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Con Bergoglio la Iglesia no puede subsistir. ...sino que camina hacia su destrucción Han quitado al Papa legítimo, lo han hecho renunciar, y ahora, ¿cuál es el objetivo del Sínodo? El objetivo de …Más
Con Bergoglio la Iglesia no puede subsistir.

...sino que camina hacia su destrucción

Han quitado al Papa legítimo, lo han hecho renunciar, y ahora, ¿cuál es el objetivo del Sínodo?
El objetivo de Bergoglio, del cardenal Walter Kasper, de todo el clan masónico que gobierna la Iglesia, y de la Iglesia de hoy (= de toda esa Jerarquía bergogliana, que sigue a Bergoglio; de todos esos fieles que han hecho de Bergoglio un ídolo para su ruina espiritual) es que la mayoría salga de ese Sínodo con un mandato a una pastoral más suelta, más cómoda, más liberal, independiente, sin estar sujeta a Roma, sino que cada uno decida en su diócesis lo que se va a hacer o no va a hacer, y –sobre todo- recalcando, diciendo que la doctrina no va a ser tocada.
Esta es la manipulación del Sínodo: y por eso, nadie conoce quién habla en el Sínodo, para que la gente en sus parroquias no se levanten. Y cada párroco, en el silencio, va a ir haciendo y deshaciendo en su diócesis, como le da la gana.
Este Sínodo extraordinario es sólo abrir una puerta falsa a la Iglesia: no tocamos la doctrina, pero hagan ustedes lo que quieran en sus diócesis. Saquemos un documento, con un lenguaje humano apropiado, en que no se toque el dogma, pero dejemos libertad para legitimar el pecado.
Ese lenguaje humano querido en este Sínodo: un lenguaje que trae división oficial. Si me han permitido decir en el sínodo que los homosexuales hay que acogerlos y darles la comunión, entonces hagámoslo realidad en la vida cotidiana de las diócesis.
¿En qué se han puesto de acuerdo todos los padres sinodales? En que se adelanten los procesos de nulidad del matrimonio. ¿En qué hay división? En la doctrina de Cristo. Todos divididos en la Verdad. Todos han querido la división en la Verdad. Todos exponen sus puntos de vista de cómo debe ser la pastoral hoy día. Pero nadie se ha preocupado por enseñar la Verdad de siempre, la Mente de Cristo, lo que quiere Cristo de Su Iglesia hoy día. A nadie le interesa la Verdad. A nadie le interesa Cristo. Nadie ama a Cristo. «El Amor no es Amado». El Amor es dejado a un lado por el lenguaje humano. Todos aman las bellezas de sus palabras. Pero nadie ama a la Palabra del Pensamiento del Padre.
¿Quién los ha dividido? Bergoglio, al convocar este Sínodo. Bergoglio, que ha dividido la cabeza, al poner al Papa legítimo como Papa emérito, divide a toda la Jerarquía: hablen lo que quieran en este Sínodo y como lo quieran. Pero eso sí, a puerta cerrada, para no escandalizar a los fieles en la Iglesia. Para que nadie entienda la jugada. Vamos a ponernos de acuerdo en el lenguaje de la Iglesia, que tiene que ser más realista, no tanto dogmático. Y todos, en sus parroquias a trabajar en este lenguaje moderno de la nueva iglesia, hasta el año que viene, en que ya quitemos los dogmas. ¿Ven el cisma ya declarado? ¿O todavía no lo ven?
Este Sínodo es ratificar lo que ya está sucediendo en toda la Iglesia, lo que durante 50 años se ha dado por los miembros de la Jerarquía, pero de manera oculta, como ha hecho Bergoglio toda su vida: declaraba una cosa a los medios, y con una llamada telefónica obraba otra.
Ya el pecado no hay que sujetarlo, no hay que permitirlo, sino aprobarlo, quererlo como un bien para toda la Iglesia.
Los anteriores Papas habían sujetado la división declarada en toda la Jerarquía.
Ahora, con una falsa cabeza es el “hágalo usted mismo”pastoral; con Bergoglio, no se sujeta la división, sino que se la imprime la forma para que las almas cometan el pecado con la misma aprobación de la Jerarquía de la Iglesia.