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Esclavos Blancos Catolicos

Enrique VIII en julio de 1533 fue excomulgado por Adultero, hereje y asesino.

Estas son las consecuencias del adulterio y el pecado de un poderoso…

En 1541 luego de matar a varias de sus mujeres se auto-proclamo «Papa» y creó la Iglesia Anglicana. Reduciendo a los Católicos a la esclavitud para que así todo el país se «convirtiera».

Como los Irlandeses se mantenían en la Fe católica, se proclamó rey de Irlanda y a los Católicos los declaró esclavos.

Durante medio siglo los ingleses fueron conquistando Irlanda y en una gran batalla en Kinsale en 1602, los ingleses vencieron, y los irlandeses tuvieron que huir de su país, a los expatriados irlandeses se les llamó “Gansos Salvajes”.

Isabel I reinó de 1558 hasta 1603 persiguió e hizo decapitar a su prima María Estuardo por ser Católica, aunque ante el mundo se hacía llamar La Reina Virgen, a pesar de todos los que «pasaron» por su cuarto, incluso hizo elevar a la categoría de Sir, al asesino ladrón y pirata Francis Drake, para que no quedara mal que ocupara sus aposentos.

El rey inglés Jacobo II estableció una nueva política: en vez de asesinar a los católicos, venderlos como esclavos.

El primer caso documentado se dio en una colonia en la Guayana, en 1612 la venta de esclavos católicos irlandeses se hizo política «real».

Una proclamación del rey inglés estableció en 1625 que los prisioneros políticos irlandeses se venderían como mano de obra forzada a las plantaciones de las Islas Orientales.

Durante todo el siglo XVII la inmensa mayoría de los esclavos en el Caribe y las posesiones británicas en Norteamérica eran blancos y católicos, cientos de miles eran irlandeses y, en menor medida, escoceses.

Los esclavos blancos eran abundantes, baratos y desechables, y tendían a morir con facilidad.

Los esclavos negros, en cambio, se consideraban resistentes, fuertes, escasos y caros, y se les alimentaba y trataba mejor.

En 1632 se sabe que la inmensa mayoría de los esclavos de las islas caribeñas inglesas de Montserrat y Antigua eran irlandeses. Un censo de 1637 muestra que 7 de cada 10 habitantes de Montserrat eran esclavos irlandeses.

La demanda era alta, y los esclavos morían pronto.

No bastaban los presos políticos (rebeldes católicos): cualquier crimen común (pequeños robos, etc…) era excusa para deportar irlandeses a las plantaciones.

También había bandas de secuestradores que recorrían el campo, atrapaban a cualquiera y lo vendían a los traficantes sin que nadie preguntara mucho.

Los esclavos negros en el Caribe británico había que comprarlos caros…

Los esclavos irlandeses, en cambio, llegaban casi regalados por el Estado a las plantaciones.

En 1641 estalló otra revuelta irlandesa, la Guerra de la Confederación, que fue sofocada en 1649 por el nuevo líder inglés, el sanguinario Cromwell, ferozmente anticatólico (prohibió e hizo borrar la Navidad del calendario, incluso prohibió los pasteles de Navidad).

De 1641 a 1652, la población de Irlanda descendió de 1.466.000 habitantes a apenas 616.000, fueron eliminados físicamente o por hambre provocada, mas de 300.000 fueron deportados como esclavos. La deportación de varones dejaba a mujeres y niños inermes… y ellos también podían ser comprados y deportados en posteriores oleadas.

De 1650 a 1660 se desarrolló el llamado “Reinado del Terror” de Cromwell, que activamente quería eliminar la población irlandesa y católica de la isla. En 1650, llegaron a las plantaciones caribeñas de Saint Kitt 25.000 esclavos irlandeses.

Se calcula que en esta década la Corona y sus administradores secuestraron a cien mil niños irlandeses de entre 10 y 14 años y los llevó a las plantaciones del nuevo mundo: el Caribe, Virginia y Nueva Inglaterra.

Sólo en esta década llegaron más esclavos irlandeses al Nuevo Mundo que el total de población libre anglosajona radicada allí.

