El modernista Cupich cerrará más de 100 parroquias



María Ferraz

Los homosexuales que se infiltraron en la Iglesia han sido más nefastos que las plagas de Egipto: además de traumatizar a los jóvenes de los que abusaron sexualmente, ahuyentando a miles de católicos escandalizados, ahora privan a los mismos católicos de sus parroquias, porque los gastos en demandas de abuso por parte de las víctimas alcanzan, sólo en Chicago, los 200 millones de $ que saldrán de los bolsillos de los fieles. Y no se les ocurre a estos liberales mejor medida que cerrar (para luego vender) las propiedades de la Iglesia incluidas las mismas parroquias, con lo que sólo lograrán que más gente deje de asistir a misa. Pero, ¿les importa? 

Si les importara habrían tomado medidas contra los violadores metidos a curas, y, antes aún, controlando quiénes eran los candidatos a seminaristas. Muchas veces aceptaron a homosexuales porque los mismos rectores u obispos eran ellos mismos homosexuales. 

Y no quiero pensar lo peor, que el arzob. Cupich, pro gay y pro comunión a los políticos abortistas nombrado por Bergoglio, promueva el cierre de unas 150 iglesias y escuelas a propósito, para disminuir la práctica religiosa.


Informa https://www.catholicworldreport.com/author/cna-daily-news/:

La Arquidiócesis de Chicago anunció el jueves la última ronda de fusiones y cierres de parroquias como parte de la iniciativa del Cardenal Blase Cupich "Renueva mi Iglesia". (¿Renovar o mejor, matar?)

Cupich anunció la iniciativa "Renueva mi Iglesia" en 2016, y en ese momento se esperaban alrededor de 100 cierres de parroquias en medio de una escasez de sacerdotes y edificios de iglesias que necesitaban ser reparados, informa el Tribune.

Las fusiones harán que el número de parroquias de la archidiócesis baje de las 300, de más de 350 en 2016 y casi 450 a mediados de los 80, informa el Chicago Tribune.

La arquidiócesis anunció el cierre de cinco escuelas primarias en enero, citando la disminución de la matrículas.

Los informes del Chicago Tribune sugieren que la arquidiócesis de Chicago podría estar enfrentando hasta 200 millones de dólares en deudas por acuerdos de abuso clerical.