ADRIAN RIVERA
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Despierta... En la SANGRE vamos adquiriendo valores ancestrales que pueden ser buenos o malos, por eso el hijo y la hija se parece en actitudes al papá o la mamá. La consecuencia del pecado o …Más
Despierta...

En la SANGRE vamos adquiriendo valores ancestrales que pueden ser buenos o malos, por eso el hijo y la hija se parece en actitudes al papá o la mamá.

La consecuencia del pecado o contaminación espiritual de nuestros antepasados las vamos pasando de generación en generación hasta que se rompan por liberaciones y comportamientos de uno viviendo santamente.

Las ataduras intergeneracionales son maldiciones que vamos acarreando de generación tras generación, más las que ponemos de nuestra cosecha, vamos cargando un costal muy grande que tiene que ser liberado, porque lo transmitimos de generación a generación.

Deuteronomio 5, 9 " ..... castigo la maldad de los padres en los hijos hasta la tercera y cuarta generación de los que me odian."

Odiar es alejarse, sentirse incómodo, despreciar, no valorar y actuando así, los hijos pagan lo que los padres no le han enseñado a sus hijos.

Depende de ti hijo, de ti padre, de ti madre, ir a ORACIONES DE LIBERACIÓN, misa, confesión, comunión para que sanes todo lo pasado y no fabriques muros entre tu y Dios.