutero porque la protestantización afecta a jerarquía.
    En el siglo XVI teníamos a un papa en su sitio.

    1. Qué pesadez, oye. Los Sacramentos Novus Ordo son perfectamente válidos y legítimos. Y, quien no lo crea así, no está en comunión con la Iglesia. Ya está bien de saltarse el Magisterio, leñe.

  3. Cuando se presentó Novus Ordo en 1969, su definición era de «santa comunidad». Pero eso no es la definición de la misa, advirtieron algunos, como Ottaviani. Entonces dejaron todo igual, pero cambiaron la definición. O sea, tú vas a inscribir a un hotel, y te dicen que no puede ser, que allí va un convento. Entonces tú dices al funcionario del ayuntamiento, «pues bueno, dejen los planos y la construcción, pero ponle el nombre del convento».
    Esto es lo que ha pasado con el Novus Ordo, «que se aleja de modo impresionante de la teología católica sobre la santa misa».
    Y esa es la razón de todos los males: que se prohibió el rito católico. El cambio de la doctrina siguió pasos parecidos, luego vino la liturgia, finalmente se toca la moral.
    Y es lo que tenemos, católicos empujados a un rito protestantizado. El cura que objete, es normalmente castigado. En EE.UU. hasta lo llevan al psiquiatra.

    1. No es así. Los protestantes no celebran la Eucaristía en absoluto. En la Santa Misa Novus Ordo, sigue teniendo lugar la Transubstanciación y Cristo sigue ofreciéndose en sacrificio al Padre por nosotros. Los católicos seguimos estando, pues, muy lejos de celebrar un rito similar a los ritos del culto protestante.

      1. Sí, así fue.
        Que algunos sacerdotes posconciliares tengan intención de ofrecer el Sacrificio a Dios es una cosa distinta del rito en sí, cuya estructura «se aleja de modo impresionante de la teología católica de la santa misa».
        El rito está viciado. En su elaboración participaron seis pastores protestantes, además su esctructura lo delata. Los primeros protestantes creían en la «empanación», la presencia de Cristo durante la misa que luego dejaba de ser. Su enfoque principal era el banquete, eliminaron el altar y lo llamaron «mesa». ¿No le suena eso?
        Observe la misa de los anglicanos. Algunos incluso comulgan de rodillas, pero su misa es inválida. Su estructura es practicamente igual a la de Novus Ordo.
        Observe, como una reflexión práctica, lo que pasó en la Iglesia en los últimos 50 años. Sin doctrina y eucaristía los católicos palidecen. Esta, aunque a veces la transubstanciación ocurra, no está basada en un rito católico del todo.

        1. Déjese de rollos, oiga. ¿Qué es eso de que la Transubstanciación ocurre»a veces»? ¿Qué es eso de la eliminación del altar? El rito que algunos llaman «Novus Ordo» fue aprobado por quien tenía autoridad apostólica para hacerlo. A mí me parece estupendo que Benedicto XVI autorizara de nuevo el rito extraordinario, pero no me fío un pelo de quienes niegan validez a la Misa Novus Ordo. Además, es evidente que las Santas misas que se decían en los primeros siglos del Cristianismo no seguían el rito tridentino y, sin embargo, eran también plenamente válidas, faltaría más.

          1. La misa tradicional es calcada a la que decía San Agustín, conectando con los tiempos apostólicos totalmente. No así Novus Ordo, como decía el Prefecto del Santo Oficio, Cardenal Ottaviani: «se aleja de modo impresionante de la teología de la santa misa» en su Breve Examen Crítico.
            La misa tradicional tiene orígenes apostólicos, y el Novus Ordo más bien masónicos y protestantes. Su autor, Bugnini, apareció en la lista Pecorelli de los 200 masones entre ellos eclesiásticos.
            En cuanto a la misa tradicional de Benedicto XVI, suprime la oración que la Iglesia rezaba durante siglos y siglos el Viernes Santo por los «pérfidos judíos». Los católicos y los papas de siglos no estaban equivocados, en cambio el «ecumenismo» de von Balthasar (del infierno vacío, al que Juan Pablo II hace cardenal), Rahner, Ratzinger, De Lubac, Congar, etc., sí. Novus Ordo se hizo para ser «ecuménico» con los protestantes.
            Estas son las cosas, gusten o no.

  4. Este señor se expresa muy bien por su exquisita formación, etc pero no entiende nada
    Lo que queremos los cristianos es la parusia, segunda venida de nuestro Señor, y no queremos soluciones a modo de parche milagroso, queremos la caida definitiva y para siempre de satanás y de su imperio del mal
    Ok?

  5. Siglos con laicos pululando como cortesanos, con títulos monárquicos, con privilegios infinitos, laicos prebostes de las dictaduras más crueles, apoyándose en las faldas de las sotanas más corruptas, siglo a siglo, década a década, y ahora, en el colmo de la opresión, destilando lo esencial de esa tradición, soportamos los abusos institucionalizados en la fundación de prelaturas, legionarios y demás yunques. Reducir al estado laical a un corrupto no garantiza nada. Esta semana, en el País Vasco, por ejemplo, se ha escenificado el vómito, la vuelta al vómito, del clericalismo más atroz, una vez más, sobre un niño y su familia. Ser laico hoy, padre o madre de familia numerosa, es tener el boleto para dejar tiempo, hacienda y salud en siquiatras, abogados y peritos.

  6. Solo algunas notas al respecto:

    a) la excomunión es una pena canónica enumerada entre las censuras y, por los mismo, de naturaleza temporal porque debe ser retirada cuando quien incurrió en ella manifieste estar arrepentido y pida perdón. Se necesitan, además, algunos otros requisitos según el tipo de delito que haya llevado a la excomunión pero nunca es perpetua.

    b) la «reducción al estado laical» existía en el Código de Derecho Canónico de 1917 pero ya no está presente en el Código de Derecho Canónico de 1983; el Código vigente cuando se refiere a que alguien es expulsado del estado clerical escribe: «dimisión del estado clerical».

    c) la dimisión del estado clerical, a diferencia de la excomunión, es perpetua y, por tanto, no está vínculada al arrepentimiento de quien ha sido castigado con ella.

  7. Me parece que Hahn no entendió. El estado laical es el «estado base» en la Iglesia, pues todos al ser bautizados somos hechos automáticamente laicos, y luego vendrá o no el sacramento del orden. El sacerdote que es reducido al estado laical es porque no puede desempeñar adecuadamente el ministerio, y al no excomulgarlo, automáticamente vuelve a ser laico. No tiene nada que ver con que ser laico sea ser inferior o esas cosas.

    Gracias a Dios, y con todo lo que está pasando, los clérigos y los laicos (que tenemos fe, claro) estamos recontentos en la Iglesia, así que no se gasten, muchachos, que se ve toda una colección de plumeros desde acá. Hay otras ocupaciones más productivas, y sobre todo, más dignas.

  8. Lo que hace falta es que los obispos denuncien en comisaría. Y que la justicia haga su trabajo.

    Y que al pedófilo le den una patada en el culo y a la calle.

      1. La mayoría de los abusos prescriben. Si no le da usted una patada en el culo entonces mantiene en el seno de la Iglesia a un pedófilo. Que come de la sopa boba, y está calentito…

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