Incluso los sacerdotes modernistas odian a Francisco

Incluso a los sacerdotes más modernos, “que generalmente son los más antiguos”, no les gusta Bergoglio tanto como sus colegas más jóvenes y más católicos a causa de a su agresividad hacia ellos.
Francisco se refiere reiteradamente a los sacerdotes en términos negativos: “carreristas”, “codiciosos”, “gruñones”, “proselitistas”, “delincuentes” que “miran pornografía” y “tienen problemas psiquiátricos”, etc. “Nunca una palabra de aliento, nunca cercanía”.
Caminante explica que Francisco proyecta sobre los sacerdotes las cualidades que sabe que tiene y odia.
Además, Caminante sabe que la curia romana vive “en el terror”. Nadie sabe cuánto tiempo estará en el cargo y quién está espiando a quién. En Buenos Aires, Bergoglio tenía espías en todas las diócesis y congregaciones religiosas.
Francisco es odiado por nombrar un enjambre de obispos “elegidos entre los sacerdotes menos educados y calificados”. Caminante nombra al obispo Robert Prevost, el nuevo prefecto de los obispos, a quien llama “un don nadie”, “insignificante”, “otro de la pila”, “un hombre limitado y miope”.
Sacerdotes estadounidenses hablaron con Caminante sobre la enorme inquietud causada en California por el nombramiento del homosexualista de San Diego, Robert McElroy, como cardenal.
Imagen: © Mazur, CC BY-NC-ND, #newsXuwmhtqtnj
