El obispo de Providence (Estados Unidos), monseñor Thomas Tobin, “lamenta” que sus moderados comentarios sobre las marchas homosexuales fueran “tan controvertidos” y “ofensivos para algunos”, especialmente para la “comunidad homosexual”.
En una declaración datada el 2 de junio no revocó sus palabras, pero expresó que “entendía” por qué algunos individuos se sintieron ofendidos.
Tobin está sopesando sus palabras muy cuidadosamente para agradar a ambos sectores. Él expresa su “amor” y “respeto” por los “miembros” de la comunidad homosexual, incluso llamando “hijos amados de Dios” a los individuos que ceden a la atracción homosexual –él debería haber dicho: tentación.
El pecado mortal como la fornicación homosexual lleva a la pérdida de la caridad, a la privación de la gracia santificante y a la muerte eterna del infierno (Catecismo de la Iglesia Católica, n. 1861).
Imagen: Thomas Tobin, #newsHszxbmtwia