Conmoción por el último derribo de Francisco




Francisco suspende el capítulo* de la basílica establecido por el Papa San León IX en 1053. ¿Pretende interrumpir esa oración continua en el interior de la Basílica y reducir el número de misas?


CIUDAD DEL VATICANO - El Papa Francisco ha desmantelado la venerable institución del Capítulo de la Basílica de San Pedro, de mil años de antigüedad, acelerando su demolición de las tradiciones eclesiásticas y litúrgicas en el santuario católico más sagrado del mundo.  

Las "normas transitorias" del pontífice que reestructuran radicalmente el antiguo Capítulo de la basílica -formalizadas por primera vez por la bula papal de San León IX en 1053- entraron en vigor el viernes tras un decreto firmado por el papa Francisco para "facilitar el inicio de la reforma."  

El decreto subraya que Francisco busca "revitalizar el servicio de la actividad litúrgica y la atención pastoral" que llevan a cabo los canónigos del Capítulo principalmente los domingos y días festivos.

Los observadores señalan que las reformas pretenden reducir drásticamente el número de misas a dos al día. Ambas misas se celebrarán en italiano y serán retransmitidas por los medios de comunicación del Vaticano, liberando así espacio para los turistas y otras actividades en la basílica. 

El nuevo decreto despoja al Cabildo casi por completo de cualquier poder de gestión de la basílica y confía la gestión de las finanzas relacionadas con el Museo del Tesoro y la venta de objetos religiosos al Tejido de San Pedro, la oficina que gestiona la basílica de San Pedro.

A partir de ahora, en un ejercicio de reducción de costes, los 34 sacerdotes que componen el Capítulo serán "contratados" por la Obra de San Pedro, que les pagará una cuota. 

El Capítulo de San Pedro está compuesto por el arcipreste, el vicario capitular, los canónigos y los sacerdotes coadjutores que rezan el Oficio Divino y presiden la Eucaristía Capitular diaria en la basílica.

Conmoción por el último derribo de Francisco

Los observadores del Vaticano reaccionaron con alarma, y uno de ellos señaló que "siglos de ilustre historia serán de hecho (aunque esperemos que sólo por un año) anulados". Eliminados. Humillados". 

El blog Messa in Latino, que dio a conocer la noticia de que Francisco se preparaba para imponer restricciones draconianas a la misa en latín, advirtió que el Capítulo "será de hecho vaciado de su sagrado y peculiar oficio divino y litúrgico de asistencia a las celebraciones del Santo Padre." 

Hasta ahora, el título de canónigo basilical se confería a sacerdotes ilustres y meritorios, señaló Messa in Latino, lamentando que Francisco estuviera arrasando con este estimado oficio y reduciendo el capítulo a funcionar como capellanes honorarios. 

Un alto clérigo del Vaticano y académico dijo a Church Militant que "las actuales llamadas reformas están inextricablemente vinculadas a la agitación que ha envuelto a San Pedro en el último año más o menos, incluyendo la cancelación de Francisco de las misas privadas y empujando la misa latina a la clandestinidad."

"Esto era de esperar", comentó el sacerdote. "Es una prueba más de lo destructivo que es el actual pontífice". 


Razones articuladas

El cardenal Mauro Gambetti, arcipreste de San Pedro, dijo a L'Osservatore Romano que las reformas pretenden "satisfacer las nuevas necesidades de hospitalidad espiritual de los peregrinos, pero también de los simples turistas, que han vuelto a llenar los pasillos de las naves petrinas." 

La destrucción metódica de Francisco

Según Messa in Latino, Francisco comenzó a destruir el Capítulo de San Pedro en mayo de 2020, primero eximiéndolo y excluyéndolo de la "obligación del coro" y de las celebraciones del Capítulo con el pretexto de la pandemia del virus de Wuhan. 

Los altares laterales de San Pedro, estériles, tras la suspensión de la misa privada

En marzo de 2021, un memorándum de la Secretaría de Estado sin firmar suprimió las misas "individuales" -ofrecidas regularmente por los canónigos y celebradas en los altares laterales de la basílica de San Pedro- y restringió la misa en latín a un único altar en la cripta de la basílica, informó Church Militant.

Dos meses después, el periódico italiano Il Messaggero reveló que a los canónigos del Capítulo se les prohibió entrar en la Basílica de San Pedro para unirse al Papa Francisco en el rezo del Rosario. 


El diario señala que los canónigos llevaban tiempo "en el punto de mira del Papa Francisco" y que en una ocasión, cuando el pontífice divisó a dos canónigos con sus túnicas de color fucsia, llegó a preguntar "asombrado" quiénes eran "esos dos sacerdotes vestidos de tecnicolor."

Un diktat de junio de Gambetti ordenó que la Santa Misa se celebrara en italiano, con las lecturas y la oración de los fieles en varias lenguas modernas, mientras que el Kyrie, el Gloria, el Sanctus, el Pater Noster y el Agnus Dei serían en latín. 

*El Papa Benedicto XVI afirmó que el Capítulo de canónigos y coadjutores nombrado por el Santo Padre es "la presencia ininterrumpida del clero que reza en la Basílica Vaticana desde los tiempos de San Gregorio Magno".

Reiterando las palabras del entonces arcipreste Ab. Angelo Comastri, Benedicto señaló en un discurso de 2007 que el Capítulo había ofrecido "una presencia continua, deliberadamente discreta pero fiel y perseverante".

Benedicto alabó la amplia actividad del Capítulo, desde la organización de las misas diarias y la gestión del patrimonio de la Basílica y sus iglesias afiliadas hasta la labor pastoral en el barrio del Borgo y las actividades caritativas en colaboración con el Hospital del Espíritu Santo de Roma.

Durante el pontificado de Eugenio III (1145-53), el Capítulo adquirió las características de una comunidad bien estructurada y autónoma, y desde el siglo XI hasta hoy, al menos 11 papas han pertenecido al Capítulo Vaticano, observó Benedicto.