Una consecuencia de la papolatría es la pretensión de canonizar a todos y cada uno de los papas para que toda palabra y todo acto de gobierno de ellos adquiera retroactivamente carácter infalible. Eso sí, esto sólo se hace con los pontífices posteriores al Concilio Vaticano II, no con los que precedieron tal concilio.
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Por qué no hay necesidad de llamar santo a Pablo VI (ni se debe hacerlo)

Muchos que han estudiado la vida y el pontificado de Pablo VI están convencidos de que su conducta como pastor no tuvo nada de …
apostolesdemaria
Lo que pretenden es canonizar las herejías, y quien mejor que Bergoglio.