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jamacor
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Nos creemos dioses, pero... una simple bacteria nos lleva al sueño eterno. Se sabe de ellas desde hace poco más de una década. Sus nombres de pila responden a NDM1, Gram negativas y KPC, aunque se las …Más
Nos creemos dioses, pero... una simple bacteria nos lleva al sueño eterno.

Se sabe de ellas desde hace poco más de una década. Sus nombres de pila responden a NDM1, Gram negativas y KPC, aunque se las conoce por el término común de superbacterias. Preocuparon al colectivo médico porque no existían tratados clínicos sobre su tratamiento y en especial por su ''modus operandi''.
Este es el relato de tres casos no relacionados que tienen un mismo denominador común: una infección imposible de tratar, cuyo recorrido finaliza en un trasplante de pulmón, en una amputación de pierna o, en el más trágico de los casos, en la muerte.

Lo más difícil para nuestra sociedad, que ha dispuesto de antibióticos desde el final de la Segunda Guerra Mundial, es asimilar que podemos morir a causa de una infección. El abuso de estos medicamentos ha originado que las bacterias se hagan resistentes a ellos.

Los especialistas calculan, que al menos dos millones de personas se infectan cada año con bacterias resistentes a los antibióticos convencionales y algo más de 20.000 fallecen a causa de las infecciones, más muertes que las que provoca el Sida.

Los médicos alertan de la limitada investigación sobre nuevos antibióticos lo que significa que, probablemente, estamos llegando al final de la