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"La batalla de Covadonga no existió, es un invento"


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CompartirFulgencio Fernández | 13/03/2017AA
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"La batalla de Covadonga no existió, es un invento"
CULTURA José Luis Corral, historiador y escritor, ofrece este lunes una conferencia en el ciclo ‘Los lunes con la historia’ y en la que hablará sobre ‘Covadonga: la batalla que nunca fue’, en la que desmonta uno de los grandes mitos de la historia

José Luis Corral, historiador, catedrático de Historia Medieval de la Universidad de Zaragoza y divulgador de la historia, autor de numerosas novelas de éxito que le han llevado a vender muchos miles de libros, autor de algunos estudios "controvertidos", como el que hoy le trae a León, sobre la Batalla de Covadonga y don Pelayo ¿Qué dice de ella? El título de la conferencia que este lunes pronuncia en el Palacio del Conde Luna (a las 19.30 horas) ofrece una pista clara: "'ovadonga: la batalla que nunca fue'. Será dentro del ciclo ‘Los lunes con la historia’, que organiza la Asociación cultural universitaria Atlas.

– De nuevo en León, donde ya ha participado en varias conferencias y actividades relacionadas con la novela histórica.
– Es cierto, he estado en varias ocasiones y estoy encantado de volver a esta ciudad, que me encanta.

– La batalla de Covadonga es uno de los mitos de estas tierras, sobre todo de Asturias, en las que se han hecho incluso populares dichos como «lo de Asturias es España y lo demás tierra conquistada», en referencia al ‘levantamiento y victoria’ de Pelayo (en el año 722) contra los musulmanes ¿Es fácil contar ahora que todo fue una leyenda? ¿No ha tenido problemas con sus investigaciones?
–Vaya por delante que la historia me encanta, estudiarla, enseñarla en la Universidad y escribir sobre ella por lo que la primera percepción es que es muy agradable mi trabajo, muy gratificante, pero es cierto que algunas investigaciones resultan controvertidas, como es el caso.

– ¿Cómo ha llegado a la conclusión de que esta batalla no existió?
– Por dos caminos, que son los que tiene un historiador, a través de las fuentes y sin olvidar nunca el sentido común, siempre tan necesario.

Esta falsa batalla fue una creación de la corte de cronistas del rey de León Alfonso III, su mito fundacional– Vamos con las fuentes.
– He tratado de beber en todas las fuentes, pues desde la historiografía españolista, especialmente castellanista, se ha tratado casi exclusivamente desde las fuentes escritas desde el lado cristiano, bastante alejadas en el tiempo pues las primeras referencias escritas son más de un siglo posteriores a la presunta batalla, 130 años después. Y las fuentes escritas musulmanas que tratan este asunto casi nunca han sido consideradas por los historiadores cristianos. Y las terceras fuentes serían las arqueológicas, que son escasas pero interesantes pues las fuentes escritas pueden mentir y las arqueológicas no, sabiéndolas interpretar, que ése es el papel del historiador.

– Si no hubo batalla, ¿qué ocurrió realmente en Covadonga?
– Las fuentes musulmanas, que ya he dicho que han sido poco consideradas, son muy contundentes en este sentido y ninguna de las 25 escritas cita esta batalla pero también las primeras fuentes cristianas, como La crónica mozárabe escrita veinte años después de la presunta batalla y muy interesada en mostrar que no hubo acercamientos entre cristianos y mulsulmanes y, sin embargo, no cita ni una sola vez la batalla de Covadonga.

–Pero algo habría, ¿nace de la nada la historia de la Batalla de Covadonga, cómo se inventa?
– Creo que no hubo nada. Sí es posible que se construya toda la historia, por la corte de cronistas del rey de León Alfonso III.

– ¿Qué interés tenía Alfonso III en crear este mito?
– A veces sucede. Es conocido que Alfonso III tenía muchos problemas para la continuidad de su reino en las fechas cercanas al año 900 y es normal acudir en estas situaciones a los mitos fundacionales, como lo es la Batalla de Covadonga. Todos los reinos tienen mitos fundacionales y en ellos un elemento repetido es una batalla, a veces reales, a veces legendarias, pero que alimentan el mito.

– ¿Y que pretendía Alfonso III al crear el mito fundacional?
– Pues dejar sentado que tiene derecho a la reconquista, una palabra que no aparece en esta creación. Le interesa a este rey pero no cuando ocurrió sino a finales del siglo IX cuando León se está convirtiendo en el centro fundamental de los cristianos en la Península Ibérica.

Nunca sabremos realmente quién fue Pelayo pues las crónicas resultan muy contradictorias– ¿Es Covadonga la gran mentira o la gran invención de nuestra Historia o hay otras?
– La historia es muy compleja. Covadonga es uno de los primeros mitos creados, después de la historia de la derrota de Rodrigo en Guadalete, si es que fue allí. Pero tenemos ahí a los Reyes Católicos, que sin ser un invento encontramos que la historia fue como fue y otra cosa es cómo nos la cuentan, con una evidente tendencia a dulcificarla. Lo cuento en otra novela, es mentira que España nació con los Reyes Católicos. Cuando muere Isabel la Católica, no hay una España unida, había una unión dinástica, nada más.

– La batalla de Covadonga no existió, ¿y Pelayo, su gran protagonista, el héroe?
– Pues es una figura muy difícil de saber quién fue realmente pues las crónicas son muy contradictorias. Para unos podría ser el hijo de Pedro de Cantabria, el dux, para otros es una especie de soldado de fortuna de los godos. Parece que sí existió pero creo que nunca sabremos quién fue exactamente ¿Fue un caudillo astur, un caudillo cántabro, un visigodo?

– Decía que ha tocado otros temas controvertidos, de manipulación de la historia, ¿quién induce a estas manipulaciones?
– Hemos visto la manipulación en origen en la batalla de Covandonga, después hay otras por intereses políticos. Cierta derechona exagera y deforma nuestro pasado glorioso. Parte de la izquierda y los nacionalismos estrechan los éxitos y aumentan los defectos.

– Hablaba de la lógica, necesaria en la historia...
– Claro, fundamental. El problema ya viene de la enseñanza, de la forma de enseñar historia, se hace como si fuera el catecismo, estudian fechas y nombres, pero no buscan el por qué de los hechos. Razonar es contar bien la Historia, crear ciudadanos maduros y críticos pero eso al poder no le interesa.
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