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Giorgia Meloni: «Somos los herederos de San Benito”

Prime Minister Giorgia Meloni

Por The Catholic Thing | 01 noviembre, 2022

Por Roberto de Mattei

Desde el 21 de octubre, Italia tiene un nuevo gobierno: el mejor gobierno posible en el peor momento histórico desde el nacimiento de la República Italiana en 1946.

¿Qué significa el mejor gobierno posible? Significa que, dado que la política es el arte de lo posible, quienes gobiernan no pueden constituir un gobierno ideal, sino sólo el que la realidad permite. Giorgia Meloni ha tenido que tener en cuenta el contexto internacional y europeo, que deja muy poca autonomía a nuestro país, porque los estados-nación, después de Maastricht, han sido despojados de gran parte de su soberanía.

La primera ministra también debe tener en cuenta el poder de fuego mediático de los llamados poderes fuertes y las fuerzas impulsoras dentro de una coalición de centro-derecha formada por diferentes almas políticas. Como cualquier persona de política, puede hacer lo que es concretamente posible, sin dejar de lado algunos principios básicos que la guían.

Y este parece ser el mejor gobierno entre los posibles, porque es el primer gobierno de derecha y conservador de la República Italiana desde su fundación.

Silvio Berlusconi, que merece un gran crédito por haber detenido el ascenso del comunismo en Italia en 1994, era y es un liberal en el sentido europeo del término, pero siempre se ha definido como un hombre de centro, más que como un conservador.

Giorgia Meloni es una mujer de derechas, en 2020 fue nombrada presidenta de los Conservadores Europeos, una agrupación cuyos pilares son la defensa de la soberanía de los Estados-nación, el control de la inmigración ilegal, la libertad de los impuestos arbitrarios y opresivos, el rechazo a ideologías como la de género.

A esta agrupación pertenece el partido Ley y Justicia (PiS) que gobierna Polonia. Y todo hace pensar que Giorgia Meloni seguirá, en materia de política internacional, el enfoque del primer ministro polaco Mateusz Morawiecki y no el del primer ministro húngaro Viktor Orbán. «No cederemos al chantaje de Putin», dijo entre aplausos en el discurso del 25 de octubre con el que ganó el voto de confianza en la Cámara de Diputados.

En su primer discurso como primera ministra, Giorgia Meloni condenó el nazismo, el fascismo y las leyes raciales, y presentó una visión de la sociedad basada en los valores de la tradición occidental y europea: «Somos los herederos de San Benito, un italiano, el principal patrón de toda Europa».

Las empresas y las familias están en el centro de la plataforma/manifiesto de Giorgia Meloni. Las empresas recibirán más ayuda mediante recortes fiscales y apoyo a las inversiones destinadas al desarrollo económico del país.

La familia, dice, representa el «núcleo de nuestras sociedades, la cuna de los afectos y el lugar donde se forma la identidad de cada uno de nosotros. Por lo tanto, nos proponemos apoyarla y protegerla y, con ello, apoyar la natalidad, que en 2021 registró la tasa más baja desde la unificación de Italia hasta hoy, para salir de la congelación de la población.»

Sobre la inmigración, afirmó que el Gobierno quiere frenar las salidas ilegales y romper la cadena de tráfico de personas en el Mediterráneo.

Sobre el medio ambiente, sostuvo que «no hay ecologista más convencido que un conservador; pero lo que nos distingue de un cierto ecologismo ideológico es que queremos defender la naturaleza que tiene el hombre.»

Giorgia Meloni citó una frase de Roger Scruton, «uno de los mayores maestros del pensamiento conservador europeo», según el cual «la ecología es el ejemplo más vivo de la alianza entre los que están aquí, los que han estado aquí y los que vendrán después de nosotros». «Proteger nuestro patrimonio natural -añadió- no es para nosotros un deber menor que el de salvaguardar nuestro patrimonio de cultura, tradiciones y espiritualidad, que hemos heredado de nuestros padres para poder transmitirlo a nuestros hijos».

La nueva primera ministra italiana concluyó su discurso con estas palabras:

El día en que nuestro gobierno juró ante el jefe de Estado fue la memoria litúrgica de Juan Pablo II, un pontífice, un estadista, un santo al que tuve el honor de conocer personalmente. Me enseñó algo fundamental que siempre he atesorado. «La libertad», solía decir, «no consiste en hacer lo que nos plazca, sino en tener derecho a hacer lo que debe hacerse». Siempre he sido una persona libre, siempre seré una persona libre, y por eso pienso hacer precisamente lo que debo hacer.

Este gobierno, sin embargo, se encuentra ante una situación dramática. Italia y Occidente están en guerra desde el 24 de febrero de 2022. Una guerra híbrida, pero real, que aún no ha alcanzado su punto álgido, y que podría tener graves repercusiones no sólo en el teatro militar, sino también en el interior de cada nación, amenazando el tejido social que garantiza su supervivencia y desencadenando fenómenos de protesta, incluso de violencia.

Pero la catástrofe política y económica que amenaza a Europa como consecuencia de la invasión rusa de Ucrania, incluso antes de las razones geopolíticas, tiene sus raíces últimas en el abandono del orden natural y cristiano por parte de Occidente. La conflagración de la guerra parece ser sólo el último resultado de un proceso histórico con orígenes culturales y morales.

Hay que decir que sin una ayuda especial de Dios un cambio de rumbo parece humanamente imposible. Esta ayuda se obtiene con la oración, que permite obtener la gracia de seguir la ley natural.

La misión de la Iglesia y del Vicario de Cristo en la tierra es ésta y no otra: recordar las verdades salvadoras que el mundo ignora o desprecia. Parafraseando a San Alfonso María de Ligorio, que decía «el que reza se salva, el que no reza se condena», conviene repetir que cuando una nación vuelve al orden natural y cristiano, se levanta. Cuando se aleja de éste, se hunde en el caos.

Esta es la encrucijada fundamental ante la que se encuentra el nuevo gobierno italiano, al que hacemos llegar nuestros mejores deseos, asegurándole nuestras oraciones.

Acerca del autor:

Roberto de Mattei, un distinguido historiador italiano, es el autor de Saint Pius V: The Legendary Pope Who Excommunicated Queen Elizabeth, Standardized the Mass, and Defeated the Ottoman Empire (Sophia Institute, 2021).