Entre los dos Papas hay «fractura». El silencio de Francisco contra Benedicto

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En la semana posterior a la explosiva publicación de los “apuntes” de Joseph Ratzinger sobre el escándalo de los abusos sexuales en la Iglesia Católica son al menos siete los elementos esenciales que han salido a la luz, a los que hay que tener en cuenta en vista a desarrollos futuros.

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El primero remite a la génesis de la publicación de los “apuntes”. En los párrafos introductorios, Ratzinger dice haberlos escrito “en el lapso de tiempo que va desde el anuncio del encuentro de los presidentes de las conferencias episcopales hasta su verdadero y propio inicio”, es decir, entre el 12 de setiembre del 2018, día del anuncio, y el 21 de febrero de 2019, día de la apertura de la cumbre.

Pero Ratzinger dice también haberlos escrito para “proporcionar alguna indicación que pudiera ser de ayuda en este momento difícil”.

De esto se deduce que los había escrito para ofrecerlos, en primer lugar, a los dirigentes de la Iglesia convocados al Vaticano por el papa Francisco para discutir sobre la cuestión.

Esto ha sido confirmado el 13 de abril por el “Corriere della Sera”, el más difundido diario laico italiano, uno de los órganos de prensa que dos días antes había publicado el texto íntegro de los “apuntes”:

“Benedicto [XVI] envió ´por cortesía’ las dieciocho páginas y media sobre la pedofilia al secretario de Estado, el cardenal Pietro Parolin, antes de la reunión global de las conferencias episcopales, para hacerlas conocer también a Francisco”.

Pero resultó que ninguno de los participantes de la cumbre había recibido el texto de Ratzinger. Francisco creyó que era bueno tenerlo para sí, cerrado en un cajón.

Y nadie habría sabido más nada si Ratzinger en persona, unos cuarenta días después, no hubiese decidido darlo a conocer públicamente, formalmente en una poco conocida revista bávara, “Klerusblatt”, pero en la práctica en una docena de grandes portadas católicas y no católicas, en todo el mundo y en varios idiomas, después de haber dado aviso a las máximas autoridades vaticanas, como lo ha revelado él mismo:

“A continuación de contactos con el secretario de Estado, el cardenal Pietro Parolin, y con el mismo Santo Padre, considero justo publicar en ‘Klerusblatt’ el texto así concebido”.

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Un segundo elemento es la reacción inicial de los medios de comunicación vaticanos. Gélida.

El portal oficial “Vatican News” dio cuenta del texto de Ratzinger varias horas después que se había hecho público, entre los lanzamientos de segundo orden, con un resumen breve y notariado sin remitir al texto íntegro.

Lo mismo hizo “L’Osservatore Romano” impreso en la tarde del 11 de abril, con el mismísimo y condensado resumen escondido al fondo, en la página 7, sin ningún aviso de advertencia en primera página y bajo un mucho más vistoso artículo del jesuita Antonio Spadaro, director de “La Civiltà Cattolica” y primer consejero y escritor en las sombras del papa Francisco.

Al ser conocida la cercanía con el Papa de los máximos dirigentes de los medios de comunicación vaticanos – el prefecto del Dicasterio para la Comunicación, Paolo Ruffini, y el director editorial Andrea Tornielli, además del padre Spadaro – este hielo en el registro de la publicación del texto de Ratzinger no puede más que reflejar la fuerte irritación de Francisco.

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Un tercer elemento es el comportamiento de los medios de comunicación vaticanos en los días posteriores, totalmente taciturnos sobre los contenidos y las repercusiones del texto de Ratzinger, y por el contrario, movilizados para distraer y justificar – con dos editoriales consecutivos de Tornielli y del director de “L’Osservatore Romano”, Andrea Monda – un simultáneo gesto de Francisco, tan espectacular como desconcertante, el de su beso de los piesde dos líderes rivales en la feroz guerra entre tribus que en Sudán del Sur ya ha provocado cuatrocientos mil muertos.

