El padre franciscano conventual Agnello Stoia, de 54 años, bien alimentado y de aspecto salvaje, asumió el 10 de octubre su función de “párroco de la basílica de San Pedro”.
Antes, él estuvo asentado en la céntrica basílica romana de los Santos Apóstoles, donde se regodeó en los medios de comunicación oligarcas cuando abrió las puertas a sesenta familias evacuadas de un edificio ocupado por comunistas en 2017. Dado que, bajo el mandato de Francisco, la basílica de San Pedro es utilizada principalmente como un museo, Stoia podría transformarlo también en un refugio nocturno.
Además, Stoia podría llevar al Vaticano el espíritu de su anterior basílica, donde está enterrado Clemente XIV (+1774), ex franciscano conventual, quien suprimió la Orden de los jesuitas [en el siglo XVIII]. No está muy claro cuál es la tarea de un “párroco de la basílica de San Pedro”.
Imagen: Agnello Stoia, Facebook, #newsUkzfsokzfj