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El Purgatorio - Marino Restrepo. 4 Pues al que trabaja, el salario no se le cuenta como una gracia, sino como deuda. 5 Al contrario, cuando a alguno, sin hacer las obras exteriores, o de la ley, con …Más
El Purgatorio - Marino Restrepo.

4 Pues al que trabaja, el salario no se le cuenta como una gracia, sino como deuda. 5 Al contrario, cuando a alguno, sin hacer las obras exteriores, o de la ley, con creer en aquel que justifica al impío, se le imputa su fe por justicia, es éste un don gratuito según el beneplácito de la gracia de Dios. 6 En este sentido David llama bienaventurado al hombre a quien Dios imputa la justicia sin mérito de las obras, diciendo: 7 Bienaventurados aquellos cuyas maldades son perdonadas y cuyos pecados están borrados; 8 dichoso el hombre a quien Dios no imputó culpa. Romanos 4, 4-8