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Un cuarto elemento es el silencio de Francisco. No sólo practicado, sino también teorizado. En la homilía del Domingo de Ramos, el 14 de abril, el Papa comenzó a parangonar el “silencio de Jesús en su Pasión”, un silencio che “vence también a la tentación de responder, de ser ‘mediático’”, porque “en los momentos de oscuridad y de gran tribulación hay que callar, tener el valor de callar, siempre que sea un callar manso y no rencoroso. La mansedumbre del silencio hará que parezcamos aún más débiles, más humillados, y entonces el demonio, animándose, saldrá a la luz”.

El silencio es la reacción típica de Jorge Mario Bergoglio cada vez que se lo pone seriamente a prueba. Lo adoptó con los “Dubia” de los cuatro cardenales, con las preguntas incómodas del ex nuncio en Estados Unidos, Carlo Maria Viganò, y ahora con la intervención del Papa emérito.

Que Francisco, con esta última apología suya del silencio, aludiera “a las tensiones y a los venenos ligados a los ‘apuntes’ de Benedicto XVI” no es fruto de la fantasía, visto que lo ha puesto negro sobre blanco un cronista muy cercano a Santa Marta, como lo es Domenico Agasso, el actual coordinador del sitio web “Vatican Insider”, dirigido hasta hace pocos meses por Tornielli y hasta ahora bajo su tutela.

En “Vatican Insider”, esta exégesis de la homilía papal fue realizada inmediatamente el 14 de abril, en otros dos artículos del mismo Agasso, con títulos muy elocuentes:

> Francesco e l’ombra di Ratzinger, la coesistenza che pesa sul Vaticano

> «La coabitazione tra i due papi è possibile solo se quello emerito sa restare invisibile»

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Y con estos dos artículos se ha puesto al descubierto un quinto elemento de la historia: el juicio radicalmente negativo que el papa Francisco ha elaborado sobre la publicación de los “apuntes” de Ratzinger.

Este juicio suyo Francisco lo tiene dentro de sí. Pero la impresionante concordia vocal de personas muy cercanas a él permite leer lo que él piensa.

La más diligente en tomar posición ha sido Stefania Falasca, editorialista de “Avvenire”, el diario de la Conferencia Episcopal Italiana, pero sobre todo amiga de larga data de Bergoglio, junto a su esposo Gianni Valente, director de la agencia vaticana “Fides” y otra firma estelar de “Vatican Insider”.

Es útil recordar que el primer llamado telefónico de Bergoglio después de su elevación al papado, la tarde misma del 13 de marzo de 2013, fue justamente a Stefania Falasca. Y también dos veces, en los días que precedieron a ese cónclave, el entonces arzobispo de Buenos Aires estuvo cenando en su casa, con Tornielli también presente.

Ahora bien, con dos tweet poco después de la publicación de los “apuntes” de Ratzinger, Falasca acusó al Papa emérito de haber violado dos obligaciones que el directorio “Apostolorum successores” del 2004 impone a todos los obispos eméritos: la de “no interferir en nada” con el obispo reinante y la de no “constituir casi una autoridad paralela”.

El primero de los dos artículos arriba citados de Agasso en “Vatican Insider” toma impulso precisamente de aquí para sostener que con la publicación de los “apuntes” se ha roto un equilibrio entre los dos Papas, más aún, se ha llegado a “una fractura”. Y, en consecuencia, “se plantea una cuestión ‘constitucional’ sobre el rol del Papa emérito”. Rol que efectivamente es un nudo no resuelto, pero que ahora es instrumentalmente utilizado por los apologetas de Bergoglio para intimar a Ratzinger a mantenerse en silencio y “oculto al mundo”.

El segundo artículo pone de manifiesto el mismo concepto, con una entrevista a Massimo Faggioli, discípulo de la llamada “escuela de Boloña” y profesor en la Universidad Villanova, de Filadelfia, también él convencido que “se plantea el problema de reglamentar la figura del [Papa] emérito para el futuro” y que, entre tanto, en el presente, es obligatorio que Benedicto XVI “permanezca invisible”.

