Seis décadas de datos muestran que “el Concilio fue un fracaso”
Él cree que la Iglesia necesitaba “algunas adaptaciones” luego de la muerte de la política de trono y altar, el ascenso del liberalismo, la globalización, la descolonización, la era de la información y las revoluciones sociales.
Ahora, seis décadas de datos muestran que el Vaticano II fue un fracaso, porque “fracasó en los términos que establecieron sus propios partidarios”. Se suponía que iba a hacer a la Iglesia más atractiva, dinámica, menos cerrada y menos autorreferencial. “No hizo ninguna de estas cosas”, concluye Douthat.
Se suponía que el Novus Ordo haría que los fieles se comprometieran más con la Misa, pero “en lugar de eso, los fieles empezaron a dormir hasta tarde los domingos y a renunciar al catolicismo durante la Cuaresma”.
La Iglesia decayó en todo el mundo desarrollado después del Vaticano II, bajo Papas “conservadores” y “liberales” por igual, perdiendo Europa a favor del secularismo y América Latina a favor del pentecostalismo.
El tiempo posterior al Vaticano II se consumió en batallas de derecha contra izquierda. La Iglesia del Novus Ordo se relacionó con el mundo como una “mísera imitación” a través de música de guitarra de medio pelo, versiones disfrazadas de partidismo de izquierdas y feas iglesias modernas que fueron anticuadas diez años después de su construcción y se vaciaron poco después.
Para Douthat no hay vuelta atrás al estilo de autoridad papal que tanto Juan Pablo II como Francisco han intentado ejercer -el primero [supuestamente] “para restaurar la tradición”, el segundo para suprimirla- “sólo para verse frustrados por la ingobernabilidad de la Iglesia moderna”.
Imagen: © Lothar Wolleh, wikicommons CC BY-SA, #newsNpobhxlxis