Bergoglio omite que la gracia sola no nos justifica, no nos salva; si no hacemos buen uso de la libertad no seremos justificados, excluyéndonos del Cielo
Para los protestantes, el hombre no es hecho santo sino declarado santo, permanece pecador pero se le imputa la justicia de Cristo, de allí que el hombre se salve solo por la fe fiducial, que se entiende como la sola confianza en que la divina misericordia remitirá los pecados por los méritos de Jesucristo. Las obras y el cumplimiento de los mandamientos no son necesarios para la salvación (según Lutero) sino simplemente consecuencias de la fe. Y es en este contexto donde nace la doctrina conocida como la Sola Fides o salvación por la fe sola.
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