En ambos artículos se fantasea también sobre una manipulación externa del texto y de la persona misma de Ratzinger, por parte de imprecisos cortesanos suyos.

En todo caso, sin decir una sola palabra que no sea de desprecio sobre el contenido de los “apuntes”, a pesar de su seriedad extrema, en continuidad con cuanto ya ha escrito Benedicto XVI en la memorable carta dirigida en el 2010 a los católicos de Irlanda.

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Pero hay quien afirma también: “Quieren hacer callar a Benedicto XVI porque dice la verdad”. Y estamos así en el sexto elemento de la historia: la entrevista al cardenal Gerhard Müller por parte de Riccardo Cascioli en la edición del 15 de abril de “La Nuova Bussola Quotidiana”.

Hay que leer la entrevista en su totalidad. Pero aquí, a continuación, presentamos tres pasajes en los que Müller reivindica la libertad del Papa emérito de “decir la verdad”:

“Es cierto que los obispos eméritos deben mantenerse fuera del gobierno cotidiano de la Iglesia, pero cuando se habla de doctrina, de moral y de fe están obligados a hablar del derecho divino. Todos han prometido, durante la consagración episcopal, defender el ‘depositum fidei’. El obispo y gran teólogo Ratzinger no sólo tiene el derecho, sino también el deber de hablar y dar testimonio de la verdad revelada”.

“Los apóstoles Pedro y Pablo, los fundadores de la Iglesia romana, dieron su vida por la verdad. Pedro y Pablo no dijeron: ‘Ahora hay otros sucesores, Timoteo y Tito, dejemos que hablen públicamente’. Ellos dieron testimonio hasta el final de sus vidas, hasta el martirio, con su sangre”.

“¿Un obispo emérito, cuando celebra una Misa, no debe decir la verdad en la homilía? ¿No debe hablar de la indisolubilidad del matrimonio sólo porque otros obispos han introducido nuevas reglas que no están en consonancia con la ley divina? Más bien son los obispos activos los que no tienen el poder de cambiar la ley divina en la Iglesia. No tienen ningún derecho de decir a un sacerdote que debe dar la Comunión a una persona que no está en plena comunión con la Iglesia Católica. Nadie puede cambiar esta ley divina, si uno lo hace es un hereje, es un cismático”.

Y éstas son las frases finales de la entrevista:

P. – Cardenal Müller, ¿qué consecuencias se esperan de la publicación de estos ‘apuntes’ de Benedicto XVI?

R. – Espero que algunos comiencen finalmente a afrontar el problema de los abusos sexuales en forma clara y correcta. El clericalismo es una respuesta falsa.

El “clericalismo”, es decir, el mantra que para el papa Francisco sería la causa de todos los males de la Iglesia.

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Y al final, el séptimo pero no último elemento de la historia: la visita de Francisco a Benedicto, en la tarde del 15 de abril, para presentarle los saludos de Pascua y de feliz cumpleaños, como muestra la foto difundida por la sala de prensa del Vaticano.

En esas mismas hora se publicó en la primera página de “L’Osservatore Romano” un editorial de Tornielli con el título “Quella ‘via penitenziale’ che unisce i due pontificati”, en el que insiste sobre el llamado concordante de los dos Papas – en los más importantes documentos de los respectivos pontificados y por último también en los “apuntes” – a la oración, a la penitencia y a la conversión de los corazones, como vía maestra para vencer el escándalo de los abusos sexuales.

Las dos cosas juntas suenan como una señal de tregua, al comienzo de la Semana Santa.

Pero una vez más, ni una sola palabra de Francisco y de sus voceros sobre el contenido de los “apuntes” de Ratzinger respecto a la raíz última del escándalo.

