Una nota aclaratoria que aclara más bien poco..

Texto e Imagen: InfoCatólica
Blog: De profesión Cura.
P. Jorge González Guadalix

No nos engañemos. La noticia estrella de ayer mismo en medio de información religiosa e incluso en medios generalistas era la supuesta llamada del papa Francisco a una mujer casada civilmente con un divorciado en la que expresamente le autorizaba a recibir la comunión eucarística.
El revuelo, de órdago a la grande en todos los sentidos. Por una parte, unos cuantos aplaudiendo porque al fin se cambiaba la praxis secular de no admitir a la comunión a las personas que conviven maritalmente sin sacramento del matrimonio por medio, y por la otra a muchísima gente que se lleva haciendo cruces desde ayer y preguntándose si es posible que así, por las buenas, el papa pueda decir eso de que nada, que comulgue que no pasa nada, y si acaso tiene problemas que se vaya a otra parroquia.

La cosa llegó a tal extremo que parecía necesaria y urgente una nota aclaratoria del propio Vaticano. No creo necesario que haya que andar todo el día aclarado cosas, y si así se hace es que se hacen las cosas mal. Lo que sí hemos visto y comprobado es que el papa se comunica con quien quiere y cuando quiere y que sus interlocutores no son precisamente ejemplo de discreción, al menos en bastantes casos. La cosa no tiene mayor importancia. Que nos cuenten las monjas de X que el papa llamó para desearles feliz navidad o el vendedor de periódicos que le ha felicitado el santo padre por su cumpleaños no tiene mayor importancia. Tampoco vamos a esperar nota vaticana cada vez que un chalado diga que le ha llamado Francisco para revelarle la fecha exacta del fin del mundo.
Pero hay cosas y cosas. Y que alguien nos diga que el papa le ha dicho que se acerque a comulgar en la situación de matrimonio civil, resulta no solo chocante, sino hasta escandaloso. Y no parece un invento el asunto, más aún, parece algo incluso creíble.
Desde ayer se esperaba una nota de la santa sede explicando el asunto y aclarando los términos, algo tan sencillo como que el santo padre jamás diría a alguien en esa situación que se acercase a recibir la comunión. Ya digo que mal negocio es que haya que estar aclarando todos los días las cosas, pero más vale aclarar lo que está oscuro.
¿Por qué se esperaba la nota? Pues sencillamente porque visto lo que andaba sucediendo, no decir nada era caer en eso del que calla otorga y no parecía demasiado conveniente.
Pues tenemos nota.
Y ha sido peor el remedio que la enfermedad. Porque es una nota pretendidamente aclaratoria de esas que todo lo confunden aún más. Con ella en la mano ahora mismo lo único que queda claro es que Francisco llama a gente, habla con ellos, que eso es privado, que “no tiene confirmación de fiabilidad y es fuente de malentendidos y confusión. Por lo tanto hay que evitar deducir de esta circunstancia consecuencias relativas a la enseñanza de la Iglesia”.
¿Tan difícil hubiera sido añadir a esta supuesta aclaración que no aclara nada algo así como que “en el caso de lo que ha salido estos días en los medios de comunicación, el papa en cualquier circunstancia sigue enseñando que no les está permitido a los fieles que viven una situación de pareja al margen del sacramento del matrimonio acercarse a recibir la comunión eucarística”? Hubiera sido de gran tranquilidad para todos.
No es bueno que estemos todo el día con la declaración, la aclaración, la interpretación de la aclaración y el modo de explicar lo interpretado por cada uno de los que lo lean.
Si queremos que la gente comprenda las cosas, hay que hablar clarito clarito para que no haya dudas. Y si no, nos pasa lo que nos pasa: que vivimos del rumor, el me han dicho, yo creo que quiso decir y a mí md parece que realmente lo que dice. No es bueno.

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