Despierta...

Nacemos pensando que somos libres, que podemos hacer lo que sea para buscar la felicidad plena en todos los sentidos y así al terminar de nuestro existir poder descansar en paz, típica respuesta de las personas que le fueron fiel a su carne e instintos, pero no a Dios.

Pensando en sólo ser feliz a nuestro modo, pensamos que así siendo felices, no matando y no robando, entramos directito al cielo, si es que creemos que el cielo esta arriba, porque hay quienes piensan que el cielo e infierno están aquí y lo vivimos cada día con nuestras acciones.

Al leer la biblia, orar, rezar se nos hace perdida de tiempo porque solo vemos nuestra carne y no nuestra alma, de como se alimenta y todo esto se vuelven una cruz casi imposible de cargar, unas cadenas de hierro casi imposibles de llevar.

Ya nos dio el ejemplo María santísima cuando le dijo al ángel " HE AQUÍ LA ESCLAVA DEL SEÑOR, HÁGASE EN MI SEGÚN TU PALABRA ", eso es estar abierto al espíritu, al espíritu santo que mora y vive en nosotros, pero que nosotros le ponemos cadenas de pecado, de lujuria, de ira para que no pueda moverse dentro de nosotros.

Espiritualizando nuestra alma, esas cadenas se convierten en oraciones, como cadenas de aire que no pesan o se van haciendo cada vez mas livianas por gracia y don de Dios, pero tenemos que dar nosotros ese primer paso para que Dios nos ayude a dar el segundo paso y así caminar de la mano del señor.

Es todo un cambio, Dios lo quiere y es por nuestro bien, " Muchos son los llamados y pocos los elegidos ", muchos oyen la palabra de Dios y pocos les hacen caso, por eso se salvan pocos y muchos se condenan, María santísima interviene y salva a muchos, pero para que te arriesgas a no ser salvado viviendo sin Dios, moldeando a Dios a tu manera.

Ya lo han dicho Santos, que muchos se condenan porque no creén y viven la palabra de Dios, no alcanzan ni purgatorio porque no están en GRACIA, tu eliges.