En esto, la brecha entre Francisco y Benedicto permanece intacta. Y los desarrollos son imprevisibles.

Comentarios
25 comentarios en “Entre los dos Papas hay «fractura». El silencio de Francisco contra Benedicto
  1. Excusatio non petita acusatio manifesta. Si Bergoglio tuviera la conciencia tranquila y limpia, no tendría motivo de molestarse, y siendo una persona tan locuaz que cada vez que sube en un avión, uno se prepara para que diga cualquier tontería. Otra vez se pone a predicar sobre el silencio. A mi parecer, el la última persona en el mundo que puede dar lecciones convincentes acerca del silencio, pues desde que fue elegido papa ha dado abundantes pruebas de una imprudencia supina.

  2. Gianni Valente -su último artículo sobre el donatismo actual lo recomendó el Papa a la vuelta de Marruecos- también recuerda las palabras del Papa en el Domingo de Ramos: “Recordó el silencio «impresionante» de Jesús en la cruz, y también indicó que en los momentos de enorme tribulación es necesario tener «el valor de callar», asumiendo ante el demonio que sale al descubierto «la misma actitud de Jesús. Él sabe que la guerra es entre Dios y el Príncipe de este mundo, y que no se trata de echar mano a la espada, sino de permanecer calmados, firmes en la fe. Es la hora de Dios. Y en cuando Dios baja a la batalla, hay que dejarle actuar.”

    Añade Valente: “El pueblo de Dios se da cuenta y protege con las oraciones a los dos ancianos pastores de las maniobras de los confabuladores clericales” “una operación bien orquestada, una red mediática que coincide en gran parte con la red de publicaciones que el pasado 28 de agosto pusieron en marcha la llamada “Operación Viganò”

    “clara contradicción con el “modus operandi” de aquel que se indica como su autor. La preocupación con la que Joseph Ratzinger, también cuando era Papa, insistía en la centralidad de la acción litúrgica en la vida de la Iglesia es poco compatible con la filtración, en vísperas de la Semana Santa”

    “Joseph Ratzinger parecería incomunicado. Las posibilidades y la peticiones para visitarlo (y poder preguntarle las razones sobre estos “apuntes” y otros textos recientes a él atribuidos) pasan por filtros altamente eficaces. En la fragilidad del cuerpo, atestiguada con las últimas fotos”

    “Solo no lo dejan en paz sus atormentadores menos piadosos: los grupitos, los aparatos y los personajes (con todo y arzobispos y cardenales) que se obstinan en darle de empujones para encajarle en las guerras ideológicas y de poder con la que desgarran la carne de Cristo. En el pasado trataron, sin conseguirlo, de sumarle a su ataque contra el Papa Bergoglio, tratando de hacerle pasar como “padrino” de la operación Viganò. Irreducibles, necesitaban con mucha urgencia un “manifiesto” atribuible de alguna manera a Ratzinger para poder perpetrar su Lucha Continua”

    “La virulencia con la que los autoproclamados “ratzingerianos” maltratan al Papa emérito, utilizándolo como bandera de sus operaciones de poder y de política eclesiástica”

    «Dios ha muerto», escribió Ratzinger en sus meditaciones sobre el Sábado Santo, «y lo hemos matado nosotros oh Señor, no podemos dejar de sacudirte, Dios que estás en silencio y duermes, ni de gritarte: ¿despiértate, no ves que nos hundimos? Despiértate, no dejes que dure eternamente la obscuridad del Sábado Santo. Deja caer un rayo de Pascua también sobre nuestros días”

  3. Estaba claro que los grupos heréticos pelagianos y gnósticos, tras ser señalados por el Papa hace un año, harían cualquier cosa para atacar al Papa, incluido el intentar utilizar a Benedicto.

    Benedicto XVI tiene 92 años y no sabemos en qué estado se encuentra. Sabemos que renunció hace seis años por no tener fuerzas para enfrentarse a los problemas de la Iglesia, frente a quienes usan el nombre de Dios para sus fines de poder, como dijo el miércoles de ceniza tras anunciar su renuncia.

