Porque así como te mueras te quedarás. youtu.be/IIpgVVkEZY0 LA GRAVEDAD DEL PECADO Un enemigo inexorable, poderoso, terrible, os persigue a todos de continuo, sin darse un momento de reposo. Desde …Más
Porque así como te mueras te quedarás.
youtu.be/IIpgVVkEZY0
LA GRAVEDAD DEL PECADO
Un enemigo inexorable, poderoso, terrible, os persigue a todos de continuo, sin darse un momento de reposo. Desde vuestro nacimiento hasta el momento presente a vuestro lado se encuentra, acechando el instante de descargar sobre vosotros su golpe fatal y sacrificaros a su rabia. De día y de noche, en casa y fuera de ella, en la cama, en el juego, en el trabajo, en la mesa, a todas horas y en todas partes os va siguiendo los pasos. ¿Sabéis quién es ese ENEMIGO formidable? ES LA MUERTE; la muerte, que empuñando sobre vuestra cabeza su afilada guadaña, os grita diciendo: Morte morieris. Moriréis sin remedio. Gen. 11,17
Puede contribuir a vuestro bien si traéis su recuerdo de continuo en la memoria. PORQUE SIENDO EL PECADO CAUSA DE LA MUERTE, en el recuerdo de la muerte ha puesto el Señor el remedio del pecado. ACUÉRDATE DE TUS POSTRIMERÍAS Y NUNCA PECARÁS, os dice el Espíritu Santo.
Porque así como te mueras te quedarás.
Poniendo nuestra mirada en esta inevitable realidad, hagamos un alto a nuestra vida y consideremos con responsabilidad estas palabras: MEMENTO, HOMO, QUIA PULVIS ES, ET IN PULVEREM REVERTERIS. Acuérdate, hombre, que eres polvo y que en polvo has de convertirte. Gen. 3,19.
youtu.be/IIpgVVkEZY0
LA GRAVEDAD DEL PECADO
Un enemigo inexorable, poderoso, terrible, os persigue a todos de continuo, sin darse un momento de reposo. Desde vuestro nacimiento hasta el momento presente a vuestro lado se encuentra, acechando el instante de descargar sobre vosotros su golpe fatal y sacrificaros a su rabia. De día y de noche, en casa y fuera de ella, en la cama, en el juego, en el trabajo, en la mesa, a todas horas y en todas partes os va siguiendo los pasos. ¿Sabéis quién es ese ENEMIGO formidable? ES LA MUERTE; la muerte, que empuñando sobre vuestra cabeza su afilada guadaña, os grita diciendo: Morte morieris. Moriréis sin remedio. Gen. 11,17
Puede contribuir a vuestro bien si traéis su recuerdo de continuo en la memoria. PORQUE SIENDO EL PECADO CAUSA DE LA MUERTE, en el recuerdo de la muerte ha puesto el Señor el remedio del pecado. ACUÉRDATE DE TUS POSTRIMERÍAS Y NUNCA PECARÁS, os dice el Espíritu Santo.
Porque así como te mueras te quedarás.
Poniendo nuestra mirada en esta inevitable realidad, hagamos un alto a nuestra vida y consideremos con responsabilidad estas palabras: MEMENTO, HOMO, QUIA PULVIS ES, ET IN PULVEREM REVERTERIS. Acuérdate, hombre, que eres polvo y que en polvo has de convertirte. Gen. 3,19.