Letanía a la Virgen María

Letanía a la Virgen María.

 

           Primero  Letanía en general.

           Segundo Letanía Lauretanas a María Santísima. 


 

    Primero: Letanía en General.

 

    ¿Qué significa letanía? Letanía es un nombre genérico que designan diversas especies de oraciones de intercesión, que presenta una forma de invocación (1). Es una serie de invocaciones ordenadas. Es una plegaria formada por una serie de invocaciones o súplicas. Estas fórmulas de invocación tienen un carácter eminentemente popular, por lo que son muy abundantes y de estilos diversos, algunas en verso y otras en prosa.

 

   ¿A quien se dirige la oración letánica? Puede ir dirigida a Dios (al Santísimo Sacramento, al Sagrado Corazón, Divina Misericordia etc.) o al poder de intercesión (mediación) de María Santísima, los ángeles o los santos, etc.

 

   ¿Cuál es su origen? “El origen de la oración letánica ha de buscarse en la sinagoga, allí se hacía esta oración que consistía en 18 bendiciones en las que se enumeraban las diferentes categorías sociales de personas y de intenciones por las cuales se oraba; San Pablo, en la carta a Timoteo hace alusión a esta costumbre “Ante todo recomiendo que se hagan plegarias, oraciones, súplicas y acciones de gracias por todos los hombres; por los reyes y por todos los constituidos en autoridad, para que podamos vivir una vida tranquila y apacible con toda piedad y dignidad” (2). También entre los paganos existía ya más o menos esta forma de plegaria.

En los escritos de los primeros Padres dela Iglesiaencontramos ejemplos de este tipo de oración, como se puede ver en la oración de San Clemente Romano o en la carta de San Policarpo y en las actas de su martirio” (3).

 

   ¿Antiguamente de que forma o manera se las rezaba? Las letanías consistían en hacer una serie de oraciones dialogadas entre los ministros del culto y el pueblo fiel, destinadas a implorar la misericordia divina. Se rezaban durante la santa Misa y en las procesiones. Al principio las invocaciones se hacían únicamente a Dios, pero más tarde se fueron introduciendo invocaciones a los Santos y, sobre todo, ala Virgen (siglo VIII).
¿Cuál es el texto más antiguo que se conoce de letanías a la Virgen? El texto más antiguo conocido de letanías a nuestra Madre celestial, como un cuerpo orgánico parecido al actual, es el contenido en un Misal de Maguncia del siglo XII, aunque existieron en el transcurso de los siglos varias recensiones.

 

   ¿En que lugar se apadrinaron las letanías del santo Rosario de manera definitiva? Las letanías que nosotros actualmente rezamos o practicamos, fueron adoptadas (acogidas o apadrinadas) en el famoso santuario Mariano de Loreto, de donde procede el nombre con que se las conoce –Letanías Lauretanas-.

 

   ¿Cuál fue el Papa que aprobó las letanías para toda la Iglesia? El Papa Sixto V las aprobó para todala Iglesia, y lo hizo en el año 1587.

 

   ¿Con el correr de los siglos los Papas añadieron más letanías? Con el paso de los siglos se fueron añadiendo algunas más.

 

León XIII añadió: “Reina del Santísimo Rosario” y “Madre del Buen Consejo”.

Pío IX añadió: “Reina concebida sin pecado original”.

Benedicto XV añadió: “Madre de la paz”.

Pío XII añadió: “Reina asunta a los cielos”.

Pablo VI añadió: “Madre dela Iglesia”.

Juan Pablo II añadió: “Reina de la familia”.

 

No sé con qué alabanzas ensalzarte, oh santa e inmaculada virginidad de María,

pues por ti hemos recibido a nuestro Redentor, Jesucristo, Señor nuestro (4).

María, de estirpe real, resplandece de gloria,

de corazón le pedimos devotamente que nos ayude con sus súplicas (5).

Haz, Señor, que tu Iglesia tenga un solo corazón y una sola alma por el amor,

y que todos los fieles perseveren unánimes en la oración con María, la Madre de Jesús (6).

 

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             Segundo Letanía Lauretanas a María Santísima

 

Entre las formas de oración recomendadas por el Magisterio dela Iglesia, tenemos la Letanía a María Santísima.

 

   ¿En que consiste la Letanía del santo Rosario? Es una serie de títulos e invocaciones -breves alabanzas y súplicas- dirigidas a la Madre de Dios; rico en contenido bíblico, doctrinal y espiritual.

 

   ¿Cuál es su excelencia?

a- Como estas invocaciones giran en torno a la criatura más excelsa o eminente que Dios ha puesto en medio del mundo -la Santísima Virgen María-, de aquí su grandeza, hermosura y esplendor.

b- También su riqueza procede del contenido bíblico, doctrinal y espiritual que contiene.

 

   ¿Con que podemos comparar las letanías? Ellas son como un diamante, que a cada giro desprenden un nuevo rayo de luz hermoso, o como dardos de amor “piropos” que lanzamos a María, nuestra Madre celestial, o como si fueran pétalos de flores que obsequiamos ala Reina de los jardines.

 

   ¿Qué efecto espiritual causan? Al rezarlas el alma se pacifica, enfervoriza el espíritu, y es deleitado el corazón.

 

    ¿Cual es su contenido?

