Francisco sentimental próximo a las lágrimas y con voz quebrada

Francisco presidió la Eucaristía del Domingo de Ramos en la Basílica de San Pedro, que a causa del pánico por el coronavirus estaba prácticamente vacía.

Cuando recitaba las palabras “conmemoremos la entrada del Señor en la ciudad para nuestra salvación”, la voz de Francisco se quebró.

Él, que desplaza a los que percibe inescrupulosamente como sus “enemigos”, estuvo de repente próximo a las lágrimas.

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