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Tesa
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EL CARDENAL SARAH: La Eucaristía debe ser tratada con fe, no estamos en el supermercado.

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Bottega
Las maravillas de la creación
El Señor es una persona divina y también humana. Lo que no hagamos con un niño, por ejemplo, que es humano, mucho menos lo podremos que hacer con Jesús sacramentado, que es humano y divino a la vez. A un hijo pequeño no lo meteríamos en una bolsa de plástico y lo colgaríamos de la pared en espera de que otro familiar lo recogiera para llevarlo al colegio, por ejemplo. Sin embargo, cuando en esta …Más
El Señor es una persona divina y también humana. Lo que no hagamos con un niño, por ejemplo, que es humano, mucho menos lo podremos que hacer con Jesús sacramentado, que es humano y divino a la vez. A un hijo pequeño no lo meteríamos en una bolsa de plástico y lo colgaríamos de la pared en espera de que otro familiar lo recogiera para llevarlo al colegio, por ejemplo. Sin embargo, cuando en esta pandemia ha habido peligro de contagio en casa, nos hemos aislado, nos hemos lavado las manos continuamente y hemos guardado distancia de seguridad. Estas medidas entran dentro de la dignidad del sacramento, porque no seguirlas sería ir en contra del espíritu del quinto mandamiento de la ley de Dios, y no emplearlas confiando en que el Señor haga un milagro para no contagiarnos sería tentar a Dios, obligarle a hacer milagros para demostrar su poder. Ni medidas absurdas ni tampoco laxas, sino las medidas que sean necesarias y tantas como sean necesarias. Jesús, que nos mandó precisamente amar al prójimo, todo parece indicar que es el primero que está de acuerdo con cómo se están haciendo las cosas (salvo algunos pocos disparates que se oyen aquí y allá, que se caen por su propio peso).