    El cardenal Muller hace una innovadora distinción por su cuenta, a la vez que apela contradictoriamente a la tradición. Distingue entre el «gobierno cotidiano» y el «no cotidiano», inventándose él que los obispos eméritos sólo deben no inmiscuirse en «lo cotidiano». Con esta innovación de Muller Benedicto XVI podría publicar Encíclicas, etc. Y Muller inmiscuirse en lo «no cotidiano» de la Congregación de la Doctrina de la Fe. La confusión y división que quieren algunos.

    1. Sr. sus argumentos no cuelan, por ejemplo, eso de los «ratzingerianos» queriendo meter a Benedicto en las denuncias de Viganó. Si usted tiene problemas con las denuncias de Viganó, produzca evidencias de que son falsas, si no, pues que se quede callado.

  4. Me permito recoger el último párrafo del escrito de Josef Ratzinger para E.M.:
    Am Ende meiner Überlegungen möchte ich Papst Franziskus danken für alles, was er tut, um uns immer wieder das Licht Gottes zu zeigen, das auch heute nicht untergegangen ist. Danke, Heiliger Vater!
    El traductor automático de Google nos da la traducción siguiente:
    Al final de mis reflexiones, me gustaría agradecer al Papa Francisco por todo lo que hace para mostrarnos una y otra vez la luz de Dios que aún no ha perecido. ¡Gracias, santo padre!
    La traducción de Aciprensa me parece un poco más ajustada:
    Al final de mis reflexiones me gustaría agradecer al Papa Francisco por todo lo que hace para mostrarnos siempre la luz de Dios que no ha desaparecido, incluso hoy. ¡Gracias Santo Padre!
    El análisis de Ratzinger es muy discutible en muchas de sus observaciones. Es difícil de entender las razones por las que no ha querido ser fiel a lo propuesto en el momento de su renuncia y ha optado por entrar de lleno en las controversias actuales. Es difícil de entender su sotana blanca y el uso de ciertos atributos papales.
    En todo caso que reconoce y da gracias al Papa Francisco es claro. Ahí están sus sinceras palabras.

    1. TANKARE
      No se puede decir que Ratzinguer no haya sido fiel a lo propuesto en el momento de su renuncia. Lo explica muy bien Muller. Ratzinger, como obispo emérito, igual que todos, no se mete en el gobierno de la Iglesia, pero en cuestiones de Fe o doctrinales tiene todo el derecho a hablar, mientras la edad se lo permita.
      Otra cosa es que eso no le guste al Trolas de la Pampa, porque este quiere cambiar la doctrina y cargarse varios sacrementos y varios mandamientos, porque así en realidad se los carga todos.
      En estos oficios, el papel que mejor le va a Trilero porteño es del Judas.

