Un baño de santidad

Un baño de santidad

Lavaos, purificaos!! Nos dice Dios en la primera lectura de hoy, cuando habló a Sodooa y Gomorra.
Casi todos hemos escuchado ésos nombre sy seguramente decimos: Ah!! se los dijo a ésos que eran idólatras, que eran lujuriosos, que vivían en los placeres más escandalosos... pero yo no soy como ésos*

Jesús nos dice en el Evangelio que en la cátedra de Moisés se han sentado los escribas y fariseos, los que buscan ser vistos, admirados; los que buscan ser reconocidos y buscan los primeros lugares, los que no mueven un dedo pero dejan que los otros lo hagan.
Y entonces seguramente decimos: *Ah, no. Ese es mi compadre... yo no soy así* Yo doy mi limosna, voy a misa, levanto mi sillita, coopero cuando dicen.
Y nos quedamos tan contentos porque somos buenos cristianos.

Sin embargo, Jesús nos habla a nosotros, a los que somos como "sepulcros blanqueados", que hemos sido redimidos con su sangre por medio del Bautismo, que hemos recibido la Gracia santificante y que nos conformamos con sólo éso como si lo mereciéramos.

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