Cromwell financiaba sus guerras en Irlanda, simplemente, prometiendo tierras a los señores ingleses que allí acudieran a luchar. En esas tierras sobraba población campesina: los señores preferían dedicarlas a pastos.

Una norma de 1657 establecía que todos los habitantes del condado de Clare debían trasladarse en seis meses o ser detenidos por “alta traición” y enviados a las Américas.

En esta época no era un crimen que cualquier inglés matase un irlandés… pero preferían atraparlos vivos y venderlos.

A veces, las bandas de secuestradores se excedían y se equivocaban de víctimas. En 1659 llegó a Londres una petición de 72 esclavos en Barbados que aseguraban ser ingleses ilegalmente secuestrados y atrapados allí. La misma petición aseguraba que en las plantaciones americanas había 7.000 u 8.000 escoceses tomados prisioneros en la batalla de Worcester de 1651 e incluso 200 franceses, secuestrados y vendidos, cada uno a cambio de 900 libras de algodón.

Hay más cifras registradas de los últimos días de Cromwell: 52.000 mujeres, chicas y jóvenes irlandeses se vendieron en Barbados y Virginia en 1657.

Mil chicos y mil chicas más de Irlanda se vendieron en Jamaica en 1656.

Cromwell murió en 1660, pero su sucesor Carlos II, hijo del decapitado Carlos I, no dudó en mantener el negocio de la trata, con el compromiso de entregar al menos 3.000 esclavos anuales a la “Real Compañía de Aventureros” (en realidad, una compañía de venta de esclavos).

Un esclavo irlandés costaba el equivalente a 5 libras esterlinas, mientras que uno negro costaba entre 4 y 10 veces más.

Los dueños de las plantaciones no tenían apenas interés en mantener vivos a los esclavos irlandeses. El coronel William Brayne pedía en 1656 que llegasen a las plantaciones más esclavos negros porque “puesto que los dueños tendrán que pagar más por ellos, tendrán más interés en mantenerlos con vida, algo de lo que carecen en [el caso de los esclavos irlandeses]”.

Los negros duraban más en el clima caribeño y además eran paganos, algo que los dueños ingleses preferían a los irlandeses, que era odiados católicos.

A efectos religiosos, los irlandeses católicos no eran considerados cristianos y no tenían derecho a asistencia religiosa.

Cuando el Parlamento estableció el Acta de Regulación de Esclavos en las Plantaciones en 1667 enumeró los castigos que se podían infligir a los esclavos que hubiesen cometido un delito contra “cristianos”… se especificaba que los católicos no se consideraban cristianos, ni siquiera si habían logrado sobrevivir y ser libres de alguna manera.

En 1688 en Boston, Ann Glover fue arrestada y juzgada por brujería. Ella apenas sabía hablar inglés y durante el juicio se aferraba a su gaélico nativo. Un testigo la consideró “una vieja irlandesa escandalosa, muy pobre, católica romana obstinada en idolatría”.

El tribunal pidió a la anciana que recitase el Padrenuestro. Ella lo recitó mezclando gaélico y latín, como lo había aprendido de niña. ¡Nunca más había tenido acceso a ninguna formación católica viviendo en colonias protestantes como esclava! No pudo recitarlo en inglés, y se consideró una prueba de brujería.

Fue condenada a muerte y se le dio la oportunidad de renunciar al catolicismo, pero se negó. Fue ahorcada entre los gritos y burlas de la multitud en Boston, que se había reunido para ver “si la papista se arrepentía”, como escribió un contemporáneo. Es famosa por ser la última “bruja” ajusticiada en Boston.

Esta es la verdadera Historia de los «Puritanos» americanos, las brujas no eran mas que católicas perseguidas.

Aun hoy se celebra el Bonfire festival en Inglaterra que consiste en quemar Católicos, aunque aparentemente hoy los queman -a la mayoría- en Efigie. Observa  el minuto 2;10 de este vídeo.

Por #bottegadivina

Bottega Divina es un Canal dedicado a aplicar la tradición moral Cristiana a situaciones críticas en la política y la sociedad. Abogamos y velamos por la aplicación de los principios fundamentales de la sociedad, como el derecho natural, en los ámbitos políticos y sociales.

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