  5. Un cuento para Semana Santa
    Voy a contarles una historia como lo hizo mi esposa, algunos hechos fueron cambiados y los nombres no aparecerán, sucedió en una gran ciudad y, tal vez, sus habitantes se hayan olvidado de ello. Esta historia nos va a decir algo importante a todos en estos tiempos.
    Había un hombre que vivía con su mujer en el campo, el hombre se dedicaba a vender creo artículos de limpieza, el hombre y la mujer eran buenos. Un día otro hombre acompañado por unos secuaces secuestró al vendedor de artículos de limpieza, lo descuartizó y lo dejó en el baúl de su auto. Los asesinos estaban drogados.
    Para aquellos que preguntan cuál fue el motivo por el que los asesinos lo mataron, les daré la única razón que existe para hacer algo así, por maldad.
    El asesino fue enjuiciado y condenado y se lo puso en la cárcel. En la cárcel el asesino no tuvo que trabajar para pagarle los sufrimientos y daños a la mujer, si trabajaba limpiando la celda como un adolescente limpia su cuarto el Estado, o sea, todos los ciudadanos incluída la víctima le pagaban un sueldo, también el Estado, o sea, todos los ciudadanos incluída la víctima le pagaron durante su estadía en la cárcel el alojamiento, la comida, los guardias que lo cuidaban, la asistencia sanitaria, la educación, etc.
    Ese criminal estudió abogacía, eso se lo permitieron no solamente las leyes, los jueces, sino también la misma universidad y recibió el título de abogado, por supuesto, especializado en derecho penal porque gran parte de los criminales que estudian abogacía por algún motivo oculto se especializan en derecho penal.
    Hace unas semanas nos fuimos con mi esposa a dar una vuelta por el campo y paramos en una vivienda que era de un tambero y que estaba cerca del río. El hombre nos recibió muy bien con su mujer, él se llamaba Sergio y ella Alejandra. Estaba preparando unos pescados y tenía cerca de la casa los terneritos para cuidarlos. La gente del campo tiene una amabilidad especial. Ese hombre y esa mujer trabajaron duro para pagarle la educación al delincuente.
    Hace unos años mi mujer se encontró con la víctima, la esposa del vendedor, estaba desolada, le contó que el que había asesinado a su marido estaba en libertad y ahora era un abogado, ella tenía cáncer, mi mujer sugirió que era por la injusticia que sufría.
    Pueden los abogados penalistas afirmar que el sujeto pagó su deuda a la sociedad pero en realidad la sociedad y la víctima son las que le pagaron al delincuente la habitación, el vestido, la comida y la educación superior en condiciones más que favorables, por supuesto, que después de recibido como profesional no debió devolverle al Estado, o sea, a la sociedad y a la víctima lo que se había invertido en educación y en su custodia ni tampoco indemnizó con su trabajo a la víctima.
    Podrá algún profesor de derecho penal afirmar que se lo reinsertó exitosamente en la sociedad y que el sistema funciona pero la verdad es que si se lo dejaba en libertad sin ponerlo en la cárcel nadie podía asegurar que necesariamente volvería a delinquir por lo que nadie puede asegurar que la carcel lo hizo mejor persona y, por otra parte, nadie puede asegurar que no vuelva a delinquir porque sea un abogado.
    Hace dos días atrás encontré al abogado hablando con un político en una esquina seguramente de las garantías y los derechos para los delincuentes. Doy vuelta la cuadra y venía esa mujer, encorvada, con la tristeza en la cara y me dije: sin duda para crucificar a Jesús se necesita liberar a Barrabás.
    Ella me miró y sentí que veía a Jesucristo llevando su Cruz hacia el Calvario.
    Uno pensaría que la pregunta a formular es ¿por qué Dios permite tales injusticias? Pero, a decir verdad, la respuesta me la dió mi mujer, luego de ver el noticiero la noche del Martes afirmó antes de apagar la luz: los argentinos debemos haber hecho algo muy grave para que pase todo ésto y recordé, en ese momento, los docentes de la Facultad de Derecho, sus directivos y los políticos del Congreso y recordé a un pueblo que elige siempre a Pilatos y a Herodes.
    Alberto Ramón Althaus

  6. Solodoc..

    Si hubiera una vuelta de Benedicto , como lo entiendes , quisiera decir que Benedicto le declara la guerra a Francisco , y quiere voltearlo ….

  7. Pues Benedicto XVI no será Papa en ejercicio o como se quiera decir ni falta que hace pero la orientación de los problemas con respecto a los abusos dice la plena verdad que muchos obispos católicos deberían estar gritando a voces. Pone el dedo sobre la llga y sobre el fracaso de 50 años para acá y claro se mosquean porque los pone la imagen de cada uno de ellos delante. ¿Qué vocaciones promocionó Bergoglio en su arquidiócesis? ¿tienen los obispos celo por los Seminarios?. ¿Qué filosofía y praxis ha dominado en los Seminarios?.
    Les pone en la cara su fracaso y su queja continua y expone claramente el objeto y la causa, en vez de dar vueltas a una idea trufada y repetirla mil veces como lo del clericalismo y resto de bobadas.