    Inician invocando a Cristo y a la Santísima Trinidad: Ante todo nos dirigimos a Cristo y a la Santísima Trinidad. A Dios imploramos misericordia porque estamos llenos de miserias materiales y espirituales (pecados). A María Santísima que está en el cielo, se la invoca para que interceda por nosotros ante Dios “Ella es ante Él la omnipotencia suplicante”. Por lo tanto a Dios damos un culto de adoración, honra y gloria y a la Virgen María damos un culto de veneración, devoción y respeto.    

 

             Señor, ten piedad

            Cristo ten piedad

            Señor, ten piedad.

            Cristo, óyenos.

            Cristo, escúchanos.

            Dios, Padre celestial, ten piedad de nosotros.

            Dios, Hijo, Redentor del mundo.

            Dios, Espíritu Santo.

            Santísima Trinidad, un solo Dios.

 

 

Luego siguen las 51 invocaciones a María.

 

¿Cómo podemos agrupar estas 51 piadosas invocaciones Marianas? Las podemos agrupar en torno a los seis títulos o grandezas más sublimes de María:

 

            -su Santidad,

            -Maternidad divina, y Maternidad espiritual,

            -Virginidad,

            -Ejemplaridad,

            -Mediación

            -y su Realeza.

1.- Invocamos la Santidad de la Virgen: Esta santidad de María es invocada desde tres puntos de vista diferentes:

-en el orden individual, le decimos Santa María.
-con relación a Dios: la llamamos Santa Madre de Dios.

-y con relación a las demás mujeres: la invocamos como Santa Virgen de las Vírgenes

 

San María                                         ruega por nosotros  (se repite después de cada invocación).

Santa Madre de Dios,
Santa Virgen de las Vírgenes.
2.- Invocamos su Maternidad divina y espiritual: Es el título supremo de María y el fundamento de todas sus demás grandezas y maravillas que se encuentran en Ella.

 

Madre de Cristo,
Madre de la Iglesia,
Madre de la divina gracia,
Madre purísima,
Madre castísima,
Madre siempre virgen,
Madre inmaculada,
Madre amable,
Madre admirable,
Madre del buen consejo,
Madre del Creador,
Madre del Salvador,
Madre de misericordia,

3.- Invocamos su Virginidad:La Maternidad divina no menoscabó en lo más mínimo su gloriosa y perpetua virginidad, como nos enseña la fe católica.

 

Virgen prudentísima,
Virgen digna de veneración,
Virgen digna de alabanza,
Virgen poderosa,
Virgen clemente,
Virgen fiel,

4.- Invocamos su vida Ejemplar: Después de saludarla como ejemplo acabado de virtudes, se recogen algunos símbolos y figuras bellísimas de la ejemplaridad admirable de María.
                       

Espejo de justicia,
Trono de la sabiduría,
Causa de nuestra alegría,
Vaso espiritual,
Vaso digno de honor,
Vaso de insigne devoción,
Rosa mística,
Torre de David,
Torre de marfil,
Casa de oro,

 

5.- Invocamos su Mediación: Ella es la gran mediadora intercesora entre Dios y los hombres. Aquí es presentada bajo tres bellísimos símbolos y en el ejercicio de cuatro enternecedores aspectos de su mediación:

 

Arca de la Alianza,
Puerta del cielo,
Estrella de la mañana,
Salud de los enfermos,
Refugio de los pecadores,
Consoladora de los afligidos,
Auxilio de los cristianos,

6.- Reconocemos su Realeza universal

Reina de los Ángeles,
Reina de los Patriarcas,
Reina de los Profetas,
Reina de los Apóstoles,
Reina de los Mártires,
Reina de los Confesores,
Reina de las Vírgenes,
Reina de todos los Santos,
Reina concebida sin pecado original,
Reina asunta a los Cielos,
Reina del Santísimo Rosario,
Reina de la familia,
Reina de la paz.

Al finalizar las invocaciones Marianas, se invoca a Cristo como Cordero de Dios que quita el pecado del mundo, pidiendo que nos perdone, que nos escuche, que nos dé su santa paz y misericordia.

Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, perdónanos, Señor.
            Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, escúchanos, Señor.
Cordero de Dios, que quitas el pecado del mundo, ten misericordia de nosotros.

 

            -Ruego final a la Madre de Dios:  “Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios, para que seamos dignos de las promesas de Cristo”.

            -Bellísima oración final:  “Te rogamos, Señor, que nos concedas a nosotros tus siervos, gozar de perpetua salud de alma y cuerpo y, por la gloriosa intercesión de la bienaventurada Virgen María, seamos librados de las tristezas presentes, y disfrutemos de la eterna alegría. Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.

-¡Que el avemaría que resuena en el santo cielo

resuene una y mil veces en el templo espiritual de nuestras almas!

 

¡Oh tú, Reina de los jardines,

mis compañeros escuchan tu voz!:

¡deja que también la oiga yo! (7)

 

21 de noviembre 2012                                          P. Héctor Luna, IVE. Esclavo de María

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Nº 1 P. Fuentes el Teólogo Responde // Nº 2 Tim 1. 2, 1-2 // Nº 3 P. Miguel Fuentes Teólogo Responde) // Nº 4 Breviario Santa María en sábado Anfífona 5 para el Beneditus) //  Nº 5 Anfífona de Sexta Natividad de la Santísima Virgen // Nº 6 Segunda Vísperas de Santa María Virgen // Nº 7 Cant 8,13