No hay casualidades; por un autor desconocido

En el año 2009, la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología (FECYT) publicó una “unidad didáctica” a ser inculcada en los estudios secundarios. Que informaba sobre nanociencia y nanotecnología a los adolescentes. Puede enterarse descargando la publicación en

fecyt.es/…nologia-entre-la-ciencia-ficcion-del-presente-y-la

Me anticipo a muchos: “no tiene tiempo para leer 248 páginas”. Usted decide, es su tiempo, es su vida, y son sus adolescentes. O mas bien, algo que hace doce años se informaba en forma encubierta a todos quienes lo leyeran. Un “secreto” a la vista de todos, el mejor lugar para guardarlo. Que tal vez tenga alguna repercusión actual en su vida.
Vuelvo a anticiparme. Antes de que alguien intente descalificar este texto como conspiranoico, le informo que en el ya se mencionaban el magnetismo del grafeno, la toxicidad de algunas nanopartículas, el uso de las quimeras o experimentos genéticos intencionalmente llamadas de otra forma, y de otras circunstancias que ocupan a la prensa a diario excluyendo toda voz opositora.

El autor de la publicación que llamó mi atención, señala algunas páginas de interés que anticipaban las circunstancias que estamos viviendo en todo el planeta. En la 122 se dice que un virus es “una nanomáquina que evoluciona”. En la 125 se menciona el interés de “domesticarlo”. En la 141 del amplio uso que hacía la industria farmacéutica de estos “secretos patentados” que “pueden desplazarse por el torrente sanguíneo”. En la 172 que “eso” se comporta como imanes (¿le suena a algo?). En la 196 refiere a su “uso” en alimentos.

Quienes han seguido mis artículos pueden entender que la tecnología irrestricta (carente de moral) me agravia. Que soy un empecinado en creer en la libertad y en la conciencia del ser humano. Que me molesta la hipocresía diaria con que se pretende envolvernos y “formar opinión” por muchos protagonistas de la Historia. Que no fue por azar que llevo cuatro notas dirigidas a la Presidencia de la República recordándole que los costos humanos, sociales, y hasta los económicos de imponer tecnología de comunicaciones a ultranza pueden ser intolerables cuando se valoran en leucemia o autismo de infantes Que no soy capaz de llamar “prevención” a inyectar engendros de alteración genética mal probados.

Solo le pido que antes de ofenderse con estas palabras, o de enojarse conmigo, LEA. No pido que me crea. Usted y yo tenemos la misma cantidad de neuronas para ser capaces de discernir verdades de mentiras o engaños. En rigor, tengo otro pedido: si no es capaz de hacer tiempo para entender y pensar, no se queje de los resultados. Porque ese texto y lo que describe, forman parte de su mundo de ahora. Y de nosotros depende lo que sea el del mañana.

Yo no quiero vivir en mentiras o engaños.
Dominio público