    1. ¿Qué vocaciones promocionó Bergoglio en su arquidiócesis? Pregunta pertinente la suya. Cuando se fue de Buenos Aires, la gigantesca diocesis de Argentina, dejó un esmirriado número de seminaristas: 15.

      Por eso no pudo tolerar la gestión de Livieres, en la diminuta Ciudad del Este paraguaya. Cuando Jorge Mario lo echó sin escucharlo a pesar de ir al Vaticano a pedir audiencia, tenía Livieres en su seminario 120 jóvenes. Algunos provenían de Buenos Aires y el dictador no lo pudo tolerar.

      Pura venganza contra quienes eligieron la sana doctrina y pensaban estudiar tranquilos en un seminario fiel a Jesucristo y odio extremos contra un obispo popular a los ojos de los cristianos y de Dios mismo.

  8. El derecho a la libertad religiosa contiene esencialmente la libertad de expresión, en la Catolicidad hay un mandado concreto de Cristo anunciar la verdad, a la vez el canon 212 3…los fieles «Tienen el derecho, y a veces incluso el deber, en razón de su propio conocimiento, competencia y prestigio, de manifestar a los Pastores sagrados su opinión sobre aquello que pertenece al bien de la Iglesia y de manifestar a los demás fieles, salvando siempre la integridad de la fe y de las costumbres, la reverencia hacia los Pastores y habida cuenta de la utilidad común y de la dignidad de las personas».
    Por favor y sin ataques personales ni argumentos ad hominem, les pregunto: encuentran en el texto de Benedicto la verdad y si no es así por qué no explican en qué se equivoca ?.

    1. Los bergoglatras intuyen en el texto de nuestro Papa la verdad y por eso le dan la espalda a ese texto y a Benedicto XVI, porque han tomado una decisión vital: vivir de espaldas a la verdad.

      ¿Y por qué están de espaldas a la verdad? Porque siguen a Satanás quien es el Príncipe de la Mentira, hacedor de toda maldad, quien “ronda como león rugiente buscando a quien devorar” (1 Pedro 5:8-9).

  9. Porque tú lo digas Jajaja Manda güevos.
    No se ponen de acuerdo teólogos, canonistas,… sobre cuál es y/o debería de ser el estatus de Benedicto, que sólo él, cuando todavía estaba en el ejercicio de su suprema potestad ha regulado, y llega el cromagnon éste (autodefinido por él mismo: la sota de bastos), a decirnos que lo que a él le gustaría es lo que es. Vete a cazar antílopes a garrotazos.

  10. Cómo cabrea a los bergóglatras la lucidez de Magister. Responded a los argumentos y no os revolváis como posesos ante un artículo tan bien hilvanado. De verdad que dáis mucha pena.

  11. «Entre los dos Papas». Eso sí que es herético, porque no hay más que un Papa y un cardenal que fue Papa, pero que ya no lo es.

    1. No es Papa en su fantasía. Viste de blanco, vive en el Vaticano, firma como Papa y lleva el anillo de pescador. Descartándose la bobada de Papa emerito -que no existe en la Tradición ni en la ley de la Iglesia- se parece mucho más a un Papa que a un Cardenal.

      Gracias Benedicto! Habemus Papam.

  12. Yo sigo dudando de la traducción (y de los traductores) al castellano y del último párrafo.

    Y al inglés la traducción la ha hecho una señora para EWTN.

    Y EWTN ha sido tomado por los que han traducido al castellano la carta.

    Me gustaría saber alemán!

  13. Buen análisis de Magister.

    Los tiene llenos de ira la vuelta de Benedicto XVI al ejercicio activo del papado.

    El pequeño Goebbels jorgista Tornielli quedó nocaut y recurre a un espejismo: la concordancia entre el Papa de verdad y el usurpador de San Gallen.

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